El uso y control de la tierra y la masa ganadera, el seguimiento a la contratación de las producciones, el cumplimiento de las funciones estatales y de las políticas agrarias, así como la campaña tabacalera, centraron los análisis del balance de la Delegación Provincial de la Agricultura, correspondiente al año 2023.
De las siete producciones aprobadas con destino al encargo estatal, solo se cumplió la entrega de carne bovina a la industria; mientras, uno de los renglones con mayores dificultades fue el plan de entrega de arroz consumo, que solo llegó al 16 por ciento.
Al respecto, Ariel García Pérez, director de la Empresa Agroindustrial de Granos (Eaig) Los Palacios, dijo que en los últimos años el programa arrocero en Cuba ha tocado fondo, debido principalmente a la carencia de insumos.
“El arroz es un cultivo especializado que lleva un paquete tecnológico muy fuerte, y hoy no tenemos herbicidas ni fertilizantes para ello. Por eso, nos hemos encadenado con actores económicos no estatales, productores y mipymes con capacidad para importar, y eso nos dará la posibilidad de plantar unas 40 caballerías del grano con todos los recursos necesarios”, explicó.
En el caso de las producciones agrícolas, se incumplió la entrega de viandas como el plátano y la yuca, de frutales frescos y de granos como el maíz y el frijol, debido, principalmente a bajos rendimientos provocados por el déficit de insumos y de portadores energéticos.
Durante el 2023, las ilegalidades más significativas fueron el abandono de la tierra, los trámites de herencia dilatados, productores sin contrato, áreas ociosas o deficientemente explotadas y las bienhechurías o construcciones ilegales.
Sobre este aspecto, desde el pasado primero de marzo se lleva a cabo un ejercicio de alta fiscalización para el control de la tierra y la masa, el cual ha arrojado hasta la fecha un total de 826 ilegalidades en la provincia, y se han aplicado más de 50 contravenciones, más de la mitad correspondientes al ganado mayor.
“Este es un tema de máxima prioridad, no es entregar la tierra y ya, sino hacer un seguimiento del uso que se le da, de las contrataciones, los destinos, y concierne también a las empresas estatales que hoy tienen tierras llenas de marabú sin cultivar”, dijo Yoel Hernández Acosta, delegado de la Agricultura en la provincia.
En relación con el tabaco, en el 2023 varias empresas quedaron por debajo de sus planes de siembra, sobre todo a causa de la sequía y la carencia de diésel para garantizar el riego. Para la campaña 2024-2025, prevén cerca de 13 000 hectáreas a plantar.
Por su parte, la entrega de leche se incumplió en más de ocho millones de litros, debido a los bajos rendimientos, a deficiencias en el control de la masa, la débil contratación e irregularidades con el suministro de alimento.
En otros resultados, renglones como el programa forestal y la apicultura terminaron con menos producciones de las planificadas, al igual que la producción de carne porcina y de huevos.
“Si queremos que haya comida en la mesa del pinareño, debemos cambiar los conceptos, el accionar, aun en medio de todas las carencias y dificultades que hoy inciden en el sistema de la agricultura”, precisó Hernández Acosta.