Las intensas lluvias que azotaron a Pinar del Río la pasada semana dejaron daños significativos en la agricultura, sobre todo en los cultivos varios y el sector tabacalero. Sin embargo, los esfuerzos de campesinos y directivos se centran ahora en la recuperación para revertir la situación en el menor tiempo posible.
SIN PERDER TIEMPO EN EL TABACO
Unas 500 toneladas de tabaco fueron afectadas, de manera preliminar, en toda la provincia tras el evento hidrometeorológico, que dejara acumulados superiores a los 200 milímetros de agua en el territorio.
Durante un recorrido por varios de los municipios vueltabajeros de mayor tradición en el cultivo de la solanácea, Marino Murillo Jorge, presidente del Grupo Empresarial Tabacuba, precisó que alrededor de 90 casas de tabaco fueron dañadas, nueve de ellas con derrumbes totales.
En intercambio con directivos de las Empresas de Acopio y Beneficio del Tabaco (ABT) de San Juan y Martínez, San Luis y Pinar del Río, Murillo Jorge puntualizó la disponibilidad de recursos que ayuden a combatir la humedad del tabaco; orientó que los técnicos evalúen cada uno de los perjuicios de conjunto con los campesinos, que se visiten las áreas y mantener una constante comunicación con los productores.
Hasta el pasado martes, en San Juan y Martínez se contabilizaban, de forma preliminar, unas 16.55 toneladas (t) perdidas, 1.2 millones de cujes afectados, para un estimado de 745.3 t; siete casas de tabaco sufrieron derrumbe total y otras nueve en peligro.
Mientras, en el municipio de San Luis, según informó José Ángel Ortega Hernández, director de la empresa ABT San Luis, dos casas de cura natural están en derrumbe total y otras ocho fueron afectadas. Alrededor de 50 t se perjudicaron por la humedad y seis se perdieron definitivamente.
Entre las labores que ya se acometen están el manejo y recuperación del tabaco ensartado que lo permita, acelerar el acopio previsto para esta fecha, presentar los proyectos de las casas de cura derrumbadas y en el caso de San Juan y Martínez, restaurar la infraestructura dañada en la batería de cura controlada.
“El tabaco lleva acciones precisas de manejo para ser recuperado, hay que darle el mayor tratamiento posible, quitarle el moho que pueda coger y se aconseja no zafar, empilonar ni acopiar con exceso de humedad, y esperar que las condiciones estén creadas para ello”, precisó Gonzalo Rodríguez Pérez, especialista agrícola del Grupo Tabacuba, durante el recorrido.
Insistió el funcionario en que el que se mantiene en los pilones y esté en condiciones sea protegido con mantas, mientras aquel que posea exceso de humedad debe ser virado y sacudido antes de empilonarlo. Recalcó que hay que levantarlo del piso porque cuando el tabaco tiene mucha humedad empieza a fermentar, aquello que los campesinos llaman «arder» y prácticamente se pudre.
Según apuntó Murillo Jorge, este rubro, principal renglón exportable de la provincia, tiene una demanda actual en el mercado internacional de 159 millones de unidades.
La aspiración es iniciar la venidera campaña el 20 de octubre y realizar la mayor parte de la siembra hasta el 31 de diciembre, lo que posibilitaría aprovechar los meses en los que el clima más favorece al tabaco.
RESEMBRAR LO ANTES POSIBLE
En la provincia se afectaron alrededor de 4 300 hectáreas de cultivos varios, sobre todo en áreas de boniato y yuca, en el caso de las viandas, y de maíz en los granos. Los territorios de Los Palacios, Consolación del Sur, Pinar del Río, San Luis y San Juan y Martínez registraron las mayores pérdidas.
De acuerdo con Juan Germán Porras Hernández, especialista de Cultivos Varios en la Delegación Provincial de la Agricultura, ahora están enfocados en la recuperación, sobre todo de la semilla para las próximas siembras.
“Los cultivos afectados que se logran rescatar del campo ya son comercializados en la red minorista. La estrategia es hacer intensiva la preparación de los suelos para volver a plantar en el menor tiempo posible”, dijo.
En ese afán trabajan en el polo productivo Hermanos Barcón donde se perdieron cerca de 600 toneladas de boniato, a pesar del esfuerzo para sacarlo de las casi 40 hectáreas afectadas. Allí acopian todo el plátano que está de cosecha y peligre de caer al suelo por el exceso de humedad.
“Ya lo comercializamos en los mercados, al igual que la harina de maíz que hacemos del grano que recuperamos del campo. Contamos con el combustible para iniciar los movimientos de tierra y sembrar lo más rápido que lo permita el clima. Tenemos planificado plantar 50 hectáreas de maíz, 25 de boniato, 20 de plátano, y otros cultivos de ciclo corto como el pepino y la acelga”.
Apuntó el directivo que agilizan el proceso de indemnización a los productores que sufrieron pérdidas y la gestión de los créditos bancarios para la resiembra.
En el caso de la Agricultura Urbana se reportaron 4 179 canteros afectados en la provincia que representan 28 hectáreas. De ellos 2 547 fueron en la parte de organopónicos y semiprotegidos y 1 632 en huertos intensivos que incluyen 5.4 ha dedicadas a las semillas. Además, en la Finca Provincial de Plantas Medicinales se dañaron 400 kg de cosechas que se encontraban en proceso de secado.
Así lo informó Lérida María Sánchez Díaz, directora del programa de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar en Pinar del Río, a la vez que destacó que trabajan en función de la recuperación.
“Ya en Sandino comenzaron a sembrar algunos canteros. Se trabaja en la parte de drenaje, y en toda la cosecha que se pueda; lo que no está apto para comercializar se destina a las minindustrias y centros de elaboración de los organopónicos.
“No existe dificultad con la materia orgánica ni con la semilla sobre todo de habichuela, pepino, quimbombó, berenjena y se le entrega a todos los municipios con el objetivo de reponer las pérdidas en el menor periodo de tiempo”, expresó Sánchez Díaz.
En el programa de la Agricultura Urbana, los municipios con mayores daños fueron Consolación del Sur Guane y Pinar del Río.