En Pinar del Río también hay una plaza importante para el son. Aunque los expertos ubican los orígenes de ese género musical en el oriente de Cuba, en el otro extremo de la geografía nacional surgieron obras referidas como sones, desde los mismos inicios del siglo XX.
“Yo diría que desde un poco antes -se atreve a afirmar la musicóloga Dorys Céspedes Lobo- porque se habla de trovadores en la invasión de Oriente a Occidente a finales del siglo XIX, por lo cual desde entonces, ya podemos hablar de alguna presencia del son en Pinar, aunque no hay evidencias gráficas de ello”.
Aldo del Río, El Niño Rivera y Miguelito Cuní encabezan la lista de nuestros más encumbrados soneros. Pero Céspedes Lobo insiste en que no son los únicos, pues hasta la fecha “han surgido numerosos grupos y solistas que se han mantenido de una manera o de otra, con diversas formas de expresión a través de la trova, de la música bailable, en agrupaciones más pequeñas y otras más grandes, hubo incluso agrupaciones femeninas en Guane que hacían sones”.
En la actualidad de ese contexto variopinto destacan las agrupaciones ValleSon y Pinar Son, ambas creadas en la década de los ‘90 de la pasada centuria y con un trabajo incesante en defensa de una de nuestras sonoridades más identitarias.
Sendos conciertos como parte del octavo festival internacional de música La Guarapachanga, que acontece en Vueltabajo hasta el próximo ocho de octubre, constituyen las más recientes muestras de la valía de estos conjuntos.
VALLESON PARA TODOS LOS PÚBLICOS
“ValleSon surge por la necesidad de nuestro municipio, Viñales, de tener agrupaciones de corte tradicional, para cubrir la demanda de los centros turísticos de la localidad que por aquel entonces comenzaban a proliferar, rememora Lázaro Rivera “Bebito”, director fundador del grupo.
“El formato actual dista del inicial, pues por aquel entonces contábamos con el fagot, que nos daba un toque particular, y nos diferenciaba de los demás grupos”.
En el presente, a Bebito lo acompañan Pablo Daniel Chala (violín), Lázaro Correa (piano), Royec Márquez (congas con timbal), Elier González (bongó), Pedro Hernández (guitarra tres), Denis Estévez (trompeta), Jesús Hernández (bajo) y Yoandy Gómez (vocalista). Juventud y experiencia conviven en esta nómina a la que también hay que distinguir por su talento.
La participación en decenas de festivales internacionales, principalmente en Estados Unidos y Canadá, así como tres producciones discográficas con el sello Caribe Récords constituyen algunos de los logros de ValleSon en 30 años de quehacer musical.
El director del grupo recalca: “Trabajamos para todos los públicos”. Sin embargo, el hecho de tener su sede en Viñales, uno de los principales polos turísticos de la provincia, determina que una parte significativa de sus destinatarios sean extranjeros, de visita en el país.
A juicio de la musicóloga Dorys Céspedes, “en el contexto de una presentación turística, a ValleSon lo distingue el hecho de llevar al espectador lo auténticamente territorial y cubano, con la particularidad de incluir en su repertorio obras autorales de los propios integrantes del grupo. Ese repertorio original, que se ha ido actualizando, enriquece la propuesta; además de las facilidades que tiene para la comunicación con el público”.
PINAR SON, FIEL A SU ESENCIA
No menos notorio resulta el trabajo de Pinar Son en 25 años de existencia “aferrado a la defensa del son”, como enfatiza el director Francisco León Rivera, más conocido como El Chiri.
“En una presentación, un conocedor de la música cubana, de visita en Pinar del Río, nos preguntó: ‘¿Y este grupo pinareño con sonido oriental de dónde lo sacaron?’. Ese sello siempre lo hemos defendido, no hemos incorporado otros elementos para buscar mercado, seguimos con nuestra música tradicional, defendiendo los clásicos y también composiciones nuestras”.
El Chiri confiesa que al crear el grupo no imaginaron que comenzarían una historia de tantos años. De los integrantes actuales son fundadores Daniel Raúl Chala (percusión y voz) y Juan Ramos (flautista). A ellos se suman Gregorio Valdés (cantante), Eddie Pérez (bajista) y Humberto Díaz Monterrey (guitarra).
“En este tiempo hemos podido representar con éxito la cultura pinareña y cubana, dentro y fuera del país, sobre todo en Europa, en países como Alemania, Francia, Bélgica, España… estuvimos en tres ediciones de un festival internacional de Cultura que se organiza en Berlín, y en las tres ocasiones el comité organizador nos seleccionó para la clausura del festival, eso da la medida de la importancia del son en el mundo”, comenta.
Este experimentado tresero lamenta que las seis producciones discográficas del grupo hayan sido con sellos independientes, pues las disqueras nacionales no se han interesado en su obra. La insuficiencia de espacios radiales y televisivos para la música tradicional y la pobre programación del grupo en las carteleras son otras de sus insatisfacciones.
“Necesitamos que haya un pensamiento, una estrategia de las autoridades de Cultura en función de defender el son; al son no hay que rescatarlo, hay que apoyarlo”.
Al igual que ValleSon, Pinar Son distingue por un repertorio propio. Asimismo, destacan las habilidades para la improvisación de su voz principal. Al respecto, la musicóloga Céspedes Lobo recuerda que el grupo contó en algunos momentos con la presencia de Noel Gorgoy y otras figuras importantes del movimiento trovadoresco.
“Yo diría que es una agrupación trovadoresca que mantiene el son con su estructura, sus características originales y le va añadiendo elementos que lo acercan a un público joven, a un público más actual”.
LOS APLAUSOS QUE MERECEN
Profundas polémicas rondan al movimiento sonero cubano de estos tiempos. Que es parte de nuestro ADN musical, nadie lo duda; pero mucho se debate en torno a la importancia que le conceden los públicos y los directivos de Cultura en el ámbito nacional.
En ese sentido, el trabajo sostenido de agrupaciones como Pinar Son y ValleSon habla de la vitalidad del género, sin desconocer circunstancias de otra índole en su contra. Para ellos, nuestros aplausos. Un aplauso por el son es un aplauso por Cuba.