Poco menos de dos años han transcurrido desde que el huracán Ian afectara los hogares de más del 50 % de las familias pinareñas.
En la provincia, hasta marzo, se han logrado recuperar 59 860 de las más de 102 200 afectaciones provocadas por el meteoro, informó Andrés Martín Carmona, director provincial de Vivienda en el territorio.
Las cifras denotan una solución a los perjuicios de los damnificados que deja varias insatisfacciones, pues los números solo representan el 59 % del total a nivel provincial, aun cuando municipios como Mantua y Sandino marchan con celeridad, con un 98 % y 93 % de casos resueltos, respectivamente.
Las localidades con mayores impactos en su fondo habitacional, sin embargo, mantienen porcentajes de recuperación que preocupan: en Pinar del Río va al 55 %; Consolación del Sur, al 53 %; San Luis, al 46 %, y San Juan y Martínez al 44 %, según datos ofrecidos por Jesús Nilo Soca Muñiz, coordinador de programas y objetivos del Gobierno Provincial.
Un lapso de cinco años fue el establecido como límite para erradicar los impactos de Ian al sistema de la vivienda en Pinar del Río, a la par que se trabaja por solucionar los daños de eventos anteriores.
De igual forma, el Coordinador del Gobierno Provincial agregó que los derrumbes totales no sobrepasan el 5 % de recuperación, los derrumbes parciales marchan al 16 %, mientras que los derrumbes parciales y totales de techo se han resuelto a un 77 % y 51 %, respectivamente.
CINCO AÑOS, PERO MUCHO CAMINO
A su paso por el municipio pinareño de San Juan y Martínez, en septiembre de 2022, el huracán Ian dejó sin viviendas al 72 % de las familias de ese territorio. No fue la zona más afectada de la provincia; sin embargo, la solución de los 10 867 desastres ocasionados a su infraestructura inmobiliaria, hoy lo ubican en la retaguardia.
Jesús Nilo Soca Muñiz, coordinador de programas y objetivos del Gobierno Provincial, detalló que, al cierre del pasado 4 de marzo, se habían solucionado 4 825 de las afectaciones allí.
En cuanto a los derrumbes parciales (1 425) y totales (2 032), informó que no rebasan el 20 % de recuperación; mientras que las afectaciones parciales y totales de techo marchan al 69 % y 45 % de recuperación, respectivamente.
La falta de organización, el incorrecto funcionamiento de los puestos de dirección municipales de la Vivienda –con evidentes deficiencias en el trabajo de los técnicos, las plantillas incompletas–, junto a la escasez de recursos claves como el cemento y el acero, producidos solo a escala industrial, y la deficiente explotación de las capacidades locales para la fabricación de materiales para la construcción, han sido reconocidos por diferentes autoridades del territorio como causas del atraso.
El viceintendente en funciones, a cargo de las construcciones en San Juan y Martínez, Juan Manuel Blanco Izquierdo, agregó que la demora en las labores recuperativas está dada, en gran medida, por la carencia de recursos y materiales, lo cual genera malestar en la población desfavorecida.
Añadió también que los casos de derrumbes totales y las 795 familias damnificadas de eventos anteriores se insertan en el plan estatal de construcción de viviendas en el municipio, y se espera darles solución en un plazo de cinco años. Otras estrategias incluyen la cesión de uso de azoteas para edificar viviendas, pendiente de aprobación por la Dirección Municipal de Organización Territorial y Urbanismo.
AHORRAR RECURSOS Y TIEMPO, TRANSFORMANDO LOCALES EN DESUSO
La transformación en viviendas de locales estatales en desuso se impulsa en la más occidental de las provincias cubanas, iniciativa que busca aprovechar las construcciones que dejaron de tener utilidad para organismos y entidades, en función de uno de los problemas más serios que afronta el territorio.
Andrés Martín Carmona argumentó que las cifras se han ido incrementando, a partir de la prioridad otorgada por el Gobierno de Vueltabajo a este asunto.
De 48 locales adaptados el año pasado, el compromiso para 2024 es de 73, aunque existen potencialidades para llegar a 128, una cifra que representa el 18 % de las nuevas casas previstas en el plan.
La mayoría de ellas se ubica en los municipios de San Juan y Martínez, San Luis y Pinar del Río, y corresponden a sectores como la construcción, educación y la agricultura.
El funcionario dijo que esta es una opción rápida y económica, pues demanda muchos menos materiales que una vivienda tradicional: se ahorran elementos de pared, techo y en ocasiones hasta el piso.
«Nos permite terminar decenas de casas con un mínimo de recursos y dar respuesta a familias damnificadas por los huracanes», aseguró.
Entre las instalaciones «liberadas» por los organismos, y que se convertirán en viviendas, hay antiguos centros educacionales, como lo que fuera la Escuela Especial Marcelo Salado, en el municipio de San Luis; tejares que dejaron de funcionar hace muchos años en la capital provincial; unidades de Acopio…
A todas esas construcciones se les hacen proyectos para su transformación en viviendas, que cuenten con cocina comedor, baño, sala y dormitorios.
«Es mucho más fácil la terminación de estos inmuebles, que tenerlos que levantar desde cero», advirtió el directivo.
«NO VEO CAMBIOS EN MI COMUNIDAD»
El Programa de atención a comunidades y barrios vulnerables, impulsado por la Asamblea Nacional del Poder Popular, contribuye también a la recuperación, según explicó Yonver Isaac Pérez, vicepresidente del órgano municipal; sin embargo, María Regalado Vivero, damnificada de la comunidad El Paradero, aseguró que no se perciben cambios en su localidad.
De ese mismo barrio es Felicia Cruz Herrera, afectada por Ian, quien muestra desespero y se pregunta qué sucederá una vez que inicien las lluvias.
Sobre esto, Ana Teresa Regalado Padrón, presidenta del consejo popular Hermanos Saíz, comentó que se espera la entrada al municipio de nuevas mantas para, al menos, proteger las pertenencias de quienes lo perdieron todo…
Como estrategia para atender el problema, la primera secretaria del Comité Provincial del Partido en Pinar del Río, Yamilé Ramos Cordero, en el mes de marzo, en la reunión del Buró Provincial que abordó el tema de la vivienda, recalcó la urgencia de incrementar la producción local de materiales, y sobre la necesidad de comunicar todo el tiempo los recursos disponibles, y cómo será su distribución.
«Hay que llegar hasta las organizaciones de masas, a sus plenos, y hasta el barrio, que la gente sepa cuándo les toca construir su vivienda o resolver su perjuicio», indicó.
Todavía falta un largo camino en Vueltabajo para eliminar las huellas del huracán Ian y de otros eventos hidrometeorológicos anteriores. La lentitud condena la recuperación del fondo habitacional, así como la escasez de materiales de la construcción con sello local. De los impactos de la crisis económica actual, este es de los más sensibles, y necesitará siempre miradas nuevas y resolutivas.