A pesar de la compleja situación con el combustible, el polo productivo Hermanos Barcón de Pinar del Río avanza en la campaña de primavera de los cultivos varios y en la concreción de proyectos que tendrían impacto directo en el autoabastecimiento municipal.
De un plan de 508 hectáreas para la contienda, que inició el pasado primero de marzo, superan las 200 plantadas e incursionan en la nueva experiencia de la soya.
De acuerdo con Sergio Travieso Sánchez, director de la UEB, el trabajo ha sido arduo y reconocen que se les ha dado prioridad con el combustible, el cual han destinado a la siembra y un poco para las cosechas.
“Todos los viernes se realiza un chequeo al Polo por parte del delegado de la Agricultura en la provincia, y de ahí salen las prioridades, los problemas y las decisiones que debemos tomar. En esta época, la realidad es que aquí en Barcón no habíamos sembrado esta cantidad de cultivos.
“Con la semilla que compramos en La Habana plantamos boniato de manera permanente, también maíz y soya. Actualmente llevamos más de seis productos a los mercados.
“Con la siembra de soya tenemos tres propósitos: el principal es la semilla. Cuando poseamos esa garantía de simiente podremos extender el cultivo, extraer aceite y alimento animal. Son tres cosas importantes que necesitamos.
Agrega Travieso Sánchez que pretenden poner un grupo de cerdos, que con la soya y el remanente del boniato y del maíz que comprarían a los productores garantizarían el alimento.
EN EL CAMPO
El plátano de “Barcón” fue devastado completamente luego del huracán Ian, incluso han presentado dificultades con la semilla, por lo que para la campaña tienen un plan de 20 hectáreas que han puesto en manos del productor Eddy Cuba, pues es allí donde se ha visto el mejor comportamiento del cultivo, y el hecho de concentrar las atenciones en esa área daría superiores rendimientos.
Ya este campesino cuenta con una hectárea sembrada con vitroplantas de la biofábrica pinareña, también dedica una caballería a la calabaza, cuatro hectáreas a la soya y ocho al maíz en un área que siembra de manera mecanizada y se beneficia con el riego por sistema de pivote central.
A tono con el llamado del Ministro de la Agricultura sobre volver a la ruralidad, este productor asegura que aunque muchos han emigrado del campo, ninguno de los campesinos del Polo tienen intenciones de “irse para ninguna parte, pero sí precisamos de mejores condiciones, como por ejemplo electrificar las casas de quienes todos los días estamos aquí pegados al surco. Hay que estar en la vega, cuidar lo que tanto sacrificio nos cuesta”.
Sobre ese particular, Travieso Sánchez refiere que está entre las proyecciones de la UEB construirles viviendas a los campesinos en áreas de la finca, que serían tipología IV: estructura de madera con un baño de mampostería y la cubierta ligera.
En otro extremo de las más de 1 000 hectáreas que abarca la UEB, Amaury Villanzón Sánchez recogía, con muy poca fuerza de trabajo, más de 300 quintales de tomate para la industria. Además de plantar pepino, yuca y boniato decidió incorporarse a la experiencia de la soya.
“La falta de fertilizante uno la puede suplir con materia orgánica, pero el combustible no hay manera, y para sembrar grandes extensiones hace falta maquinaria. La finca abarca cerca de cuatro caballerías y la administramos cuatro productores. Es difícil recoger esta cantidad de tomate entre cinco o seis personas. El poco combustible que tenemos lo usamos en la siembra, no puedo destinarlo a transportar fuerza de trabajo”.
En una hectárea de las 17.5 de Pedro Guerrero (Pupi) se cosechaba boniato. Por casi 30 años ha explotado esas tierras y ahora, además de los cultivos varios, aprovecha las características del suelo y el área para plantar maíz y arroz.
“Tuve muy buenos rendimientos en la campaña de frío. La fuerza de trabajo es lo más complicado en la actualidad, nadie quiere venir a laborar al campo, esos que ves ahí son prácticamente ‘escogidos’, y eso que el pago es de 500 pesos el día, más el almuerzo y cada uno se va con su boniatico o su tomate, según la cosecha”.
PROYECTOS PARA CERRAR CICLOS
“En el Polo hay tres proyectos importantes: el primero es la minindustria y ya contamos con casi todos los recursos para su montaje. Aunque nuestro objeto social es garantizar el consumo de viandas y vegetales a la población, siempre queda un remanente en las producciones, y lo ideal es cerrar el ciclo productivo, que no lo estamos haciendo”, apunta el director de la UEB.
Añade que además de constituir una fuente de empleo para los habitantes de los alrededores, podrían vender el tomate a la industria hecho pulpa y aprovecharían las producciones que por la calidad no clasifican para la venta en los mercados.
“El segundo proyecto es el montaje de 1 300 reproductoras cunícolas en el antiguo pre 11. Ya contamos con las jaulas y se trabaja en la demolición y construcción de la obra. La producción tendría como único destino el autoabastecimiento municipal”, dijo.
El tercer proyecto que acomete “Barcón” es la siembra, a ambos lados de las vías de la entrada, de árboles frutales y maderables de acuerdo con las características del terreno para ambas especies.
“Está previsto por especialistas de la ENPA hacer una cerca como debe ser. El área que sirva para frutales se diseñaría con perimetrales de tres tipos: alto, medio y bajo; por ejemplo, coco, acerola y piña. Nos daría una diversidad de productos que más que embellecer aportaría a las áreas en desuso una extensión compacta de frutas y a corto plazo”.
Por otra parte, buscan nuevas fuentes de ingreso a partir de remodelaciones que llevan a cabo en la instalación, pues además del punto de acopio destinarán parte de la estructura para almacenar tabaco, y no solo rentarían el local, sino que ofrecen la custodia.
“Igualmente está proyectado que nos beneficien con cinco máquinas más de riego por sistema de pívot, ya que el riego que en algunas zonas realizamos por gravedad, aparte de malgastar el agua nos satura mucho los suelos. En esa dirección trabajamos, si se mantiene esa voluntad, el resultado será mejor que lo esperado”, concluyó.
A pesar de las carencias y las dificultades con la fuerza de trabajo, la motivación de los productores de “Barcón” para producir alimentos no cambia. Si a ese esfuerzo constante se suma que lo que está en planes se convierta en realidad, entonces estaríamos más cerca, en el municipio cabecera, de alcanzar el impacto necesario en la mesa.
A pesar de la compleja situación con el combustible, el polo productivo Hermanos Barcón de #PinardelRío avanza en la campaña de primavera de los cultivos varios y en la concreción de proyectos que tendrían impacto directo en el autoabastecimiento municipal. pic.twitter.com/j99glWD2Up
— Guerrillero (@guerrillero_cu) April 24, 2023
A pesar de las carencias y las dificultades con la fuerza de trabajo, la motivación de los productores de “Barcón” en #PinardelRío para producir alimentos no cambia. pic.twitter.com/87m4VhyhAw
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