Javier Sánchez es tabacalero, vive en San Juan y Martínez. Siembra tabaco negro y es el sustento de su familia. Sin embargo, no tiene ni idea de cómo va a asumir la próxima campaña. Recientemente le robaron y mataron la yunta de buey, la única que tenía para trabajar la tierra.
Javier no los tenía sueltos por la noche. En lugar de dejarlos en el campo para que se alimentarán en ese horario, como debe ser, los acarreaba hasta el patio de la casa.
De su solar se los llevaron una noche que tuvo que ir donde su hermano. “Los encontré muertos y no me han dado respuesta todavía, no han aparecido los delincuentes.
“Tenía esa yunta de buey hacía siete años, enseñada y todo. Ahora tengo que tratar de comprar otra, pero cuestan cerca de 100 mil pesos. Aquí en la cooperativa a varios nos ha pasado, y nos dice la policía que tenemos que hacerles guardia.
“Pero si le hacemos guardia por la noche y trabajamos por el día, llegará el momento en el que ni yo ni los bueyes ni nadie estará. No va a haber nada. Por lo menos, yo los llevaba para el patio de la casa, y con eso tiene que ser suficiente porque ¡vaya, es una cosa muy dura! Uno tiene que hacer mucho sacrificio para trabajar en el campo”.
Así nos cuenta este hombre que se afana de sol a sol y que ahora ha quedado de “manos atadas”. Más su caso no es el único. El hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor (HSIGM) constituye hoy una preocupación a nivel de país; en tanto, Pinar del Río es de las provincias que no escapan de los hechos de este tipo.
EL DELITO EN CIFRAS
La Delegación de la Agricultura, contabiliza los hechos por cabezas de ganado afectadas. Al cierre del primer trimestre de 2023 ya acumulaban 2 872 pérdidas, unas 2 183 más que en igual periodo del año anterior.
Al respecto, Mario Jesús Gómez Marrero, subdelegado para atender la ganadería, dijo que nunca antes en la historia de la provincia había existido un alza tan grande en este sentido, pues marzo solamente acumuló 1 054 hurtos. Desde mediados del año anterior los casos tuvieron una explosión significativa.
Lo que más incide actualmente es el hurto de los animales, con unas 1 798 cabezas más que el año pasado, mientras que el sacrificio reporta ya unas 385 por encima.
Estos hechos afectan también a las empresas ganaderas de la provincia. Específicamente, la “Camilo Cienfuegos” es la más perjudicada, pues los niveles de producción de carne y leche disminuyeron considerablemente por esta causa. En la zona conocida como La Barbarita se han registrado perjuicios de hasta 10 animales en un mismo día, acotó Gómez Marrero.
Consolación del Sur sobresale entre los municipios de más sucesos de esta índole, con un cúmulo de 1 016 cabezas en los tres primeros meses del año, unas 794 más que las de 2022; seguido del municipio cabecera que cuenta con 551 más, para un total de 755. En igual medida cometen los municipios de San Luis, San Juan y Martínez, Los Palacios y Guane.
Cabe resaltar que, a diferencia del año anterior, en el actual, todos los municipios tienen acontecimientos de esta índole, anteriormente, por citar un ejemplo, Mantua no incurría con más de un hurto al año, y ya en lo que va de 2023 acumula seis.
El especialista de la Agricultura es reiterativo al manejar como crítica la situación existente, pues considera que nunca antes hubo un incremento desmedido de estos hechos, y las consecuencias son palpables en las pérdidas económicas, solo hay que imaginar que si al menos la mitad de las cabezas perjudicadas fueran vacas, los rendimientos de leche disminuirían en miles de litros por día, apuntó.
En tal sentido, incita a los propietarios a la custodia y protección de sus animales, en tanto son ellos los principales responsables. Es válido resaltar que el sector privado es el más dañado en lo que va de año.
Las especies más hurtadas son los equinos, por la facilidad misma que da el animal para trasladarse. Según el subdelegado se ha conocido de casos en los que roban un caballo en San Juan y Martínez y lo entregan en la frontera con Los Palacios. De los 2 210 hurtos totales que existen entre enero, febrero y marzo, los équidos solamente acumulan 1 411 y 799 son vacunos. Ya en el sacrificio las cifras son más equitativas, 294 y 368, respectivamente.
LA CAUSA Y EL PORQUÉ
Al indagar en las causas que propician este incremento del hurto y sacrificio de ganado mayor se constata que se corresponden con la compleja situación económica y de disponibilidad de alimentos que vive el país.
Quienes incurren en este delito, que incluye la comercialización de las carnes, tienen mercado seguro. Es una verdad a vox populi. No se denuncia.
En ello coincide la Fiscalía Provincial de Pinar del Río, cuyas autoridades consideran que la principal debilidad que posee el HSIGM en Cuba hoy reside en que no es un delito totalmente repudiado por la población, tiene un mercado seguro en la bolsa negra, incluso antes de matar al animal, y se comercializa casi a domicilio.
Concuerdan los directivos de Fiscalía y de la Agricultura en que el problema esencial radica en el efecto causado en los poseedores de caballos y reses, ya que estos animales son la fuerza de trabajo y sustento económico de gran parte de las familias.
