Más de tres mil 500 hectáreas estallaron en llamas en las 15 provincias del país y el municipio especial de la Isla de la Juventud en lo que va de año y cuando apenas faltan días para que este mes concluya el período poco lluvioso o sequía de diciembre-abril.
El Departamento de Manejo del fuego, de la Jefatura Nacional del Cuerpo de Guardabosques de Cuba (CGC) confirmó a la Agencia Cubana de Noticias que la mayoría de las áreas perdidas, ascendente a 2175,33 hectáreas, corresponden a bosques naturales y el resto a plantados.
Una parte considerable de los incendios ocurrió en la región occidental de la nación, donde Pinar del Río registró 48, Matanzas 40 y Artemisa 38.
Por el contrario, la minoría transcurrió en La Habana 1, Mayabeque 3 y Granma, pero Guantánamo con 26 rebasó los estimados con 2135,60 hectáreas, cuando en abril pasado una deflagración de grandes proporciones arrasó con pinares y charrascos del Parque Nacional Alejandro de Humboldt, Sitio Natural de Patrimonio Mundial.
La XXV Campaña nacional de protección contra incendios forestales comenzó en enero pasado y concluirá en mayo, cuando empiezan las precipitaciones solo un mes antes del inicio en junio de la temporada ciclónica.
No obstante, la institución insistió en la necesidad de incrementar la percepción del riesgo que significan, sobre todo desde el punto de vista económico.
Según sus previsiones, unos 300 debieron ocurrir en Cuba del primero de enero al 30 de abril, cuando transcurre el período crítico poco lluvioso.
Debían impactar entre dos mil 500 y cuatro mil hectáreas, a partir del cálculo del índice de frecuencia para esa etapa, debido a quemas para varios fines, al tránsito de vehículos sin mata-chispas, a pescadores-cazadores furtivos, a fumadores irresponsables y a transeúntes.
La temporada ciclónica en el área geográfica del océano Atlántico tropical, incluido el Golfo de México y el mar Caribe, comienza el primero de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre.
Desastroso…qué importante es la formación en prl y medioambiente, para contar con personal cualificado en el cuidado forestal y evitar estos desastres.