Más del 95 por ciento de la población pinareña posee esquema de vacunación completo y un 94 por ciento tiene sus dosis de refuerzo, una batalla que ha librado este país frente a la COVID-19. No obstante, en los 11 municipios circula la variante OMICRON del virus, según confirmó el doctor Andrés Villar Bahamonde, director de Higiene y Epidemiología en Pinar del Río.
En lo que va de año se han estudiado más de 32 614 muestras y alrededor del 24 por ciento han resultado positivas, a la vez que se acumulan más de 103 800 diagnosticados desde que comenzara la pandemia en la provincia.
La tasa de letalidad es mínima, apenas un 0.08 y se mantienen funcionando las consultas de Infecciones respiratorias agudas en todos los policlínicos. Al llegar a ellas con sintomatología, explicó el doctor Yusleivy Martínez Carmona, director provincial de Salud, los niños pequeños se ingresan, al igual que los adultos mayores, las embarazadas y los pacientes con otras comorbilidades asociadas que pudieran agravar su cuadro clínico.
Si por el contrario se trata de una persona joven y saludable, entonces se esperan 72 horas y de persistir los síntomas se procede a hacer un test UMELISA, para definir si es COVID-19 o no. No obstante, asegura Martínez Carmona, la conducta a seguir con el paciente es la misma: seguimiento médico y tratamiento sintomático.
Villar Bahamonde especificó que circulan, además, otros tipos de virus como los rinovirus, y la Influenza A.
Dentro de la situación epidemiológica hizo un aparte para referirse al enfrentamiento al aedes. “Estamos en un período seco y la tendencia es a que disminuyan los mosquitos, pero en cuanto empiecen las lluvias de mayo y junio empiezan a salir”.
Puntualizó que el 86 por ciento de los focos están en tanques bajos en las viviendas y se mantienen los ciclos de fumigación en 22 días en los consejos populares urbanos y en 42 en el rural. Allí donde hay focos se trabaja por radiobatida en tres pasos.