Hace casi 35 años Carlos Sánchez García dejó de llamarse así para convertirse sencillamente en Carlitos el delegado, porque esa responsabilidad lo ha marcado desde entonces, la cual, considera, implica sensibilidad.
Es imprescindible identificarse con los electores y sus problemas, nunca mentir ni prometer nada que no esté al alcance de nuestra gestión y llevar hasta el final la tramitación de una inquietud con el organismo o entidad que corresponda, en pos de una respuesta oportuna y veraz, aseveró en declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias.
A finales de la década de 1980, al regresar de una misión internacionalista en la República Popular de Angola, los vecinos vieron en el entonces joven de 28 años de edad a la persona que mejor podía representar los intereses de su comunidad ante la Asamblea Municipal del Poder Popular.
No se puede fallar a la confianza depositada por las personas que eligen a quien estiman el más capaz; esta es una tarea hermosa, pero exige dedicación y ponerse en la piel de los demás, recomendó a los futuros delegados a las asambleas municipales del Poder Popular, los cuales serán seleccionados en las urnas el venidero 27 de noviembre.
Siempre hay que tener presentes a las familias vulnerables y la atención a los casos con desventajas sociales- acotó-; además, insistir en la prestación de servicios de calidad al pueblo en los centros enclavados en la circunscripción.
En más de tres décadas Sánchez García ha vivido momentos difíciles del país y la provincia, como es el caso del periodo especial, la COVID- 19 y el paso de huracanes.
El pasado 27 de septiembre Ian provocó afectaciones a 238 viviendas en su circunscripción- la número tres del consejo popular Carlos Manuel de Céspedes-, y el derribo de tendido eléctrico, telefónico y de arbolado.
Para convocar es necesario predicar con el ejemplo, dar un paso al frente antes que otros; por eso en la recogida de desechos sólidos, luego del evento hidrometeorológico de categoría tres en la escala Saffir- Simpson, los vecinos participaron de forma masiva en el saneamiento de las calles para evitar la proliferación de plagas y vectores.
Los delegados no perciben salario ni privilegios por el quehacer de servicio público que desempeñan, por lo que se torna aún más complejo alternar las responsabilidades laborales, familiares y de atención a la comunidad.
Pero lo más importante radica en aportar nuestra pequeña contribución para que mejoren las condiciones de vida del pueblo al cual representamos, apuntó quien en el órgano superior del poder estatal en el municipio representa a más de mil 300 electores.
Este 27 de noviembre los cubanos mayores de 16 años de edad- con capacidades legales- podrán ejercer el voto libre, directo y secreto en correspondencia con lo estipulado en la Ley Electoral, de cara a elegir a sus delegados.