Los playoff de la pelota cubana no tienen todavía fecha para el inicio de su etapa semifinal, aunque ya hay dos clasificados para tal instancia, honor que correspondió primero a la selección de los Vegueros.
En la llamada fiesta del deporte cubano no aparece ese famoso tercer día después de culminados los cuartos de final, cuando al fin se dará el “A jugar” de la tan esperada discusión de medallas en la 60 Serie, algo que ha causado molestias en no pocos aficionados en nuestra provincia y en el resto del país.
Si bien el nuevo coronavirus es un peligro potencial, y fue el caso de lo sucedido a los equipos de Cienfuegos y Santiago de Cuba, a pesar de las estrictas medidas sanitarias por los organizadores de las dos burbujas beisboleras, los playoff continúan como incógnita.
Para colmo, la representación de Pinar del Río volvió para la provincia, cuando lo más lógico era mantenerlos en una sede neutral -bien pudiera haber sido Cienfuegos- a la espera de que cambie el panorama epidemiológico del país o que se diera luz verde a los demás pareos.
Sí quedó claro que, hasta la fecha, no ha sido muy efectiva esta llamada burbuja beisbolera, y es nuestra novena, a todas luces, la más perjudicada por dos motivos.
Primero, porque pasarán de la fase competitiva al inmovilismo de los entrenamientos; y segundo, porque se le agregaría la salida para Japón de Liván Moinelo y la posible de Raidel Martínez.
Algunos aludirán que Pinar no contaba con estos serpentineros en la fase regular, sin embargo, el violín y la guitarra no son lo mismo: más imprescindibles que nunca resultan ambos para el equipo verde en esta postemporada.
Por otra parte, al estar en la provincia mucha disciplina tendrán que reclamar Alexander Urquiola y su cuerpo de dirección, con la tríada médica a la cabeza, para evitar contagios en la nómina ante la delicada situación epidemiológica de Pinar.
También la dirección verde deberá evaluar los posibles refuerzos, aspecto a ser considerado por el alto mando vueltabajero con la salida de los dos contratados en el circuito nipón.
Y los entrenamientos nunca antes han sido tan importantes para un conjunto pinareño como lo son hoy, con el objetivo de mantener esa forma deportiva que ha puesto a no pocos a soñar, de nuevo, en verde.