Muchas familias cubanas han perdido la percepción de riesgo en relación con la COVID-19, por lo que el número de casos ha aumentado en los últimos días y más en las edades pediátricas, al registrarse las mayores cifras desde que comenzó la pandemia en marzo último.
La doctora Denise Bello González, especialista en Medicina Intensiva y Emergencias Pediátricas del Hospital Pediátrico de San Miguel del Padrón (La Balear), en la capital, explicó a la Agencia
Cubana de Noticias que existe morosidad a la hora de acudir con los niños a los servicios hospitalarios.
“En la institución hemos atendido pacientes que presentaron los primeros síntomas hasta cinco o siete días antes de acudir a la atención médica”, subrayó.
Es preciso –recalcó– que la familia cumpla con las medidas sanitarias, especialmente en los hogares donde se reciban viajeros, principal fuente de contagio en este grupo de edad.
La especialista expresó que con el aumento de los casos incrementó, además, la posibilidad de que los infantes tengan una evolución tórpida de la enfermedad, y precisó que la COVID-19 es aún desconocida, por lo cual no se conocen todas las secuelas que podría provocar.
“Por lo general hemos visto síntomas respiratorios, pero también a las salas de terapia han llegado pacientes con síntomas digestivos graves, con epilepsia y enfermedades cardiovasculares que infectados con el virus son más propensos a desarrollar complicaciones”, señaló.
Bello González reiteró que los infantes atendidos en el Hospital Pediátrico de San Miguel del Padrón no están relacionados con rebrotes en centros educativos, sino con el incumplimiento de las medidas y la irresponsabilidad de los adultos.
Explicó que cuando un menor se confirma como positivo se alerta de inmediato a la escuela o centro infantil, se realiza PCR a todas las personas vinculadas con él y la institución se mantiene bajo vigilancia, estrategias todas que evitan la transmisión a nivel escolar.
Según informó el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, hasta el 11 de enero en el país permanecían 256 menores de 20 años ingresados con COVID-19, mientras que mil 560 personas en edad pediátrica resultaron positivas al SARS CoV-2 desde que comenzó la pandemia en Cuba.
También se conoció que la mayor de las Antillas acumula 61 lactantes (menores de dos años) diagnosticados con la enfermedad, 11 de ellos con menos de 30 días de nacidos.