Los números suelen ser fríos cuando se pasa revista a un desempeño en cualquier actividad, pero en el deporte –a mi ver– si son tenidos en cuenta como se debe señalan derroteros a seguir y deficiencias sobre las que hay que trabajar para eliminarlas.
Recientemente se realizó el análisis de la actuación del equipo Pinar del Río en la 61 Serie Nacional de Béisbol y Guerrillero quiere compartir con sus lectores lo que directivos, entrenadores y peloteros discutieron con el objetivo de que Vegueros siga en la cima de la pelota cubana.
De los 75 juegos de la etapa clasificatoria ganó 40 y perdió 35: 19-19 como visitador y 21-16 en casa.
La ofensiva terminó en .302, la octava mejor del campeonato, con destaque para Willian Saavedra (.394, 19 jonrones, 63 impulsadas pese a jugar casi toda la serie lesionado), Juan Carlos Arencibia (.353 bujía inspiradora del equipo), Reinier León (.359) y Yaser Julio González (.284, 14 jonrones, 57 impulsadas).
Además, sobresalieron las figuras provenientes del Sub-23 Roidel Martínez (.345), Jorge Yoan Rojas (.318) y Toni Daniel Guerra (.287).
La ofensiva de largo alcance recayó sobre los hombros de Saavedra y Yaser Julio, por lo que es necesario mejorar en los indicadores de fuerza para que más atletas se sumen a este dúo.
Se explotó más la velocidad en función de la ofensiva con muy buenos dividendos realizando más intentos y consiguiendo más bases robadas.
Un punto negativo de Vegueros estuvo en la defensa: 97 errores (26 en tiro y 71 en fildeo) para un average de .967, muy por debajo del .974 del año anterior y del .970 de la media del campeonato, por lo que se ocupó el lugar 12.
Al respecto, Saavedra –invitado al análisis, junto a otros vegueros– lanzó una pregunta: “¿Cuántos errores se cometieron como home club y cuántos de visitadores?”. Recordó que el terreno del “Capitán San Luis” está en malas condiciones desde hace años e insistió en la necesidad de arreglarlo cuanto antes porque las posibilidades de fallar a la defensa aumentan así, además de deslucir el espectáculo que es un juego de pelota.
La efectividad en cuanto a la cantidad de cogidos robando fue muy baja: solo 18 en 68 intentos, para un pobre 26,5 por ciento.
La causa principal no estuvo en malos tiros o en la lentitud de los receptores sino en las deficiencias con el cuidado de los corredores en bases, virándose muy poco, además de lentos movimientos en algunas ocasiones a la hora de lanzar, lo que favoreció para que los embasados salieran con tiempo suficiente.
Como aspecto positivo se notó el empuje de dos figuras noveles en la receptoría: Jorge Rojas y Yasiel Agete.
El área de los lanzadores, tradicional columna vertebral del equipo, quedó muy por debajo de lo que se esperaba de ella: 4.88 de promedio de carreras limpias para el octavo lugar, frente al primero conseguido en la serie anterior.
En esta ocasión se salvaron menos juegos y a los lanzadores les conectaron más extravases, dieron menos ponches y otorgaron más bases por bolas.
Sobre este vital componente se expresaron diversos criterios, en su totalidad dirigidos principalmente a la necesidad de foguear más a otros niveles a los lanzadores más jóvenes y a contar con un gimnasio con todas las condiciones.
Erly Casanova –también invitado al análisis– insistió en que se precisa que los lanzadores jóvenes puedan jugar más, porque en el juego es donde de verdad se aprende y sentenció: “¿Si no hay serie provincial, dónde lanzan los menores de 23?”.
El profesor José Manuel Cortina fue más directo: “Si no se traza una adecuada estrategia de trabajo, cuando se retiren los cuatro pitcher de cabecera, Pinar del Río irá para el último lugar”.
Alexander Urquiola expuso que de 14 lanzadores en la nómina solo aportaron cuatro o cinco, con el consiguiente desgaste para esos atletas que, además, son los de más edad. De ahí que coincidiera en los criterios de que se requiere que jueguen más.
En el documento presentado se destaca lo realizado por los tres lanzadores principales del equipo –Torres, Baños y Casanova– que a pesar de la edad, lesiones y cantidad de series jugadas tuvieron un aporte significativo porque obtuvieron 28 victorias de las 43 del equipo, para un 65.1 por ciento del total.
Se señaló como preocupación que, a pesar de las limitaciones de esos atletas, en los últimos 30 juegos estuvieron rotando con menos días de recuperación, realizando un esfuerzo por encima de sus posibilidades con el objetivo de alcanzar la clasificación. Pero ello provocó que llegaran a los play off con agotamiento y no tuvieran el resultado esperado, salvo el caso de Erly.
En el informe presentado por el colectivo técnico de béisbol se puntualiza que los resultados integrales de la Serie 61 son superiores a lo realizado en la anterior y se considera una proeza llegar hasta el lugar alcanzado por parte de los protagonistas, que se sobrepusieron al escenario adverso en cuanto a salidas, contrataciones, lesiones, además de que los principales lanzadores no pudieron participar en la etapa de cuartos de final.
Se reconoce también que sobresalió una dirección más sólida y profunda de Alexander Urquiola y su colectivo, en la que se trabajó mediante la decisión y análisis colegiado, con énfasis especial en la disciplina.
Dentro de las preocupaciones que salieron a la luz en las intervenciones de los participantes sobresale la referida a los meses en que una buena parte de los peloteros no tendrán acción, pues no se efectuará el campeonato provincial y la 62 Serie comenzará a finales del año próximo.
Igualmente se insistió en el imprescindible acompañamiento que se demanda de las autoridades políticas y de gobierno de la provincia –no asistió ningún funcionario a este análisis– a fin de atender las cuestiones colectivas e individuales que inciden en un mejor o peor desenvolvimiento de los peloteros (en específico la alimentación y las situaciones de vivienda de algunos atletas).
Se destacó que no puede pensarse que una vez terminada la Serie Nacional ya hay que olvidarse del béisbol, porque si se actúa así el resultado será seguir descendiendo en la tabla de posiciones.
Pone al final en un recuadro o con otro color
Aspectos colectivos positivos y negativos
En el bateo:
• tercero en dobles conectados
• cuarto en jit
• tercero que menos se ponchó
• segundo que menos bateó para doble play
• noveno en carreras producidas
En el pitcheo:
• sexto en entradas trabajadas con 636.2
• octavo en juegos salvados con 16
• quinto en WIHP con 1.58
• sexto que menos bases por bola otorgó con 300
• se trabajó para 4.51 ponches por juego
• otorgaron 4.24 bases por bola por juego
• se consiguió una relación ponches/bases por bolas de 1.06.
En la defensa:
• séptimo en realización de doble play
• cuarto que más errores cometió
• equipo que más bases le robaron
• último en la relación CR/BR con 26.5 por ciento de efectividad
Miy buen analisis. No se hasta que punto fue o no autocritico. Creo que se impone busqueda de talentos en la pelota «maniguera».
Pienso igual que teniendo ahi mismo como tienen un maestro, alabado por todos como Cortina. Lo del pitcheo mucha razon lleva.
Cortina me parecio oirle una vez que los pitchers deberian saber jugar (entendi se referia bases y los files). Se practica eso en pinar?.
Yo creo Pinar hizo un papel meritorio dentro de las dificultades.
Y a lo que se refirio Saavedra me parece elemental. Un buen mantenimiento al terreno.
Nota para el redactor; me parece se escribe extrabases.