El tema del empleo se coloca al centro del debate hoy por la fuerza de la circunstancia. Desde el primero de enero se implementa una política nacional que reivindica el trabajo como sustento material de la vida, con el fin de organizar, como queremos y merecemos, las pirámides invertidas por muchos años que detonaron la fluctuación laboral, desmotivación profesional, falta de compromisos, desvío de fuerza calificada hacia puestos de servicios más remunerados y, por ende, bajo rendimiento de organizaciones y empresas.
Más allá de las carencias propias del bloqueo económico y financiero, poner los recursos humanos en su lugar es tarea urgente para avanzar hacia el crecimiento que aspiramos. Para conocer la realidad de Pinar del Río al respecto, Guerrillero llegó hasta la Dirección Provincial de Trabajo con marcadas intenciones de escudriñar sobre reacciones individuales frente al desempleo, ofertas, políticas y proyecciones del órgano, desde el anuncio de la Tarea Ordenamiento el 10 de diciembre.
CONCIENCIA DE TRABAJO: LOS DATOS DEL CONTEXTO
Al cierre del 2020, la provincia contaba con una fuerza laboral activa de más de 270 000 personas, de ellos 62 por ciento se contabilizaban en el sector estatal, con una tasa de desocupación de 0.4, valor inestimable que, en los estándares internacionales, clasifica como territorio de “pleno empleo”.
En ese tiempo, a pesar de la COVID-19, más de 1 200 personas acudieron a las dependencias del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) en los 11 municipios para solicitar empleo y, en función de estas demandas, desde el mes de septiembre Pinar del Río comienza a hacer levantamiento de las plazas disponibles en las instituciones, anticipándose a la realidad que impondría la Tarea Ordenamiento una vez fuera anunciada.
A criterio de Alina Hernández Martín, subdirectora de Empleo de la entidad provincial, desde el anuncio del ordenamiento monetario la población comprendió que es la remuneración por el empleo la vía primaria de acceso a bienes y servicios, lo cual es saludable al sector estatal (específicamente el productivo y empresarial) que podrá cubrir la plantilla que necesitan para garantizar la eficiencia.
Acorde a lo esperado: “Desde el 11 de diciembre y hasta el 20 de enero, en nuestras oficinas se han atendido 4 361 personas desocupadas con interés de incorporarse al trabajo estatal, de las cuales hemos dado ubicación a más de 2 322”, informó.
Con cada aspirante, las oficinas municipales llevan a cabo un proceso que incluye entrevista y orientación laboral sobre el puesto, sus requisitos y las características de la institución que lo oferta. “No todos quedan conformes con las plazas que tenemos, ya sea porque no se corresponden con su nivel de escolaridad o, sencillamente, no cumplen sus expectativas, pero lo cierto es que en solo 40 días hemos atendido más personas que en 2019, por poner un ejemplo, donde no logramos llegar a los 2 000 ubicados”, contó la también Máster en Dirección.
EMPLEOS PRIORIZADOS: PENSARLOS COMO PAÍS
Sobre este en particular, la especialista anuncia una premisa básica: “No es prioridad del país, ni de la provincia, cubrir plazas en el sector presupuestado, donde hemos ubicado solo el 19 por ciento de los solicitantes. Lo que necesitamos es crear bienes y servicios, sustituir importaciones, estimular la exportación, y para ello lo esencial es optimizar la fuerza de trabajo en los sectores productivo y empresarial”.
En la nueva realidad de ordenamiento, se han ofertado ubicaciones en el Micons para oficios de la construcción (albañiles, plomeros, electricistas y carpinteros), de empleados de seguridad en Empresa de Seguridad y Protección del gobierno (Sepcap), en Comunales y el hospital Abel Santamaría para plazas de auxiliar general de salud. Otras solicitudes se han hecho para técnicos y profesionales en Recursos Hidráulicos, actividades agrícolas (tabaco), de ganadería, cultivos varios y forestal, así como asesores jurídicos, economistas y especialistas en recursos humanos, como personal de apoyo a la producción.
ORDENAMIENTO Y TRABAJO NO ESTATAL
La Tarea Ordenamiento reconoce la necesidad de reanimar el sector productivo, sea estatal o no, por el papel que revisten para la sustitución de importaciones y la prestación de servicios básicos a la población. Sin embargo, en términos salariales, lo único que estipula el MTSS, en cumplimiento de la escala aprobada en diciembre pasado, es que el empleado no estatal gane mensualmente un salario no inferior a los 2 100 pesos, que es el ingreso mínimo en el país.
