El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, subrayó hoy el impacto del bloqueo de Estados Unidos sobre los negocios privados en la isla, sensiblemente afectados tras el recrudecimiento de esa política.
En su cuenta en Twitter, el máximo responsable de la diplomacia de esta nación afirmó que mientras el gobierno de ese país norteño dice apoyar a ese sector y buscar su prosperidad, mantiene las medidas que dificultan su desarrollo y restringen el acceso al mercado estadounidense.
Recientemente, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, aseguró que su país favorece a los trabajadores privados, conocidos en Cuba como cuentapropistas.
Sin embargo Washington sostiene inalterable el cerco económico, comercial y financiero contra la isla caribeña.
Esas medidas fueron recrudecidas a niveles sin precedentes durante la administración del republicano Donald Trump (2017-2021), con la imposición de más de 240 disposiciones que incluyen la limitación de viajes, afectando a miles de trabajadores privados conectados con la actividad turística.
Por ejemplo, solo en 2019 cerca de un millón de cruceristas se vieron impedidos de tocar puertos de la mayor de las Antillas, lo que perjudicó a miles de negocios por cuenta propia dedicados a la transportación, alojamiento y recreación.
Limitación de vuelos, listas negras unilaterales, persecución de las operaciones comerciales y financieras, prohibición del envío de remesas, y medidas para impedir el suministro de combustibles forman parte del arsenal del cerco estadounidense contra Cuba.