A amar a Cuba en momentos tan difíciles, a aportar desde la creación artística y literaria a la patria, la nación, la Revolución y el socialismo, convocó el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a los miembros de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) durante la jornada final del 4to. congreso de la organización, que este lunes concluyó en el Palacio de Convenciones de La Habana.
El Jefe de Estado aseguró que debemos defender la espiritualidad ante los asistentes a esta importante cita de la cultura, que estuvieron acompañados también desde la presidencia por el miembro del Buró Político Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del Partido; la vice primera ministra Inés María Chapman Waugh; Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC; así como por otros invitados.
«No podemos dejar que se nos desgarre el alma y se pierda la confianza en nuestra identidad por la dureza de los tiempos. Los tiempos están duros porque el imperio no quiere que haya Revolución en Cuba y si no la tuviéramos, los tiempos estuvieran peores. Con la Revolución y el socialismo sabemos que hay futuro, que hay soberanía e independencia, pero si se pierde, habría que ver qué futuro tendríamos», significó.
El mandatario cubano agradeció el debate crítico y aportador «porque lo importante es construir consensos de manera colectiva y afrontar esa intención colonizadora del imperio, que pretende mantener la hegemonía en el mundo cambiándole la mente a las personas, a partir de la fractura de las identidades de los pueblos».
La crisis multidimensional se ve en el contexto cubano, signado por las dificultades derivadas de un bloqueo recrudecido luego de las 243 medidas adoptadas por el Gobierno de Donald Trump, afirmó Díaz-Canel, quien describió minuciosamente la situación económica que vive la nación, además incluida, injustamente, en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
El Presidente aseveró que, aun así, ninguna institución se ha cerrado, porque tenemos consciencia de que la colonización cultural es un objetivo marcado que, revelan evaluaciones recientes del programa de una agencia norteamericana, recibe millones de dólares como financiamiento público —sin contar los fondos sucios y ocultos que pueden manejar— para fracturar los sectores cultural, académico, religioso y científico.
«Tenemos solo dos alternativas: resistir creativamente, guapear y salir adelante con nuestro talento y esfuerzo, que es lo más digno y revolucionario, y es en lo que yo creo. La otra es rendirnos, perder la dignidad y tener un pensamiento anexionista.
«Tenemos que analizar un grupo de contradicciones que se nos generan, entre lo que aspiramos como sociedad y no nos es posible en estos momentos y hacer mejor y más rápido lo que es posible sin comprometer lo que aspiramos», señaló el Jefe de Estado, quien expresó que «lo único que queda es trabajar, crear riqueza y distribuirla con justicia social.
Ante los delegados e invitados al cónclave, Díaz-Canel instó a reflexionar sobre los errores y también a analizar las situaciones que existen en el mundo. «¿Qué apoyo le dan los Gobiernos a la cultura? No a las élites culturales, sino a la esencia, al proceso, a la cultura en su amplia dimensión. Debemos pensar en eso y evaluar nuestras contradicciones de una manera crítica para reflexionar sobre incoherencias de nuestra política cultural o la manera incoherente con la que, a veces, se aplica la política cultural».
Díaz-Canel acotó que en cualquiera de las expresiones artísticas encontramos vulgaridades y ejemplos loables. El tema tiene que ver con la emancipación,con lo que la obra, con su contenido, enaltece o no. Contenidos no violentos, no sexistas, no chapuceros, no vulgares, no discriminatorios, desde el género que sea.
«Debemos ser capaces de desarrollar un pensamiento crítico en nuestra sociedad desde edades tempranas, porque en un mundo tan globalizado no podemos vivir en una burbuja. ¿Eso sería inteligente, o revolucionario? Lo importante es tener un pensamiento crítico que permita poder discernir entre lo que vale y lo que no vale».
El Primer Secretario del Comité Central del Partido reiteró que es vital resolver nuestras contradicciones para tener una mejor sociedad en un mundo en que, tras la pandemia, todo quiere resolverse con guerras.
«Identidad nacional no es solo defender la cultura, es, además de eso, tener capacidad para reconocer lo que el mundo puede aportar, los mejores adelantos científicos, las mejores ideas, y un buen ejemplo es la inteligencia artificial, cuyo uso en el arte ha generado mucha polémica».
Reconoció que todos demandan atención y requieren respuesta. Las instituciones tienen que dar una mejor respuesta, acotó, y llamó a reflexionar si esa atención se traduce en recibir cosas materiales o se refiere al apoyo institucional, a la creación de espacios, a la comprensión y la participación. Todos los proyectos requieren financiamiento y cuando no lo tenemos, debemos ser creativos e intentar hacerlo, afirmó. «Si en un momento hace falta la unidad es ahora», señaló.
