Nuevas casitas infantiles se preparan en Pinar del Río para favorecer la atención a la primera infancia y brindarles opciones a las madres y padres trabajadores del territorio.
Prevemos la apertura de una veintena de ese tipo de centros en Vueltabajo este año para ampliar las capacidades ante la demanda actual, manifestó en declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias Gloria Esther Blanco González, métodologa integral de la primera infancia de la dirección provincial de Educación.
Fundamentalmente beneficiarán a quienes laboran en entidades o estructuras de Salud Pública y la Agricultura, siendo los sectores de mayor representatividad hasta el momento.
Contamos en la actualidad con 396 capacidades en las 14 casitas infantiles inauguradas en el año anterior, señaló.
Municipios como el cabecera, Los Palacios, Consolación del Sur, San Luis, San Juan y Martínez y Sandino ya presentan locales de este tipo.
Blanco González refirió que las solicitudes de plazas para la primera infancia superan las mil 200 en la provincia más occidental, de ahí que sea imposible cubrir la demanda con los 51 círculos infantiles existentes.
Para darle respuesta a esta situación, una de las prioridades gira en torno a la disponibilidad de sitios como esos, dadas las necesidades de los trabajadores y en aras de lograr mayor eficacia en sus labores.
Después de tener a mi niña en la casita infantil puedo dedicarle mayor tiempo y atención a mi quehacer, pues ante cualquier problema estoy cerca de ella, aseguró Bárbara Pérez, trabajadora de la Universidad de Ciencias Médicas de Pinar del Río.
Ha aprendido mucho desde que comenzó aquí, hasta mejoró sus hábitos alimenticios- afirmó- y constituye una excelente oportunidad para las personas que trabajan.
Enclavado en esa casa de altos estudios, el local dispone de las condiciones necesarias para que los niños reciban una educación integral.
Este sitio es como la modalidad institucional, con sus actividades programadas y los procesos básicos de alimentación que son respetados, refirió Yeravi Mendoza Téllez, directora de la casita infantil Musa traviesa.
El contenido, los objetivos y los logros del desarrollo que perseguimos son los mismos que en los círculos infantiles, insistió.
Allí reciben, además, a hijos de estudiantes que cursan carreras médicas y dado el caso podrían acoger a residentes de la comunidad.
Surgidas en el año 1993 en Cuba, las casitas infantiles devienen instituciones de atención educativa a niños de madres, padres, tutores, cuidadores y otras familias que laboran en entidades en condiciones de destinar fondos para su apertura, mantenimiento y garantía de sostenibilidad.