Sin los destellos de la “Scaloneta” campeona de América, pero con un Lionel Messi obcecado ante la gloria eterna, Argentina ansía hoy agigantar su historia camino a los octavos de final de Qatar 2022.
Después de un angustioso arranque frente a Arabia Saudita (1-2), la albiceleste encontró en México (2-0) la panacea necesaria para aliviar su desgracia y adquirir nutrientes emocionales previo al choque de este miércoles contra la rocosa Polonia de Robert Lewandowski.
Aparentemente, la confusión quedó atrás y el ambiente interno muestra la misma magia contagiosa que condujo a la tropa sudamericana a hilvanar 36 partidos invictos, racha mutilada –de forma sorpresiva- en el estreno mundialista.
Mientras merodean los fantasmas de la edición de Japón-Corea del Sur 2002, el plantel de Lionel Scaloni exhala su esencia más genuina para embelesar a los europeos en el Estadio 974, desde las 22:00, hora local, en un duelo que definirá el futuro inmediato de los involucrados en el Medio Oriente.
El mismo Scaloni avisó que no renunciará a sus principios futbolísticos, porque “nuestra idea está bastante clara” y “venimos con una inyección anímica importante por haber vencido a México, eso nos reconforta e impulsa a saber qué camino debemos seguir».
En conferencia de prensa organizada la víspera en el Salón Dos del Centro de Medios de Doha, el entrenador afirmó: «Esperamos un partido difícil. Polonia es un equipo que por momentos se cierra muy bien en el área y también te genera situaciones en el área. Hay que ver quién juega. Es diferente dependiendo de quién está”.
Y más allá de la pugna colectiva, la batalla Messi-Lewandowski también acapara miradas. Dos de las últimas grandes estrellas del FC Barcelona español enfrentarán un cotejo de “todo o nada” y pocos olvidan el morbo creado alrededor de los premios Balón de Oro y “The Best” hace menos de dos años.
«Es un gran jugador, es un privilegio y un placer poder verlo de cerca como cualquier hincha. ¿Y si tiene el nivel de Messi? Hay que disfrutarlo, no hay que compararlo con los demás. Las comparaciones no sirven», expuso el preparador argentino para calmar los ánimos en medio de las especulaciones.
Después de despejarse el panorama en los sectores A y B, la llave C es una de las más abiertas, pero Argentina (tres puntos) depende de sí misma, algo que no tiene a su favor México (uno), por ejemplo, que necesita “tumbar” a Arabia Saudita (tres).
Sudamericanos, europeos y asiáticos tienen posibilidades de pasar si igualan, lo cual tampoco resulta recomendable por las múltiples variantes que podrían darse. Visto lo visto, la mejor opción es salir victorioso y no dejar margen al concurrente azar en un deporte veleidoso por excelencia.