En esta joven Serie Nacional 63, el equipo de Pinar del Río aparece entre los primeros en varios aspectos del juego de pelota. Muchos se preguntan a qué se debe la fuerza al bate que hace mucho tiempo no mostraba. Otros se cuestionan que la bola es más viva, mientras muchos más reflexionan que es parejo para todos los equipos; sin embargo, sus resultados ofensivos no son iguales.
En ocho departamentos ofensivos del juego, Pinar está entre los primeros cuatro: primeros en bases recorridas, segundos en jonrones, segundos jits conectados, segundos menos ponches recibidos, terceros carreras impulsadas, terceros carreras anotadas y cuartos bases robadas.
Un acápite deficiente, en los últimos años, en los conjuntos vueltabajeros ha sido la ofensiva, y la verdad es que este año ha dado un giro de 90 grados. Cuando se analiza la preparación hay que remitirse exclusivamente a años anteriores, y aquí la preparación física tiene un aspecto clave.
El preparador físico que hoy tiene Alexander Urquiola es el mismo que estuvo como jefe técnico en la Serie de Oro, cuando Pinar se coronó campeón: Julio Alberto Candelaria Milian es el artífice de esta obra.
¿A qué se debe este trabajo específico?
“En la etapa de entrenamiento, que fue de 16 semanas concentrados, después de nueve la preparación del equipo, trabajamos mucho sobre la parte de los multisaltos, trabajo de reacción, y fundamentalmente los trabajos ya especiales. Todos eso lo hemos logrado mantener dentro de la competencia, a sabiendas de que es un campeonato largo y que la explosividad, la potencia y la fortaleza en las conexiones dependen en gran medida de cómo puede incidir la fuerza explosiva en estos atletas.
“En el caso del bateo de largo alcance que se ve en este conjunto, nosotros a través del método combinado, incluso cuando hacemos pesas, que es dos veces a la semana, trabajamos la fuerza, esa es una acción muy importante. Pero mantenemos la labor con bates liviano para lograr explosividad, y los saltos para alcanzar la potencia en los mismos”.
¿Por qué se ha visto la mejoría, incluso, en atletas que el año pasado no tuvieron buenos números?
“Usted sabe que batear es lo más difícil en el béisbol. Cada vez que tenemos un chance, vamos para la jaula, si las inclemencias del tiempo no lo permite en el terreno. Fundamentalmente el trabajo especial va basado en eso, en lo que es repeticiones del estereotipo dinámico”.
¿A qué crees que se le atribuye esta cantidad de errores?
“Este año nos dimos a la tarea de fortalecer el trabajo defensivo. Los errores, en la mayoría de los atletas, se lo achacan en la calidad de los terrenos, pero es también la falta de preparación. Y como preparadores, no aquí en Pinar de Río sino en Cuba entera, no le dedicamos todo el tiempo a eso”.
¿Usted cree que el tema del entrenamiento, sobre todo los driles defensivos, están cobrando factura al resto de los equipos de la Serie?
“Así mismo es. Aquí en Pinar del Río, inclusive, hemos hecho, como usted ha visto últimamente, un cambio de posición que nos ha rendido mucho fruto. Pero nosotros la trabajamos bastante, a pesar de saber que es un problema que la gente se preocupa mucho por batear, pero no por defender”.
¿Cómo se planifica el trabajo con la defensa?
“Podemos hacerlo por repeticiones o por tiempo, generalmente va en dependencia de la etapa en que nos encontremos. La trabajamos de las dos formas: por tiempo y por repetición, y con un trabajo individualizado en dependencia de las características del contrario, es ahí lo que va a lograr la anticipación de los muchachos y el saber qué hacer ante cada situación del juego.
“En esto se ha basado toda la labor, y en la motivación que hemos sido capaces de impregnarles a los atletas con la explicación diaria que le damos del porqué necesitan hacer estas cosas para conseguir un rendimiento individual que tribute al colectivo»·
¿No existe el riesgo de cansancio al final de la competencia?
«En un campeonato largo como este, de 75 juegos, va a llegar el momento en que es normal, en que van a sufrir un decrecimiento en su rendimiento ofensivo, pero realizaremos ajustes físicos individuales en aras de que ese cansancio no sea colectivo por el bien del equipo».
Julio Alberto Candelaria es uno de los hombres que mucho ha tenido que ver en la recuperación de cada deportista lesionado. Sus experiencias en el diseño e implementación de la preparación para la alta competencia, le garantizan al mentor Alexander contar con un profesional muy capacitado que hoy no solo distingue al béisbol pinareño, sino que constituye un referente en el área a nivel de país.