Distintas miradas de un mismo sentir
Inquietudes, planteamientos desde la teoría e investigación que ayudan a orientar el rumbo de una asociación que persiste en el esfuerzo colectivo de acompañar el desarrollo cultural de una nación que asume de frente, día a día, sus propios retos, fueron compartidos por los delegados e invitados a este 4to. congreso, desde sus distintas miradas y realidades.
Para el músico Gustavo González, «nuestro congreso debe parecerse a los tiempos difíciles que estamos viviendo, porque la asociación tiene un rol imprescindible para nuestro tiempo. Pienso que la AHS tiene dos retos fundamentales ahora mismo: enfrentar la ineficiencia del sistema de gestión para la cultura de este país y el segundo es la necesidad creativa de los artistas».
Una de las inquietudes más comentadas tuvo que ver con el fenómeno de la colonización cultural. Sobre ello, Eduardo Pinto, de la filial de Santiago de Cuba, reflexionó que «es evidente que hay una franja importante de los jóvenes y de la sociedad cubana que se ha quedado sin anclajes en el proyecto cultural social y político que defendemos.
«Se ha creado un programa para luchar contra esa colonización cultural, pero siento que ese programa para donde va dirigido llega tarde, porque ese trabajo debe empezar desde la infancia, con los niveles que lleva. Hay un potencial muy grande para enfrentar eso y a veces desaprovechamos lo que hay en los portadores culturales, la afrocubanidad. Nuestra cultura es de mezclas y ese es un valor que nos puede ser útil».
María Laura German, actriz, dramaturga y profesora matancera, tomó la palabra y reivindicó su necesidad de que crear y creer es posible, a pesar de cualquier cosa. «Soy alumna de Rubén Darío Salazar, una institución en la cultura cubana, que me ha enseñado cosas fundamentales y la primera es agradecer, y yo agradezco espacios como este para debatir y la voluntad de intentar dar respuestas e ir al entendimiento.
«Yo no me canso y he aprendido a ingeniar soluciones, debido a eso he creado el proyecto independiente I want teatro para buscar alternativas desde la propia experiencia teatral, desde la autogestión, porque queremos ganar dinero con lo que hacemos y cambiar espacios, intervenir espacios y llegar al público… porque la voz creadora tiene que ser colectiva y necesitamos reciprocidad».
Yanaisy Brito, de Cienfuegos, destacó la importancia de que la AHS tenga una relación estrecha con las instituciones, algo que ha hecho posible emprender proyectos culturales en la ciudad cienfueguera, «si no, sería casi imposible». Mientras, Luis Emilio Aybar, director del Centro Juan Marinello, compartió un estudio nacional reciente sobre públicos de participación y consumo cultural que fue más allá de las casas de cultura, de manera tal, que pudiéramos establecer cómo se están moviendo los intereses y las prácticas culturales de toda la población cubana».
Para la cantante Lea Cárdenas, «reconocerme en mis compañeros en estos debates es un soplo de aire fresco. Para nadie es un secreto que vivimos en tiempos difíciles, pero siempre nos queda el arte, ese que sabemos que cura y alimenta el alma».
Igualmente, apuntó, que «si hay una esfera que precisa sensibilidad particular es el arte, esa sensibilidad tiene que estar encaminada y debe hacerse tangible en el diálogo y la atención al creador, debe ser visible a la hora de adjudicar un presupuesto, de apoyar un proyecto. Permítannos ser más dueños de nuestro tiempo y nuestro futuro».
Por su parte Yusley Izquierdo, de la filial de Pinar del Río, comentó que «la realidad económica de Cuba nos lleva a pensar todos los días cómo seguir haciendo, por imposible que parezca. Los eventos y jornadas de programación no siempre nos quedan como quisiéramos, pero ahí están. Nuestras casas del Joven Creador no han cerrado sus puertas, por más adversas que han sido las circunstancias, pero los tiempos actuales demandan unidad en la creación artística y literaria, unidad de cada institución implicada en la atención a artistas y empeños creativos.
«Ejemplos sobran de lo que se puede lograr con el aporte colectivo. La cultura es una sola. Para los públicos si la propuesta tiene calidad, llega y la disfruta sin importar quién la organizó. La economía es fundamental, la rentabilidad lo es, pero no puede primar ese criterio por encima de la política cultural. Importante también es acercar la ciencia a los procesos artísticos y culturales. Demandamos estudios que nos permitan conocer mejor a nuestros públicos, que nos permitan saber si en realidad estamos poniendo los recursos en los lugares donde es necesario, donde más impacta», señaló.
