Beatriz de Palacios fue una mujer valiente y versátil que participó en la conquista de Nueva España junto a su esposo Pedro de Escobar (recordar que en España desde 1514 los matrimonios mixtos eran legales, en EEUU no lo fueron, hasta 1967).
Era mulata, lo que le valió el apodo de «La Parda», y una de las primeras afrodescendientes en establecerse en el Nuevo Mundo; fue una de las más notables mujeres soldado de Hernán Cortés.
Llegó a Nueva España en 1520 con la expedición de Pánfilo de Narváez y luego se unió a la expedición de Cortés. Beatriz no se limitó a ser una simple acompañante de su marido, sino que demostró un gran valor y habilidad en el campo de batalla.
Se encargó de diversas tareas como enfermera, armera, cocinera, moza de caballos y soldado. Armada con una espada y una rodela, combatió en varias ocasiones, destacando especialmente durante la Noche Triste, cuando Hernán Cortes y los indígenas aliados tuvieron que huir de Tenochtitlan bajo el ataque de los mexicas. Beatriz ayudó a repeler a los enemigos y a proteger a los heridos.
Beatriz también participó en el sitio de Tenochtitlan, junto a otras mujeres como María de Estrada, Beatriz Bermúdez de Velasco, Juana Martín e Isabel Rodríguez. Estas mujeres se ganaron el respeto y la admiración de sus compañeros por su coraje y su resistencia. Beatriz y Pedro sobrevivieron a la conquista y se establecieron en Cuba en tiempos de paz. Su historia fue recogida por varios cronistas como Francisco Cervantes de Salazar y Juan de Torquemada, que la elogiaron por su esfuerzo y su singularidad.
Su vida es un ejemplo de cómo las mujeres también fueron protagonistas de la historia, aunque muchas veces hayan sido olvidadas.
Tomado del perfil de Facebook Historias y curiosidades del mundo