“Muchas personas con alto nivel de escolarización se fueron al sector privado por desmotivación salarial, pero el ordenamiento actual se propone organizar la pirámide y que el profesor universitario, por ejemplo, ahora gane más de 5 000 pesos, cuando llevó años esforzándose por un salario que no cubría sus necesidades básicas.
“Sabemos que hay algunos que están sobrecalificados para lo que hacen en el sector no estatal, pero los empleos no se pagan por la calificación sino por el contenido, por la función que se desempeña. Con este sector, estimo que la Tarea Ordenamiento irá tomando medidas, una vez que se reanime de la depresión producida por la COVID-19 e, incluso, de que el país pueda apoyar con la materia prima”, comenta Hernández Martín, convencida de que enfrentamos un complejo proceso con necesidad de ajustes en la marcha hacia la plena justicia laboral.
DIRECCIÓN PROVINCIAL DE TRABAJO Y SUS RETOS EN LA COYUNTURA ACTUAL
Para cubrir las demandas, la Dirección Provincial de Trabajo en Pinar del Río perfila sus tácticas desde los aprendizajes acumulados en la experiencia cotidiana: “Tenemos que buscar maneras para conocer a profundidad las necesidades de los centros empresariales y productivos en cada territorio, articular con cooperativas y con titulares de actividades por cuenta propia para gestionarles la fuerza laboral que necesitan. El sueño es ser la oficina empleadora de todos los sectores: presupuestados, productivos, empresariales y no estatales”, comentó la especialista.
Aspiran a posicionarse para que al puesto de trabajo llegue la persona con los calificativos requeridos, además de que la población tenga a mano una instancia que le permita ubicarse en un empleo que lo satisfaga, según sus calificaciones y expectativas. Vale aclarar que la referencia es para desempleados, pues los egresados de las enseñanzas técnicas y profesionales, como hasta ahora, tienen ubicación laboral una vez terminen estudios, según necesidades de sus localidades.
Por su parte, desde el MTSS se crea una aplicación libre de costo, a descargarse por apklis.cu o por el sitio oficial del Ministerio, disponible a partir del 28 de enero, donde se registran, en tiempo real, los empleos disponibles en cada municipio, con los contactos de la institución para mayor información, innovación que, además de tributar a la informatización del país, se convierte en adelanto vital para la gestión de las oficinas locales de la entidad.
A BUEN ENTENDEDOR, CON POCAS PALABRAS BASTA
Una nueva realidad laboral para los cubanos exige ajustes y estrategias en el orden individual, familiar e institucional. Trabajar es un imperativo, siempre que estemos en edad y condiciones. A nivel de empresas y unidades productivas, es necesario usar materias primas propias para abaratar costos, exportar, incrementar la mano de obra productiva y racionalizar la fuerza de trabajo.
Hacer más con menos se ha convertido en consigna de los últimos meses y el asunto no es solo del noticiero, sino de cada uno de los que integramos el potencial laboral en Cuba. Comenzamos a ensayar el inicio de una tarea vital a la economía, que defiende la justicia social, pero también la calidad, capacidad y competencias para el trabajo.
Quien así lo lea, estará a tiempo para replantearse su camino y los pasos. Pensar en la práctica es aconsejable, si se mira a un proceso que marcha a velocidad y con su destino claro. El trabajo asalariado es la puerta de entrada y salida para vivir mejor y las direcciones municipales del MTSS son las estaciones a donde llegar para ser atendidos con la profesionalidad que requiere un asunto de esta envergadura. Montarse al tren, sentados o en el pasillo, es lo que nos toca hacer a esta hora, por nosotros y nuestra familia. Por Cuba.
PINAREÑAS EN LA GESTIÓN DEL EMPLEO |
Movida por mis propios estereotipos de género y consciente del sentido de la maternidad responsable de las mujeres cubanas y de todos los retos en el cuidado familiar impuestos por el distanciamiento físico desde marzo de 2020, no descansó mi curiosidad en esta entrevista hasta escuchar lo que no esperaba: “La búsqueda de empleo se ha comportado con relativa equidad, ya que el 41 por ciento de las solicitudes son de mujeres, en su mayoría amas de casa, que no se han dejado amilanar y se han prestado para ocupar empleos no tradicionales en nuestra cultura”. Una vez más, se pone a prueba el empoderamiento de las pinareñas, cuyo sentido familiar también las pulsa a gestionar el salario como base sostenible en el nuevo contexto. Por fortuna, el Código del Trabajo en Cuba no estigmatiza y solo el género se convierte en condición cuando hay contactos con sustancias radioactivas que arriesgan la salud reproductiva de las féminas. |