El 2022 fue, sin dudas, un año decisivo para las familias de Cuba debido a la aprobación del nuevo Código que ampara y protege los derechos de todos en ese ámbito.
Tras años de anhelos, miles de cubanos pudieron ver concretado un nuevo horizonte jurídico a través de una ley que busca garantizar los derechos de todas las personas, cualquiera sea la estructura o forma de organización por la que apostaron al momento de formar una familia.
El antiguo Código de las Familias, que data de 1975, constituyó un hito en su época, dado que rompió con los cánones tradicionales clasistas y sirvió para apoyar la lucha por la igualdad de los derechos de la mujer.
Sin embargo, fue necesario diseñar un cuerpo normativo a la medida de la sociedad cubana de estos tiempos.
En este sentido, la proclamación de una nueva Constitución en 2019 permitió sentar las bases para la protección de las familias en todas sus representaciones.
Luego de varios meses de consultas especializadas por profesionales del derecho y de otras áreas del conocimiento, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó el proyecto Ley del Código de las Familias en su versión 24 y decidió someterlo a consulta popular entre los meses de febrero y abril del 2022.
Para ello fueron realizadas 79 mil 192 reuniones, fundamentalmente a nivel de circunscripción (instancia de base de la gestión de gobierno en la isla) y otras mil 159 con la participación de cubanos en el extranjero, con personal diplomático y ciudadanos que se encuentran en misiones de trabajo.
Los resultados, dados a conocer por el Consejo Electoral Nacional el 15 de mayo de 2022, reflejaron que más de un 60 por ciento de los participantes en la consulta popular se manifestaron a favor de todo el texto.
La versión 25, aprobada por el Parlamento y posteriormente llevada a referendo popular, recoge las modificaciones sugeridas por especialistas, por la ciudadanía en asambleas de comunidades, así como las discusiones en centros de trabajos y estudiantiles.
En la jornada del sufragio, tres millones 950 mil cubanos dijeron Sí al Código de las Familias, cifra que representa un 66,85 de las boletas válidas.
Su entrada en vigor el 27 de septiembre, después de ser firmado y refrendado por el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, y por el del Parlamento, Esteban Lazo; y publicado en la Gaceta Oficial, permitió dar curso a los sueños y soluciones que aguardaban muchos.
¿QUÉ NOVEDADES RECOGE LA NORMA?
A través de sus 11 títulos, 474 artículos, cinco disposiciones transitorias y 44 disposiciones finales, la norma busca garantizar los derechos de todas las personas, cualquiera sea la estructura o forma de organización por la que apostaron al momento de formar una familia.
Asimismo, reconoce y protege los derechos de personas en el espacio familiar que pudieran estar en alguna situación de desventaja.
La legislación, además, trata a niñas, niños y adolescentes como sujetos de derecho, con posibilidad de su ejercicio, ya sea por sí mismos o a través de padres, madres y tutores, sobre la base del respeto a la individualidad y desarrollo progresivo.
Transita de patria potestad a la responsabilidad parental en la relación de madres y padres con sus hijos, y consagra la noción de crianza positiva.
La Ley refuerza el valor económico del trabajo en el hogar y una mayor protección económica y patrimonial a quienes se dedican al trabajo doméstico y de cuidados.
Reconoce la unión estable y singular donde se comparta un proyecto de vida, como otra de las formas de organizar la vida en pareja y formar una familia.
La legislación prohíbe el matrimonio de menores de 18 años e introduce la posibilidad de la gestación solidaria.
Igualmente nombra y reconoce a los cuidadores familiares, a partir de la protección de sus derechos cuando asumen total o parcialmente la responsabilidad de la atención de otra persona que forma parte de su núcleo afectivo.
El Código también está en consonancia con compromisos internacionales asumidos por Cuba, en particular la Convención de los Derechos del niño y la niña, la Convención sobre los Derechos de las personas en situación de discapacidad y el Convenio sobre la violencia y el acoso.
En sentido general, la norma trata de lograr un equilibrio entre el derecho que tiene toda persona al cuidado y el de quienes se entregan en la atención a sus familiares.
De acuerdo con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, durante un diálogo con personas vinculadas a la legislación, el Código es símbolo de respeto al ser humano, “en él estamos reconociendo y estamos aceptando las diferencias que ya existen en nuestra sociedad”.