En el mes de marzo, al intentar adquirir materias primas para la industria farmacéutica, en medio del enfrentamiento a la COVID-19, Cuba sufrió las consecuencias del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos.
Neyra Muguercia, directora general de FarmaCuba, informó al periódico Trabajadores que el pasado mes una naviera retornó dos contenedores de materias primas al puerto de origen a pesar de que ya estaban en La Habana, pues le advirtieron que sería sancionada
Eso significó la pérdida de 30 días de travesía (también hemos tenido casos de 60 días), igual plazo para el regreso, nuevas gestiones (nuestras, de los proveedores y de transitarias cubanas) para embarcarlos con otra naviera que tardó 30 días más, dijo.
Muguercia señaló que eso se traduce no solo en costos, sino también en falta de disponibilidad de medicamentos.
Estamos hablando de desabastecimientos largos, pues la situación financiera de FarmaCuba -comprometida asimismo por las dificultades que Estados Unidos pone para traer el dinero que se deriva de nuestras propias exportaciones-, impide garantizar los llamados empates de los ciclos productivos, subrayó.
La carencia de materias primas hace que la industria pierda capacidades de producción, y no siempre las pueda recuperar, no obstante, cuando llegan determinados volúmenes, el esfuerzo que hacen en las fábricas es extraordinario, se organizan en turnos diarios para no parar y recuperar el tiempo perdido, aunque a veces resulta imposible, aseveró Muguercia.
Resaltó que este tipo de situaciones la han vivido con los medicamentos que van a la asistencia médica en general (pacientes ingresados y graves), y a la farmacia comunitaria, a donde las personas se acercan con una receta o su tarjetón y no encuentran lo que buscan.
Esos medicamentos, altamente sensibles, son para nosotros lo que algunos de los productos de la canasta familiar para el Ministerio de Comercio Exterior: prioridad uno, dijo.
Otra arista en la que sufrimos directamente el bloqueo es la bancaria, expresó, a la vez que mencionó que hace aproximadamente 21 días, por citar un ejemplo reciente, habían financiado a un proveedor el equivalente a más de un millón de dólares para la compra de una materia prima.
Cuando ya estaban listos los contenedores, el banco intermediario devolvió los fondos argumentando que no podía realizar esa transferencia porque sería penalizado bajo las leyes del bloqueo, indicó la directiva.
Agregó que el proveedor no pudo embarcar la mercancía y hubo que buscar otra ruta bancaria para hacerle llegar los fondos, nuevamente desperdiciando tiempo, lo cual deriva en pérdida de capacidades y en desabastecimiento.
En definitiva, el bloqueo se traduce en sufrimiento humano, pues no acceder a un medicamento afecta directamente la calidad de vida y compromete la salud de las personas.
En FarmaCuba hemos encontrado proveedores que dicen: “Te busco el producto”, y de momento escriben cancelando porque el fabricante no lo puede vender si el destino es Cuba. Tenemos evidencias de cómo persiguen nuestras operaciones, los bancos nos han enviado cuestionarios que nos hacen desistir de ciertas operaciones pues pondrían en riesgo los recursos financieros del país, advirtió.
FarmaCuba, empresa importadora-exportadora de la Organización Superior de Dirección Empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica, BioCubaFarma, trabaja con más de 400 proveedores extranjeros, mayormente europeos.
Varios se han ganado la categoría de colaboradores, pues a pesar de la situación de la organización, en la que no siempre cuentan con los recursos financieros necesarios, garantizan un flujo de suministros estables y esa podríamos decir que es una de las primeras respuestas al bloqueo.
Las acciones de Estados Unidos contra Cuba son cada vez más agresivas, persiguen todas las operaciones de la Isla, y muchas veces se ven obligados a importar desde un segundo, tercer y hasta un cuarto país por el temor de los proveedores a ser sancionados, significó.
La industria farmacéutica concentra su principal mercado de materias primas en India y China, con el gigante asiático se tiene un amplio volumen de operaciones, pero con el primero necesitan de intermediarios, como sucede con productores de otras naciones que no siempre están dispuestos, o no pueden comerciar directamente con la mayor de las Antillas.
Hay productos imprescindibles que solo se fabrican en Estados Unidos; si no existiera el bloqueo, acceder a estos podría ser fácil y barato, quizás, pero debemos empeñarnos muy duro para conseguirlos o, si es posible, prescindir de ellos, refirió.
Alegó que en la labor de sortear los obstáculos es decisiva la colaboración de varias instituciones cubanas, entre ellas el Banco Central y las entidades bancarias en general, las cuales colaboran en la búsqueda de soluciones, ya sea para financiar compras, como para retornar las ganancias de las exportaciones.
Hemos contado, además, con el acompañamiento del Ministerio de Comercio Exterior, especialmente en las últimas semanas, para garantizar el aprovisionamiento necesario y fabricar los medicamentos que se utilizan para la profilaxis y tratamiento de la COVID-19 como el Interferón Alfa-2B, azitromicina, cloroquina y biomodulina T, mencionó.
Destacó que el bloqueo también pone a prueba la capacidad de gestión y habilidades de los compradores, pues hay que operar con limitados recursos financieros y multiplicarlos, lo cual pasa por la preparación profesional y el compromiso moral con el país.