Estudiar medicina es para José Alejandro Jiménez Ramos, una aspiración cumplida que venía desde la secundaria básica. El antecedente de asistir a consultas por problemas de salud hizo que admirara la profesión y que entre sus proyectos estuviera la de graduarse algún día de esta carrera que regala salud y bienestar a través de los héroes de batas blancas.
Cursar estudios en la Universidad “Ernesto Che Guevara” de Pinar del Río, le ha enseñado mucho fuera de lo técnico, entre ellas a escuchar, a comunicar, a hacer ciencia, a ser profesor, a buscar alternativas ante los problemas, pero sobre todo a ser humano: “por encima de toda la responsabilidad y todas las exigencias, es un privilegio, pues nada es más gratificante que el agradecimiento de un paciente, que la sonrisa del niño, que la llamada de familiares de enfermos que atendiste como estudiante y que te escriben solo para saber cómo estás”.
TRANCES DE ESTE CAMINO
Ya casi llega a la meta, en estos cinco años tuvo que articular momentos simples y complejos, entre los más difíciles, recuerda la etapa de la Covid-19, en la que los estudiantes, a la par de llevar los saberes a distancia, tuvieron que hacerle frente a la pandemia.
Él fue de los que tomó el esteto y empezó a atender a la gente en la etapa de agosto y septiembre del 2021, tuvo la valía de dirigirse a su policlínico y decir: “en miconsultorio no hay médicos y hay muchos vecinos enfermos, soy de tercer año, no sé definir a la perfección todos los ruidos pulmonares, pero tengo mi experiencia y por lo menos sé decirles cuándo no están bien, quiero asumir la atención a los pacientes de mi consultorio”, contó con orgullo.
Y así ocupó la tarea, todos los días iba a buscar su traje de protección, a visitar personas y a llamar para remitir a aquellos que no se encontraban bien, tal fue la confianza que le depositaron que fue él mismo quien indicaba hasta los rayos X de tórax.
Este tiempo de Covid en la provincia, fue también de superación, dijo, pues aplicó medicamentos endovenosos, realizó test rápidos y desde el punto de vista médico, adquirió muchos conocimientos que aún sus estudios no le proporcionaban.
¿Qué ha sido lo más gratificante de estudiar medicina?
“Han sido muchos momentos, de esos que te dicen: estás donde tienes que estar, uno de ellos es el desarrollo del 10mo Congreso de la FEU de la Universidad de Ciencias Médicas (UCM), ese fue el niño chiquito criado durante meses y que su crecimiento devino en satisfacción; otras alegrías me las ha traído el Proyecto Comunitario Institucional el Patio de Ana la Cub-Ana, pues gracias a él y a su objetivo de trabajo, muchos me llaman en la calle y me dicen: tú estuviste ayer en mi escuela, me encanta el proyecto, o yo también quiero estudiar medicina
para pertenecer a él”.
Describió además sobre la gran oportunidad que significó asistir a la XIX edición de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE) en Venezuela y de, al momento de la entrevista, participar en el Festival Nacional de Artistas Aficionados, en la modalidad de locución.
ESTUDIO Y LIDERAZGO EN EL MISMO ALEJANDRO
Entre el Alejandro que comenzó el primer año, al de ahora, va un buen tramo, así lo refiere, durante este tiempo no solo se superó en el área docente, en la cual aprendió a estudiar más en menos tiempo y a buscar métodos efectivos que estuvieran acordes con sus capacidades, a su vez desarrolló habilidades en cada una de las manifestaciones artísticas.
“El Alejandro dirigente estudiantil tampoco quedó rezagado pues, la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) es una escuela y la vida universitaria la mejor de las clases prácticas”.
Hoy hay otras aristas en su vida: el maestro y el enfermero, pues forma parte de la tarea “Educando por Amor”, en la cual imparte clases de Biología al 12 grado del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE). “Este es un reto más, asumido por 34 estudiantes de la universidad, mis alumnos constituyen otra trinchera de preparación, no se me olvida la primera clase, la pregunta clásica fue: ¿me entendieron?.”
Y el trabajo como enfermero se debe al empleo estudiantil remunerado, aprobado por el MINSAP, este da la posibilidad a los alumnos de laborar en el mismo sector, en tal sentido, se desempeña en una de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General “Abel Santamaría Cuadrado”.
¿Qué papel juega la FEU en tu formación?
“Esta fue una relación que empezó desde primer año de la carrera y es en el tercero, cuando asumí como presidente, cargo que me ocupa hasta hoy. Tuve la suerte de que me acompañaran personas trabajadoras, de esas que hacen las cosas por amor. Ser líder estudiantil demanda más esfuerzo, más preparación, pero hay algo que es importantísimo: no olvidar de dónde saliste y por quiénes estás ahí, llega el momento en que cada problema de los estudiantes es totalmente tuyo.
“La cuestión era no volverse líder de reuniones, sino de caminar por los pasillos y hablar con los muchachos, interesarte por todo. Me preguntan mucho cómo llevo la FEU y el estudio, siempre les digo que cuando te gusta algo, sacas tiempo para hacerlo, sí, que te conectas menos, que ves menos reels, que vas con menos frecuencia a las discotecas, es verdad; pero tampoco lo dejas de hacer.
“La FEU me demostró que para dirigir cualquier proceso y convocar a un movimiento hay que ser ejemplo, me ha hecho crecerme en cuanto a métodos y formas de dirigir, de actuar, me ha dado la oportunidad de participar en la solución de problemas de la universidad y la provincia y cuando ves el resultado, te sientes genial.
“Es al final, esta organización, con sus movimientos y procesos, la que hace a la universidad diferente, tiene la gran responsabilidad de representar a una membresía heterogénea en muchos sentidos y de buscar causas en común entre todos, una de ellas, la de echar este país para adelante”.
LA MEJOR ETAPA DE SU VIDA
Alejandro se define como parte de esos que, cuando se propone algo, hasta lograrlo no para, “me satisface ayudar a los demás, como futuro galeno aspiro a ser de esos médicos que reciben a los pacientes con un abrazo y que curan, además de, con el conocimiento y la medicina, con el trato, con la humanidad.
“En la vida laboral quiero ejercer como clínico, ya solicité el vertical en esa especialidad, Medicina Interna, pretendo ser Doctor en Ciencias antes de los 30 y hacer la categoría docente, en la conquista de esos sueños estaré; y a la FEU la seguiré ayudando, porque una parte del profesional que seré, se lo debo a ella”.
De la vida de estudiante va a extrañar mucho, pues repite igual que todo el mundo, que esta ha sido de las mejores etapas, “esta universidad, la mía, es formadora de hombres y mujeres integrales, de un ejército que va a salir a mejorar la sociedad, a prepararlos, esa es la concepción con la que sus discípulos tenemos que formarnos”.
Me dice que elegir un día a la medicina fue la mejor de sus decisiones y tener la suerte geográfica de que fuera en Pinar del Río, más aún, pues es la única que tiene una radio universitaria, la “Stereo Galenos”, en la cual supo de sus dotes para locutor que disfruta mucho.
Insiste en que su voz llegue a los que se baten ante la decisión de su futuro, las carreras de las ciencias médicas, cuentan entre las mejores opciones, sugiere no pensar en los beneficios económicos, “solo hay que recordar que son los profesionales de la salud los que tratan con el dolor humano, aliviarlo o eliminarlo no tiene precio y el primer medicamento es el amor por la profesión”.