Llegan las carretas o camiones del campo con su carga, la vierten en la tolva y de ahí por un ascensor hasta los silos, así empieza la transformación cromática, que implica dejar la vestimenta dorada y mostrar el blanco de la desnudez; durante el cambio viajarán por esteras, se someterán a altas temperaturas, a la fricción de molinos y los vaivenes de un tamizador, para terminar en un saco que los llevará a otras aventuras en el interior de cualquier cocina.
Esa es brevemente la historia de cualquier grano de arroz cosechado que arriba a la Unidad Empresarial de Base Industrial (UEBI) Enrique Troncoso en Pinar del Río.
OTROS CAMBIOS
Reducir el uso de combustibles fósiles, en cualquier actividad económica, abarata los costos y reduce la contaminación medioambiental, si, además, tributa al ahorro de energía eléctrica, se incrementan los beneficios; y allí lo logran al emplear el gasificador de cascarilla en el proceso de molida y secado de arroz.
Por cada 1 400 toneladas (t) del cereal que salen de la industria se elimina el consumo de 60 000 litros (l) de diésel, la automatización garantiza la calidad de la producción final y hasta los desechos son reutilizables.
Entre los problemas que enfrentaba la UEBI, y contenido en el modelo de ordenamiento ambiental del municipio Los Palacios estaba el manejo de los desechos, específicamente de la cascarilla de arroz, comenta Ernesto Sánchez Porta, director general de la entidad, ahora es el combustible que emplean para el secado, mediante su quema generan el calor que se requiere para extraerle la humedad al cereal.
La tecnología, adquirida gracias a la implementación del proyecto Bases Ambientales para la Sostenibilidad Alimentaria Local (BASAL), desde el cual se contribuye a adecuar los procesos productivos al cambio climático, incide directamente sobre la calidad.
La ceniza resultante, tiene diversos usos, en la industria de cosméticos, elaboración de pinturas, como fertilizante y alimento animal, entre otros; lo que la convierte en fuente de ingresos para la unidad, cierran el ciclo productivo y reducen la contaminación ambiental, pues con anterioridad la cascarilla que obtenían al moler el arroz, debían transportarla hasta un área determinada en la que quedaba para su descomposición, también eliminaron el gasto que representaba ese traslado.
Todo lo que reduzca costos es bienvenido en una entidad que cuenta con 209 trabajadores y devengan poco más que el salario mínimo, ello se debe a la reducción de la producción agrícola de arroz, pues sin materia prima no tienen que moler, ni secar.
Esta UEBI subordinada a la Empresa Agroindustrial de Granos (EAIG) Los Palacios, busca otras alternativas para incrementar el poder adquisitivo de los obreros, al respecto Sánchez Porta señala que realizan ventas a precios accesibles, de otras producciones agropecuarias que genera la entidad a la que pertenecen, sin renunciar a seguir buscando alternativas posibles por las medidas que flexibilizan la gestión y diversificación.
LA CALIDAD
Javier Antonio Victorero Ortega, especialista de gestión de la calidad afirma que cada carga de arroz cáscara procedente del campo que ingresa a la unidad es muestreado en el laboratorio, así determinan el grado de impurezas y humedad, parámetros que les permiten establecer los valores de temperatura a que hay que realizar el secado.
El indicador de humedad, para el arroz destinado al consumo humano, está entre el 12,5 y 13,5 por ciento, la automatización, posible por el gasificador, les facilita que introducen la temperatura y esta se mantiene constante asegurando la uniformidad en el proceso; esencial para la siguiente fase: la molinería.
En cada etapa evalúan los parámetros del lote hasta que esa materia prima que llegó del campo está envasada para su distribución y consumo.
A PESAR DE…
A pesar de que el arroz es uno de los productos deficitarios y que su precio en el mercado informal está excesivamente alto, entre otras razones porque la EAIG no alcanza los volúmenes productivos que demanda la provincia, es alentador el empleo de tecnologías ecológicas para su procesamiento, que tributan a la eficiencia y calidad del proceso.
La aplicación de la ciencia es uno de los caminos para el óptimo aprovechamiento de las cosechas.