Con una matrícula de más de 435 infantes, Pinar del Río cerró el año 2024 con 21 casitas infantiles, una iniciativa que constituye una variante de atención educativa en la modalidad institucional de la primera infancia.
Rosa Mayra González Miló, metodóloga integral de la Primera Infancia en la Dirección General de Educación en la provincia, explicó que estas casitas prestan servicio a los hijos de las madres, padres o tutores en entidades, que a partir de sus condiciones económicas y materiales puedan destinar fondos para su apertura, mantenimiento y sostenibilidad.
En el periodo de 2024 tenían la proyección de abrir 11 casitas infantiles, de las cuales inauguraron nueve, pertenecientes a Epicol en Pinar del Río, la Empresa Forestal Guanahacabibes en Sandino y el Ministerio de la Agricultura en Viñales.
También crearon casitas infantiles en Educación en Minas de Matahambre, Comercio en La Palma, en el CAI Arrocero y Cubaquivir en Los Palacios, y en la Empresa de Tabaco en San Juan y San Luis. Las casitas existentes tienen una capacidad para más de 600 niños.
Para el 2025 prevén la apertura de 13 nuevas casitas, de ellas dos en Pinar del Río, que serían de Etecsa y la Universidad Hermanos Saíz Montes de Oca, específicamente, en la sede pedagógica Rafael María de Mendive.
También esperan abrir dos en Sandino: en Epicol y una de la Empresa de Tabaco; así como una en Mantua, gracias a una alianza entre Educación, Salud y la Agricultura.
Salud debe inaugurar una en Guane, y San Juan y Martínez tiene planificadas tres: de la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco, en las localidades de Galope, Vivero y Santa Adamiana.
En Minas de Matahambre se creó una recientemente por Educación y Comercio, en la zona de San Carlos, y aún falta la de la Empresa Forestal; además, Consolación del Sur continúa con la proyección de una en Salud y otra en la ANAP.
“La responsabilidad que tiene Educación en la apertura de las casitas es para el aprovechamiento de capacidades y la sostenibilidad, por eso es fundamental que los organismo y Educación trabajen de conjunto”, precisó la funcionaria.
La Primera Infancia aporta las educadoras y auxiliares pedagógicas, o sea, el personal capacitado, y se encarga de asesorar, supervisar y controlar sistemáticamente, con prioridad en las condiciones higiénicas sanitarias, la calidad de la alimentación, así como la organización y funcionamiento del proceso educativo y las condiciones del local.