La economía cubana ha perdido 13% de su PIB entre el 2020 y lo que va de 2021, “un impacto realmente duro” para el país, informó el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación (MEP), Alejandro Gil Fernández, ante la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Al presentar la marcha de la economía hasta el 30 de septiembre de este año, el ministro comentó que este comportamiento, causado por el recrudecimiento del bloqueo y la pandemia, “no es posible que no se sienta en la vida diaria de los cubanos”.
Gil Fernández argumentó que, en cuanto a los ingresos, al cierre de septiembre se cuantifican unos 2 mil millones de dólares (60% del plan). Se prevé que se capten unos 700 millones menos que lo planificado, en lo que inciden los ingresos de la actividad turística.
En 2020, recordó, el país dejó de ingresar 2 400 millones de dólares. “Estamos hablando que en un periodo de casi dos años hemos perdido más de 3 000 millones de dólares. La economía ha venido casi que resistiendo”, dijo el ministro.
En cuanto a las exportaciones, hasta septiembre se cuantifican unos 1 344 millones de dólares de bienes, un 68,7% del plan; mientras que las importaciones rondan los 5 800 millones de dólares, 65% de lo planificado.
El titular especificó que 1 348 millones de dólares se han invertido para comprar alimentos, “muy por debajo de la demanda, pero son esfuerzos que ha venido haciendo el país para, en la medida de lo posible, respaldar la ofertas de los alimentos básicos a la población”.
Gil Fernández señaló el crecimiento de los precios de varios productos en el mercado internacional, por ejemplo, el combustible que ha estado por encima de los 80 dólares el barril, también los alimentos e incluso los fletes, con gastos que han crecido dos y tres veces.
“No siempre la ejecución financiera tiene que ver con la ejecución física. Se puede traer menos alimentos, pero le cuesta más caro por el transporte”, abundó.
Gil Fernández hizo alusión a los incumplimientos en las ventas de dos de los principales bienes exportables cubanos, el tabaco (91% del plan) y el ron (86% del plan). En el caso del tabaco, “nos ha afectado problemas vinculados con la covid-19, con la paralización de algunas fábricas, y en el ron han habido problemas de demanda en el mercado internacional”.
Auguró la posibilidad de que los ingresos provenientes de la exportación de ron se recuperen en lo que queda de año.
Las ventas de níquel mantienen un buen comportamiento. El precio está por encima de lo previsto, “pero no hemos alcanzado los niveles de producción física planificados en el plan”.
También exhiben números favorables las exportaciones de la miel y los productos biofarmacéuticos.
El ministro comentó que el plan de ventas en el exterior no tomó en cuenta los impactos que provocaría la covid-19.
En el caso de la exportación de servicios (al 67% del plan), el impacto fundamental está en el turismo. “Diseñamos recibir 2 millones de visitantes internacionales, que ya no será posible. Nos quedaremos muy por debajo. No obstante, lo importante es aprovechar y recuperar la industria lo más rápido posible”.
Mantienen un buen comportamiento los ingresos resultantes de los servicios de las telecomunicaciones.
Sobre la actividad de comercio exterior por las formas de gestión no estatal, medida aprobada el año anterior, se contabilizan 5 312 contratos hasta la fecha, 197 por exportaciones (15 millones de dólares) y 5 115 por importaciones (81 millones de dólares).