El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, volvieron a encabezar en la tarde de este miércoles la reunión diaria que, desde el Palacio de la Revolución, pasa revista de manera detallada a la situación con la COVID-19 en la Isla, donde se han confirmado 212 casos, entre ellos seis fallecidos.
Al intervenir en el encuentro, el Jefe de Estado se refirió a las cuatro altas médicas dadas durante la última jornada en el país, “son cuatro vidas que han sido salvadas”, dijo.
De este sensible tema, consideró que “tenemos que seguir insistiendo, sobre todo por el comportamiento que hemos tenido con los pacientes críticos y graves, en que las personas acudan a los servicios médicos desde que tienen los primeros síntomas porque, en la misma medida en que más rápido podamos detectar y actuar clínicamente sobre la enfermedad, hay más posibilidades de éxito en el tratamiento”.
Díaz-Canel volvió a referirse, sin cansarse, en «la responsabilidad que tienen los padres con que los niños permanezcan en las casas, que no estén en las calles jugando”. Asimismo, comentó sobre la indisciplina social que aún prevalece en algunos territorios. Al respecto, ejemplificó con “varias denuncias hechas en el sitio web de la Presidencia de personas que critican a otros que han estado jugando dominó en la calle o siguen frecuentando hasta altas horas de la noche los lugares públicos”. Yo creo, puntualizó el mandatario, que ese llamado que está haciendo la propia población lo tenemos que apoyar entre todos.
El Presidente de la República habló, además, sobre un grupo de experiencias que se están generando en las diferentes provincias, relacionadas con la atención a las personas más vulnerables; el trabajo de los factores de la comunidad para dar servicio a la población en este difícil contexto, donde se ha incluido el sector no estatal; y el desempeño de la Policía Nacional Revolucionaria, informando y controlando las indisciplinas; todo lo cual puede irse socializando al resto del país.
En su intervención de este miércoles, Díaz-Canel orientó al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social hacer inspecciones en los próximos días, coordinadas con los gobiernos provinciales y municipales, para chequear el cumplimiento de la medida indicada sobre el uso del teletrabajo, la cual, a su juicio, aún no se aprovecha en todas sus potencialidades. Deberá evaluar, igualmente, cómo se cumple la decisión de no tener en ningún centro de trabajo a personas vulnerables ante la COVID-19.
En tanto, indicó al Ministerio de Economía y Planificación “potenciar todo lo que apoye la producción de alimentos, que es una de las tareas fundamentales”. Por ejemplo, refirió el Jefe de Estado, “el combustible y los recursos que ya hemos previsto que se le puede entregar a la agricultura para cumplir los planes de siembra y de producción de alimentos, y que esto empiece a tener un chequeo periódico”.
Igualmente urgió a que “se facilite el otorgamiento de tierras, con control pero sin burocracia, porque hay varias personas que lo están solicitando en estos momentos”. Primero, apuntó, hay que insistir en los que ya tienen tierra para que la produzcan más en estas condiciones; y por otra parte, a todo el que quiera ampliar las tierras en usufructo también se le viabilice. Pero, aclaró, “que no se demoren los trámites y no se convierta en una traba para lo que queremos lograr en producción de alimentos”.
En la reunión, el ministro del Salud Pública, José Angel Portal Miranda, presentó la actualización habitual sobre la situación de la pandemia que, a nivel mundial, ha llegado a 175 países, con la confirmación de 777 799 casos y 37 272 fallecidos, para una letalidad de 4,79%.
En Cuba, subrayó el titular, se mantienen ingresados para vigilancia epidemiológica 2 742 pacientes: 2 676 cubanos y 66 extranjeros. A la par, están hospitalizados 1 140 casos sospechosos y 193 confirmados. Se les da seguimiento a 6 821 contactos directos y siguen siendo chequeadas 26 278 personas por la Atención Primaria de Salud.
Portal Miranda informó que durante este miércoles se trasladaron hacia todas las provincias del país 100 000 test de diagnóstico rápido para la COVID-19, que se aplicarán a los grupos vulnerables, entre ellos las personas con infección respiratoria aguda, los ancianos y los que permanecen en aislamiento.
Hasta la redacción de esta nota se mantenían en cuarentena a 2 182 viajeros cubanos, de ellos 39 niños y 2 mil 143 adultos. Específicamente sobre los centros donde se están aislando a los nacionales que regresaron al país – los cuales suman 63, con una capacidad de 9 284 camas – el Primer Ministro destacó la importancia de atender bien esos lugares, responder ante cualquier problema que en ellos surja y mantener un seguimiento constante sobre la disponibilidad de camas.
En este encuentro se chequeó el cumplimiento de las medidas correspondientes al Ministerio del Transporte, así como el trabajo del Consejo de Defensa Provincial de La Habana, todo ello como parte de un sistema de trabajo que desde el gobierno central da permanente prioridad a la batalla contra la COVID-19.