El servicio de caja extra en las unidades o establecimientos comerciales no es nuevo, simplemente alcanza un mayor desarrollo y expansión desde que el tres de agosto iniciará la implementación de un grupo de medidas para impulsar el proceso de bancarización en el país.
En esencia, a través de este servicio, los clientes pueden acceder a dinero en efectivo en cualquier unidad que disponga de la caja extra, siempre y cuando la persona posea un teléfono con una pasarela de pago instalada y asociada una tarjeta bancaria de salario, de jubilación o de formación de fondos en CUP.
Si la unidad tiene en su caja ese dinero físico, a partir de sus propias ventas, puede ofrecerle el servicio al cliente, que evitará así ir hasta el banco o el cajero automático para extraer desde su cuenta.
El mayor beneficio está, sobre todo, allí donde no existe red de cajeros, que en Pinar del Río solo se concentran en el municipio cabecera, Viñales y Sandino.
El sistema de caja extra se encuentra amparado por la Resolución 231/2021 que establece su reglamento. En él se estipula el régimen jurídico para la organización y funcionamiento del servicio de caja extra que prestan los bancos que operan en el Sistema Bancario y Financiero, a través de agentes corresponsales no bancarios.
Destacan como principales objetivos contar con nuevos puntos de acceso a los servicios financieros; ofrecer una alternativa para la extracción de dinero en efectivo en el mismo lugar donde realiza la compra de bienes o pagos de servicios, y disminuir los costos asociados a la transportación, manipulación y custodia de dinero en efectivo.
Yoania Ramos García, jefa de Banca Electrónica del Banco de Crédito y Comercio (Bandec) en el territorio, informó que 420 unidades ya prestan el servicio de cajas extras, entre ellas todas las oficinas de correos en las cabeceras municipales, los 14 puntos de venta de gas licuado; en tanto, Comercio y Gastronomía tienen 392 unidades con las cajas a disposición de los clientes, excepto en Minas de Matahambre, ya en proceso de activación.
PULSANDO LA REALIDAD
Durante un recorrido por varios establecimientos de la ciudad, este semanario comprobó que, si bien el servicio se presta en la mayoría de las unidades con condiciones para ello, aún se ofrece resistencia por no pocos dependientes, que al igual con los pagos a través de las pasarelas Transfermóvil y Enzona, surge como algo “nuevo” para ellos.
No obstante, la mayor dificultad no parece estar ahí, sino en el desconocimiento de la población sobre este servicio.
Por ello, no pocas veces se aprecian extensas colas en la red de cajeros y a pocos metros, vacío, un establecimiento con servicio de caja extra.
Así lo asegura Idael Jane Gálvez, puntero del punto de venta de gas licuado del petróleo número ocho del reparto Celso Maragoto. “Vienen muchas personas a pagar su balita con Transfermóvil y Enzona. Sin embargo, casi nadie solicita el servicio de caja extra. Este es un punto que recauda dinero, el efectivo está ahí, y aunque lo tenemos disponible y lo comunicamos, apenas se usa”, refirió.
Al respecto, Iván Alonso Calderín, director de la División Territorial de la Comercialización de Combustibles (Cupet), expresó que implementaron este servicio desde el año pasado en sus 14 puntos de venta de gas licuado, distribuidos en la cabecera, dos en Consolación del Sur y uno en Los Palacios.
«En un primer momento, cada cliente podía extraer hasta 500 pesos; ahora actualizamos el contrato con Bandec y el alcance es de hasta 5 000 pesos. En realidad, es insuficiente la cantidad de personas que hacen uso del servicio, y por lo tanto, aún quedan altos niveles de efectivo en nuestras instalaciones, cuando la caja extra está diseñada para bajar la cantidad de efectivo, garantizar la seguridad y minimizar gastos en transportación».
Refirió que en el mes de agosto se ha incrementado su empleo, lo cual, de conjunto con el uso de los pagos electrónicos, ha llegado a disminuir el efectivo de la venta durante un mes hasta un 24 por ciento. La aspiración es llegar hasta un 50 por ciento.
Aún con el amplio programa de comunicación diseñado para explicar y mantener la información constante sobre el proceso de bancarización, no todas las personas conocen sus facilidades y las vías que se han creado para satisfacer las necesidades de los clientes.
Otro panorama presenta La Descarga, ubicado muy céntrico en la ciudad cabecera.
“Desde el mes de julio tenemos habilitado el servicio y son varias las personas que se benefician, empezando por los propios trabajadores”, señala María Bárbara Hernández Infante, económica de este centro.
“Recibimos ingresos diarios porque aquí almuerzan 42 trabajadores de Etecsa, tenemos un servicio a la calle, más aquello que se expende listo para la venta. Muchas veces ellos mismos nos piden extraer algún dinero porque los cajeros están ocupados, y al instante cae el monto en la cuenta de la unidad. Eso sin contar que tenemos una bonificación a favor nuestra por cada operación”, precisa.
En otros lugares no se ha acogido el servicio con igual aceptación. Por ejemplo, en La Terrazina, emblemático restaurante de Pinar del Río, no se ha usado jamás. Admiten el pago por canales electrónicos y tienen visible el código QR, no obstante, nunca un cliente ha solicitado el servicio de caja extra.
Solo Luis Enrique Puentes Díaz, comprador de esta entidad, intentó usarlo y no pudo, pues en su teléfono tenía Transfermóvil.
La creación de un código único para cada unidad sigue siendo uno de los reclamos de la población. Tal es el caso de Yolanda Pérez, quien asegura que en más de una ocasión ha llegado a un lugar y solo se admiten los pagos por Enzona, cuando en su teléfono tiene instalado desde hace mucho tiempo Transfermóvil, ya que a su parecer es más funcional.
En los municipios no se vive otra realidad. En contacto con Lázaro Boza Boza, periodista de la televisión y colaborador de Guerrillero en Mantua, conocimos que allá “se emplea en algunas unidades como en el restaurante II Congreso, la tienda industrial, entre otras que ya lo han hecho práctica habitual. En las bodegas se observa menos disposición. El proceso encuentra alguna resistencia todavía”, dijo.
Agregó el colega que todos los viernes se reúne el grupo temporal designado en el territorio para atender la bancarización y se analiza el tema. Se opta por la capacitación en primera opción.
Yunior Acosta Gutiérrez, quien atiende Comercio Electrónico en el Grupo Empresarial de Comercio y Gastronomía, puntualizó que en las unidades que les competen 392 cajas están activas. Precisó que se trabaja en la capacitación de cada uno de los trabajadores.
Aclaró que en el municipio cabecera se pueden usar las ubicadas en las unidades Sensación, Micro Cinco, La Cotorra, El Caballo Blanco, El Roble, La Comercial y El Relámpago, entre otras.
Explica Acosta Gutiérrez que no todas las bodegas podrán disponer del servicio, porque las hay enclavadas en lugares de difícil acceso y zonas de silencio, donde no existe cobertura celular.
Añadió que, además de la bonificación que recibe la cuenta de la unidad, es beneficioso este sistema porque así ya cuenta con ese dinero en tarjeta y pueden seguir haciendo operaciones sin tener que acudir al Banco a depositar.
Desde cualquier punto de vista, la caja extra beneficia tanto a los clientes como a los centros y entidades que prestan el servicio, pero, sobre todo, constituye una alternativa sencilla al alcance de la mano.