El cáncer de mama causa unas 100 mil muertes anuales cada año en América, por ello el llamado hoy es a la detección temprana, con motivo del Día Mundial de la lucha contra esa enfermedad.
De acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ese padecimiento representa el 16 por ciento de todos los cánceres femeninos, al tiempo que más de 462 mil mujeres fueron diagnosticadas con él en la región.
Cada 19 de octubre el mundo celebra la jornada de la lucha contra el cáncer de mama, una fecha que busca sensibilizar y concienciar a las personas sobre la importancia de realizarse regularmente un examen mamario, con la finalidad de detectar cualquier signo o anomalía.
También se pretende hacer un recordatorio del compromiso de la sociedad contra ese mal.
Un reporte reciente de la OPS refiere que la mayoría de las mujeres detectadas con cáncer de mama en etapas iniciales (I y II) tienen un buen pronóstico de supervivencia de hasta cinco años en el 80 y 90 por ciento de los casos, si reciben tratamiento.
Sin embargo, el texto señala que en muchos de los países de América Latina y el Caribe, las mujeres son diagnosticadas con esta enfermedad en etapas tardías.
‘El desafío para reducir la mortalidad por cáncer de mama, especialmente en ámbitos con recursos limitados, consiste en implementar y mantener programas de educación y detección precoz, con acceso oportuno a un tratamiento adecuado y eliminando las barreras para la atención médica’, resalta la organización.
Se estima que una de cada ocho mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida y esta es la razón principal por la cual ellas deben realizarse una evaluación regularmente de sus pechos.
Dicha dolencia es un tumor que se crea en las células y estructuras de las glándulas de los tejidos del seno y puede clasificarse en dos tipos: el carcinoma ductal in situ, que se desarrolla dentro de los conductos que sirven para transportar el calostro, cuando la mujer alumbra.
También está el carcinoma lobulillar in situ, el cual ocurre en un lobulillo del seno, lugar donde se produce la leche materna.
Se considera que este tipo de tumor es pre-maligno porque las mujeres que lo padecen tienen mayor tendencia a desarrollar metástasis por todo el cuerpo.
La OPS hace un llamado a estar atentos a los síntomas más frecuentes de la enfermedad como la presencia de un bulto o nódulo en la mama y el aumento desmedido en los ganglios linfáticos, muy cerca de la axila, o a los cambios de color, tamaño o textura de los senos.
También puede aparecer el enrojecimiento de la piel, sobre todo cerca de la aureola del pezón, la formación de arrugas en la piel, secreciones por el pezón y la descamación del seno, así como dolores o molestias en esa zona, pérdida de peso e hinchazón en los brazos.