Boca de Galafre es una de las playas que goza de preferencia entre los pinareños, sin embargo, tampoco hay en ella la habitual concurrencia de bañistas en este verano.
Una de las características de dicho balneario es que predominan los visitantes que se hospedan en casas de familia, ya sean de su propiedad o arrendadas. En conversación con algunos trabajadores supimos que el precio de 1 000 pesos la noche, que es la tarifa actual, resulta excesiva para muchos.
Viviendas cerradas, herbazales alrededor y en los contenes y suciedad se aprecian desde una primera mirada a las calles del caserío.
SERVICIOS ESTATALES Y PRIVADOS
De las seis cabañas con que cuenta la unidad empresarial de base (UEB) Playa Boca de Galafre, dos estaban fuera de uso por falta de refrigeradores, según informó Xiomara Barrionuevo Hernández, administradora del área de alojamiento, quien señaló además que disponían de ventiladores y condiciones para el avituallamiento.
Para los huéspedes ofertan desayuno, almuerzo y comida a la carta, recogen los pedidos y en dependencia del deseo del cliente asisten al ranchón o lo entregan en las habitaciones, también les expenden un módulo en el momento en que ingresan a la instalación.
Las reservaciones las distribuyen los organismos a los cuales están asignadas, la UEB no interviene en ello, subordinada a la Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía San Juan y Martínez, tienen autonomía para la gestión de suministros, lo que hasta ahora les permite que el menú contenga variadas opciones.
Una clienta que todavía realizaba los trámites en carpeta para comenzar a disfrutar de su estadía, pero que había estado en otras ocasiones, y que prefirió el anonimato, señaló el notable incremento de las tarifas con respecto a otros momentos, lo que a su juicio no solo es fruto de la Tarea Ordenamiento, sino de esta forma de gestión.
La cafetería y ranchón prestan servicios a todos los bañistas, aunque priorizan a los huéspedes, sin embargo, su gama, especialmente de productos listos para la venta, es mucho menor que la de los trabajadores no estatales, que son mayoría en este balneario y cuyos precios distan de merecer el calificativo de accesibles.
Algo que también merece revisión en la parte estatal es el puré de tomate enlatado, La Pinareña, producido en Cítricos Troncoso, 3,1 kilogramo de peso se ofertaba a 770 pesos, según refirieron no habían vendido ninguna, y solo posee cinco meses de durabilidad, lo que limita las posibilidades de expendio.
En materia de otros aseguramientos para el disfrute de los vacacionistas estaban salvavidas velando por la seguridad de quienes disfrutaban de la playa, pero no existían juegos de mesas u otros medios improvisados para la práctica de deportes.
En conjunto, la imagen que aprecia quien arriba a Boca de Galafre no es acogedora, suciedad, caballos pastando, ruido…
OTRAS REFERENCIAS
Elsa y Samuel estaban acompañados por sus respectivas familias disfrutando de un pasadía, opción que les propiciaron en los hoteles Sol Encanto y Esmeralda, de la ciudad de Pinar del Río y pertenecientes a la Empresa Provincial de Alojamiento y Gastronomía (EPAG), de los cuales ofrecieron excelentes referencias sobre el trato que les dispensan los trabajadores, organización de excursiones y calidad del servicio.
La posibilidad de recorrer otros sitios turísticos con estos planes vacacionales, es algo que realzaron, aunque la visita al campismo El salto de Los Portales, en Guane, fue una experiencia negativa, sobre este centro señalaron que no había disponibilidad de agua potable, ni siquiera en el momento del almuerzo, algo muy complicado con las actuales temperaturas y especialmente para los niños.
Catalogaron al restaurante más acorde a la categoría de comedor, sin cubiertos y mala elaboración de los alimentos, insistieron en que más allá de la crítica lo que instaban era a la búsqueda de soluciones para que otros que asistan a la instalación no transiten por igual experiencia.
Esta temporada veraniega está signada por la situación económica y energética, la inflación monetaria y desabastecimiento, contexto que no deben perder de vista quienes están a cargo de propiciar esparcimiento; cualquier momento de disfrute ha de aprovecharse al máximo, porque su efecto sobre los cuerpos y mentes sometidos a tensión es invaluable.
Por ello es preciso que todas las capacidades y potencialidades para la diversión estén disponibles y que ninguna causa subjetiva malogre el propósito de recrearse, ya que la cotidianidad está resultando una dura carga, quienes acceden a estas fuentes de solaz esperan que nada lo empañe y en el aspecto monetario es una inversión que solo la plenitud compensa.
En el caso de Boca de Galafre, aunque está más cerca geográficamente, pasar un día a expensas mayoritariamente de ofertas no estatales, sin duda la aleja de muchos bolsillos.