La Gaceta Oficial número 14 (Ordinaria) publicó el Decreto 62, que aprueba la creación de la Oficina del Conservador del Valle de Viñales, subordinada al gobernador de la provincia de Pinar del Río.
El documento legal dispone que en un plazo de 30 días posteriores a la fecha de entrada en vigor, se designe el director de la Oficina, por el gobernador provincial (Rubén Ramos Moreno), y teniendo en cuenta el parecer del presidente de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba.
Elegido el director de la Oficina, este deberá presentar a la aprobación del Consejo Provincial de Pinar del Río, en el plazo de 60 días, la propuesta de límites de la Zona Priorizada para la Conservación.
Igualmente, tendrá que proponer al gobernador de la provincia la organización funcional, estructural y de composición de la Oficina y sus unidades organizativas, las plantillas de cargo y los registros de los trabajadores y cargos, así como las necesidades de locales y presupuestos para el cumplimiento de su misión y funciones.
El Decreto 62 también determina que el director de la Oficina del Conservador del Valle de Viñales, en el plazo de 60 días debe presentar a la aprobación del gobernador de Pinar del Río, el Reglamento Orgánico de la Oficina, oído el parecer del presidente de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba.
La misión, funciones y demás regulaciones de organismo se regirán por lo previsto en el Decreto 346 del 5 de marzo de 2018, «De las oficinas del Historiador o del Conservador de las ciudades patrimoniales de Cuba».
Situado en la provincia de Pinar del Río, el Valle de Viñales es reconocido desde 1979 con la condición de Monumento Nacional, y fue inscrito en 1999 en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Este Parque Nacional (categoría conferida en 2001) es un ejemplo de paisaje cultural, representativo del auge histórico de la producción tabacalera en el mundo, donde las formas tradicionales de agricultura se insertan en un marco físico de altos valores naturales y escénicos junto con manifestaciones vernáculas en la arquitectura y cultura inmaterial.