La participación en otros eventos, la superación de personal técnico y el aumento de la contratación en el exterior también marcaron la temporada.
LA FAMILIA del fútbol en Cuba recordará el 2024 como el año de clasificaciones a dos mundiales: el de futsal y para menores de 20 años.
Luego de ausencias a dos citas universales de futbol sala, el proyecto de esa disciplina comprendió, entre otras cosas, una renovación del plantel que a priori dejó dudas en algunos.
Y el cambio demostró que no solo garantizaba futuro, sino que aportó al anhelado acceso a la Copa Mundial de Futsal de la Fifa de Uzbekistán 2024, en la que la Isla enfrentó al campeón Brasil y a los fuertes equipos de Tailandia y Croacia.
La otra buena noticia vino de la mano de la selección sub-20 años que alcanzó las semifinales del campeonato de la categoría en Concacaf y por segunda vez en la historia se llevó uno de los boletos a la copa del mundo a disputarse en Chile.
La selección absoluta jugó por segundo año consecutivo la Liga de Naciones en su más alta categoría, pero no pudo sostenerse en ella tras enfrentar un complejo calendario.
A pesar de solo caer una vez en todo el evento, quedó un puesto por detrás de Trinidad y Tobago, precisamente su victimario, y regresó al nivel B de una competición regida por un sistema complejo en el cual transitó un camino desigual al de sus oponentes.
Ello obligó a un play off ante San Cristóbal y Nieves para seguir en juego por la clasificación a la Copa Oro 2025. Y lo solventaron con el sobresalto de una derrota inesperada como visitantes y el alivio de una goleada contundente en casa.
Eso les dio la posibilidad de una revancha ante Trinidad y Tobago, en marzo venidero, en busca de clasificar al principal evento de la próxima temporada, junto a las eliminatorias mundialistas, en las que archivan una derrota sobre Honduras y una victoria ante Islas Caimán.
En el contexto de la difícil situación energética que vive el país no pudieron realizarse los campeonatos nacionales por limitaciones de combustible para la transportación.
Sin embargo, la continuidad de los jugadores que tributan a las selecciones élites siguió encontrando respaldo en la política de contrataciones derivada de la estrategia aprobada para el desarrollo de esa disciplina en Cuba.
En ajuste a ella se insertaron hasta 13 jugadores de la dotación sub-20 en la Liga de Costa Rica y todo el equipo mundialista de futsal en la nicaragüense. Además, se reforzó la presencia en las de Guatemala y se llegó al futsal de Argentina, con lo que sumaron 40 los atletas contratados bajo el auspicio de la federación de la Isla.
También se potenció la presencia de las damas en esas mismas ligas y se concentraron las distintas selecciones nacionales de ese sector, que tuvieron fogueo en forma de amistosos contra Nicaragua y Belice.
Además, se participó en el Torneo Uncaf Femenino Sub-17, preparatorio para la eliminatoria mundialista que comienza en el mes de enero en República Dominicana.
La superación técnica continuó como parte de un proyecto de cooperación con la federación italiana y se llegó a la cifra de cuatro entrenadores con licencia Uefa A.
También se firmó un acuerdo con la federación mexicana que comprende además el intercambio tecnológico y en materia de arbitraje.
Para el 2025 se espera avanzar en cuanto a infraestructura, para lo cual el año que culmina resultó vital, pues en él iniciaron varios proyectos de recuperación y reconstrucción de estadios.