Esta problemática significa una preocupación hoy en cualquier campesino. El ganado come de noche, se le debe garantizar pasto y forraje, y al existir también escasez de este alimento, trancar a los animales podría ser causa de muerte, amén de que el encierro en las vacas, específicamente, trunca la producción de leche.
Al respecto, el subdelegado de la Agricultura precisó que entre los meses de enero y febrero hubo pérdidas de cabezas también por muertes, alrededor de 1 670. A diferencia de otros años, la cifra está por debajo de los hurtos y sacrificios, pero supera los índices de sacrificios en el trimestre.
A esta situación se suma que no han funcionado, como en otros tiempos, las patrullas campesinas, y no todos protegen su ganado con rigor.
Sobre ello se refirió Noel Echevarría Simón, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en Pinar del Río, quien asegura que el asunto se debate en todas las reuniones con los anapistas, porque es preocupación constante para quienes tienen al ganado como su principal fuerza de trabajo.
Consejos populares con mayor cantidad de cabezas de ganado afectadas por hurto y sacrificio ilegal hasta marzo
DE CARA AL ENFRENTAMIENTO
En los expedientes llegados hasta Fiscalía “figuran públicos muy diversos, tanto entre los comercializadores como en los receptadores, estos últimos, marcados por la diferencia de que casi nunca son catalogados como delincuentes; aquí se puede encontrar lo mismo al profesional como a la persona de bien, a la ama de casa que necesita comprar carne casi siempre para enfermos, pero ello no debe constituir razón alguna para aceptar incurrir en un delito”, señalan en este órgano judicial.
Toda persona que sea detectada con carne con carne de ganado va a prisión preventiva. Esta medida podrá frenar un poco el delito, advierten en Fiscalía, pero no lo hará desaparecer, el motivo esencial es económico y mientras la situación lo facilite, estará. Por ello, se trabaja sobre la consecuencia y esta no elimina la causa. “El enfrentamiento es de rigor y en tal sentido, los órganos implicados actúan en coherencia para tratar de cerrar el círculo del delito”.
A la par, entraron en contexto nuevas normativas como el Código Penal y la Ley de Proceso Penal. Según aclaraciones de la Fiscalía, este Código no cambió las sanciones, continúan de cuatro a 10 años. A quien, a sabiendas de su procedencia, adquiera carne de ganado sacrificado ilegalmente, trafique, traslade y venda, le corresponde de seis meses a un año, o multas de 100 a 300 cuotas.
El marco penal no cambió, lo que flexibilizó fue el sacrificio ilegal para el propietario, que no lo tenía el anterior. Antes, el dueño que mataba el animal tenía un tratamiento igual que si fuera ajeno, en este, la pena es de uno a tres años, incluso, puede ser multa.
Este equipo de reporteras conoció que ahora se dan casos de individuos que compran el animal y lo matan, con la única intención de entrar en esta fila y evadir las sanciones.
El sistema de la Agricultura se suma a las acciones de control sobre estos hechos que realizan diferentes instituciones de la sociedad.
Figuran entre estas operaciones los recorridos nocturnos, los puntos móviles en diferentes consejos populares, las multas por incumplimientos, inspecciones sorpresivas, por solo citar algunas.
Se aumentó asimismo el rigor en los controles pecuarios. Los propietarios que infrinjan en la no declaración de un evento, dígase nacimiento, muerte, compraventa, serán multados, o en el peor de los casos, serán retirados los padrones de propiedad de los animales y de las tierras, explicó el subdelegado para atender la ganadería.
EL PELIGRO DE LAS CARNES
Un aparte hace Mario Jesús Gómez Marrero sobre el origen y seguridad de las carnes. El también especialista en Medicina Veterinaria acentúa que hay animales de los sacrificados que no están en ciclos de investigación. “Los hay que conviven en zonas de búfalos, donde hay tuberculosis y brucelosis y están enfermos, por lo que esas carnes no tienen una garantía para la salud de las personas”.
Al referirse a la brucelosis, dijo que esta se puede consumir luego de someterse a altas temperaturas, pero las infestadas de tuberculosis no. Los animales que la padecen se incineran y solo las certificaciones especializadas pueden arribar a estos resultados; después de muerto el animal no hay cómo confirmarlo.
Es común que en una misma localidad a más de un campesino le lleven un animal en una noche. Es común que a un mismo dueño le hayan robado y sacrificado ya más de dos y tres animales: los bueyes de trabajar, la vaca que garantiza la leche de sus ancianos o la del hijo.
Sus costos, como los de todo hoy en día, están por los elementos. Que a un guajiro le roben el animal es como quedarse sin empleo, sin manos, sin dinero. ¿Qué hace un campesino si no tiene con qué trabajar? ¿A qué se dedica ahora? ¿Con qué surca la tierra?
Todos, al final, somos víctimas del delito, que no pocas veces va impune, sin nadie que lo pague. Por muy difícil que esté la situación, jamás se justifica y se ve siempre peor desde la perspectiva del que le duele.