Desde las siete de la mañana el transitar tiene el mismo rumbo, los cubanos acuden a ejercer su derecho al voto en el referendo sobre el Nuevo Código de las Familias, Pinar del Río hoy también llena las urnas con la certeza de mejores garantías, una posibilidad que tenemos todos para elegir a los mejores derechos, esos que nunca serán mitigados por una sociedad como la nuestra.
¨Es una relación con el amor lo que nos trajo aquí¨, me dice Irsa González, Valdés, quien asegura que es este un código de mucho amor y respeto, sobre todo en función de la diversidad, que insta a respetar todos los tipos de familia que de hecho existen, ¨esta ley prioriza los afectos, desde el inicio mismo del proceso, por eso sé que mi voto contará, porque igual defiendo a brazo partido lo que con simpatías tenga que ver¨, señaló.
Irsa es de las que considera que esta oportunidad de la que los cubanos forman parte, pone a nuestro país en uno de los peldaños más modernos desde el punto de vista de justicia social.
Mientras, Liyanis Carvajal apunta la importancia de reconocer a este código en este preciso momento, “porque lo necesitábamos, hace tiempo debió actualizarse la norma, en las familias cubanas existía ese deseo y ya era el momento.
“Estar aquí hoy es un deber, con ello apoyo el cambio de mentalidad de nuestra sociedad, ahora seguiremos en la instrucción de la gente para que entiendan y conozcan los valores de este código, para que como yo, sepan de la pertinencia de reestructurar la ley relacionada con la célula fundamental, la familia”.
Su hijo, el pequeño Renato de 10 años, la recibió al ejercer su voto, pues él, desde bien temprano custodia la urna, esa que lleva dentro la aprobación de lo que sin dudas es, el resguardo de nuestro futuro.
Igual para Mercedes Rodríguez es un privilegio la jornada, ella también apoya el proceso porque es para bien de todos, ¨ahí en esa boleta están mis derechos garantizados, claro que mi voto será en apoyo a ellos, porque yo defiendo todo lo que sea para el mejoramiento de la familia, en especial la mía¨.
Por otro lado, Ignacio Cámara Castillo dijo que ya él votó, desde bien temprano y que su apoyo fue, en primer lugar, para su país, pues sabe que con ello apoya al amor y al respeto.
Todos ellos apuraron su paso para ser de los primeros en llegar al colegio electoral número dos que radica en el Lavatín del Reparto Hermanos Cruz, un lugar que, por tradición, acoge a los electores de la circunscripción 37.
Por su parte, en la circunscripción 38, ubicada en el Circulo Infantil Futuros Cosmonautas del propio reparto, Jacinto Gómez Valdés, certifica que el proceso que hoy vamos a aprobar, ha sido muy participativo, “desde la propia consulta popular dio la posibilidad a cada uno de participar, aportar y debatir para que hoy todas las personas se vean reflejadas desde el propio contenido.
“Es un código que no quita derechos, eso es lo más importante, al contrario, aporta muchos que no teníamos, fundamentalmente en los sectores más vulnerables, como los ancianos, los jóvenes, que son parte de nuestra sociedad y que participan en la construcción del socialismo en el país”.
Para él da posibilidades de que las personas vivan plenamente y con dignidad dentro de la propia sociedad, “todo lo que se haga por proteger y fortalecer la familia debemos aprobarlo, por eso desde temprano acudimos, con tranquilidad, con disciplina, a efectuar nuestro voto por la patria y por el futuro”.
Asimismo, René García Barrios dijo que fue hasta allí porque su criterio sobre el proceso es positivo y que se siente orgulloso en nombre de los cubanos por ser los primeros en realizar un referendo sobre un código de las familias, “y este, no porque se haya dicho disímiles veces o lo repitan en todas partes, es inclusivo, que no le quita nada a nadie, al contrario, nos da”.
Mabel Hernández Valdés afirma: “vengo a votar como una cubana que soy, este proceso lo he apoyado desde el principio, porque siempre defiendo lo que de amor trate, así que nadie puede sorprenderse cuando me vea aquí en la urna, mi voto es por la familia, por mis amigos, por mi esposo, yo sé que a ellos los defiende el código”.
Son estos hombres y mujeres solo algunos de los que hasta las seis de la tarde podrán llegar a cada uno de sus colegios electorales, para, desde la democracia, formar parte de un acto que regirá el bienestar de toda la familia cubana.