El presidente estadounidense, Joe Biden, enfrenta serias dificultades para alcanzar las prioridades de su atrevida agenda legislativa en los próximos meses, debido al caos que reina hoy en el Senado.
Los demócratas prometen usar su primer gobierno unificado, con el Senado, la Cámara de Representantes y la Casa Blanca en su poder en más de una década, para promulgar una agenda audaz, señala este viernes el diario The Hill, especializado en temas del Congreso.
Pero los del partido azul se enfrentan a obstáculos importantes para hacer algo rápido, pues se avecina un segundo juicio político para el expresidente Donald Trump y, mientras tanto, “un Senado caótico está atrapado en un enfrentamiento sobre un acuerdo de poder compartido con los republicanos” .
Los problemas de Biden son dobles: los nominados de su gabinete parecen estar preparados para moverse a un ritmo lento y dos de sus prioridades legislativas, el alivio a los efectos de la pandemia y la reforma migratoria, ya son criticadas por las principales figuras republicanas.
En una señal de los obstáculos que se avecinan, el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, advirtió en un discurso en el plenario de la Cámara Alta, que sus correligionarios están dispuestos a trabajar con Biden, pero podrían bloquear proyectos que no son de su agrado.
Debido a las probables maniobras obstruccionistas de la oposición en el legislativo, los demócratas necesitarán al menos 10 senadores republicanos para aprobar la mayoría de los proyectos.
En una señal amenazadora, McConnell dijo que “cuando nuestros amigos demócratas se aparten del sentido común, cuando se retiren de un terreno común, cuando sus propuestas perjudiquen el bien común, entonces usaremos el poder que el pueblo estadounidense nos dio para impulsar lo que es correcto”.
Según The Hill, este es un claro recordatorio de las divisiones partidistas que aguardan a Biden, un hábil negociador de acuerdos de décadas que surgió por la vía centrista del partido y se compromete a unificar un país cada vez más deshilachado.
En este contexto el juicio político contra Trump enfrenta nuevos obstáculos, después que McConnell propuso a sus correligionarios retrasarlo hasta el 13 de febrero.
El objetivo es que se le debe dar mayor tiempo al exgobernante para que aliste su equipo de abogados y tenga un lapso similar al que tuvo durante su primer enjuiciamiento en diciembre de 2019.
Al respecto, el senador Chris Coons, demócrata por Delaware y uno de los principales aliados de Biden, dijo a la cadena CNN ayer que estaría dispuesto a que el juicio se retrasara si eso significa que se lograran más confirmaciones de los nominados para el gabinete de la nueva administración.
Los demócratas y Biden esbozaron la idea de que el Senado podría planificar la votación sobre las nominaciones por la mañana, y realizar el histórico segundo juicio de Trump por la tarde.