Hacer cultura y Revolución
Al pronunciar las palabras de clausura de la cita, Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, ratificó que los miembros de la AHS habían hecho de su congreso, convocado hace más de un año, «un espacio por el arte, la amistad, la solidaridad, el amor, y con ello han ratificado que hacer cultura y Revolución es un reto de todos los días.
A nombre de la dirección del Partido y de la propia UJC, aseguró que «los sueños defendidos por los Hermanos Saíz, que ahora son realidades, nunca serán defraudados ni por ustedes ni por los que continuarán esta obra en el futuro»; y reiteró que si la AHS no existiera habría que crearla. «El reto no solo es de ustedes, el reto es de todos, y continúa vivo», enfatizó.
Álvarez García significó que desde la base hasta las sesiones finales se realizó un proceso de profunda magnitud en el compromiso de nuestra vanguardia artística joven, con un elevado espíritu crítico y constructivo. «En todo momento prevaleció un debate serio sobre la realidad de los jóvenes artistas y creadores, y la situación en la que se desarrolla la política cultural del país. Ustedes aportaron a la construcción
de la Asociación que quieren, que queremos nosotros y que quiere y necesita Cuba.
«Ustedes han abogado por mantener y enriquecer el sistema de becas, eventos y jornadas de programación en cada territorio; han mantenido vivas las motivaciones para ser mejores creadores, para emitir criterios, adaptarse a los cambios y a las circunstancias y proponer un arte nuevo; han defendido en cada momento, con argumentos sólidos y revolucionarios, las problemáticas e inquietudes que tienen», señaló.
Además, destacó como retos de la organización continuar cautivando al público desde la diversidad estética de sus obras y alimentar la sensibilidad y espiritualidad de cada persona que los escucha, lee y observa, así como la existencia de un arte joven que prestigie la Revolución y fomente el vínculo con lo realmente hermoso, enriquecedor y enaltecedor de tradiciones y raíces.
Al considerar que vivimos una nueva época, aunque conviven viejos y nuevos problemas, la Primera Secretaria de la UJC convocó a los miembros de la AHS a aplicar en la cultura nuevas soluciones para esos viejos y nuevos problemas.
Añadió que se necesita volver a Fidel y a sus palabras a los intelectuales en 1961 desde un análisis integral. Tenemos que ir a las palabras de Díaz-Canel en la clausura del 2do. consejo nacional de la Uneac, en julio de 2022, porque urge «interpretar a la cultura como única salvación posible».
Álvarez García destacó que la Revolución tiene que continuar siendo excepcional y óptima en la cultura. «Nos asiste la responsabilidad y la obligación de enfrentarnos a estos problemas y resolverlos con nuestro estilo, con nuestras ideas, con nuestros análisis, con nuestra experiencia, y tratar de dar el tratamiento correcto a estos problemas».
Igualmente, se refirió al fenómeno de la colonización cultural en Cuba, algo que no es nuevo, «pero sí es inquietante el crecimiento y la reproducción de patrones que la caracterizan» y, por tanto, «no podemos darle la espalda, no podemos ir detrás de los sucesos sin tener una labor más proactiva.
«El fenómeno es más profundo, comienza desde las casas o escuelas, donde compartimos textos, músicas, bailes y estilos nada convencionales que carecen del más elemental sentido común relacionado con el pudor, la dignidad y los valores en que debemos educar desde la infancia», apuntó.
El 4to. congreso de la AHS fue, como aseguró Álvarez García, una cita donde «hemos crecido entre todos, hemos aprendido, hemos escuchado, hemos compartido, hemos ampliado nuestras estrategias» y se expandió «el horizonte del arte joven de vanguardia para hacer de esta una organización que responda a Cuba y defienda el arte desde el compromiso en el afán de seguir fundiendo el amor y la verdad por la libertad de este pueblo».
Nueva dirección
El periodista, ensayista y narrador Yasel Toledo Garnache fue elegido como nuevo presidente de la Asociación Hermanos Saíz, acompañado por la musicóloga y violinista Gemay Castillo López, la cantante Ana Irma Pérez Pereyó y la cantautora e instructora de arte Santa Massiel Rueda Moreno como vicepresidentas. Otros nueve compañeros integran la nueva dirección nacional de la organización. Durante la jornada también se reconoció, de manera especial, la acertada gestión del dramaturgo Rafael González Muñoz, quien permaneció al frente de la Asociación desde su elección en 2018.