La capital libanesa, Beirut, amaneció este domingo bajo la tensión de una precedente jornada violenta por choques entre manifestantes y policías, que provocó la muerte de un uniformado y heridas a 728 personas sufrieron heridas, según cifras actualizadas.
La manifestación demandaba justicia para las víctimas de dos explosiones registradas el martes último que convirtieron la ciudad capital de El Líbano en una zona de guerra.
Se achaca a la negligencia e incapacidad de las autoridades el almacenamiento de dos mil 750 toneladas de nitrato de amonio almacenados desde 2014 sin protección alguna en el muelle 12 del puerto beirutí que explotaron y causaron el desastre.
Los informes dan cuenta que las detonaciones dejaron un cráter de 43 metros de profundidad y destruyeron 15 mil toneladas de trigo y otros granos.
También ocasionaron daños parciales o totales de 300 mil viviendas y sus moradores ahora desplazados, pernoctan en casas de familiares y amigos o deambulan por las calles. Por tales motivos, miles de personas se concentraron este sábado en las cercanías del Parlamento e intentaron pasar las barreras que lo protegen, a lo que las fuerzas de seguridad respondieron con balas de goma y gas lacrimógeno.
Un comunicado de la corporación difundido hoy refiere que al menos 70 de los uniformados recibieron lesiones en la aciaga jornada, y uno de ellos Toufic Douweihy murió al caer por un ascensor en el hotel Le Gray cuando huía de vándalos.
La nota precisa que están bajo arresto una veintena de personas por posesión de drogas y en otras 13 detectaron narcóticos en su sistema. ‘Nunca había visto Beirut así, ni siquiera durante la guerra’, dijo Mona Tabbah, de 63 años de edad, en declaraciones a la televisión local.
(Tomado de Prensa Latina)