Para Unerkys Alfaro Pereda, enfermera asistencial de la sala C del hospital León Cuervo Rubio, la apertura de la casita infantil Gotitas del saber ha sido lo mejor que le ha pasado.
Diáfana y de forma muy agradable, la joven profesional nos comentó con entusiasmo que ella es madre soltera y que tiene dos niños, por lo que esta opción significa mucho para su tranquilidad y economía.
“Tenía que pagar un cuido que me costaba 2 000 pesos para que me atendieran al pequeño, entonces mi salario me alcanzaba mucho menos para sustentarnos.
“Me encantó la casita infantil de nuestro hospital, es maravillosa y limpia. Las ‘titas’ son súper con los niños, a veces ellos se ponen un poquito inconformes para quedarse, por el cambio de ambiente, pero después la pasan de maravilla. Hay días que lo recojo a las cinco de la tarde y no se quiere ir”.
Así nos comenta la joven enfermera mientras sonríe, a la vez que observamos tranquilidad y confianza en su mirada, pero por supuesto, como madre preocupada y cubana al fin, nos dice: “La comida estupenda, comparada con otros centros y con lo que uno le puede brindar todos los días en la casa. Estoy muy contenta, hasta el momento no he tenido que pagar nada”.
Mientras la mamá habla con nosotros, su pequeño Pavel juega con su amiguita Carla, y los vemos felices y despreocupados. Él, muy risueño; ella, seria, tal vez un anticipo de lo que será el carácter de ambos cuando sean adultos.
LIMPIEZA, CLARIDAD Y BELLEZA
Estas tres cualidades se destacan cuando entramos al local que está ubicado en la parte de atrás del hospital. Baños muy limpios e impecables, al igual que las demás áreas, compuestas por un pasillo, el local amplio donde están los niños y la cocina.
Los alimentos se cuecen de forma independiente a la institución hospitalaria, sobre las mesetas observamos los utensilios, incluidas las ollas, todo total pulcritud.
Sentados a las pequeñas mesas están los niños, cada uno de ellos se distrae con el juguete que escogieron. A su alrededor, tanto constructores como las educadoras se empeñaron en que las paredes estuvieran decoradas para dar un ambiente ideal para los infantes.
El primer día de nuestra visita nos recibió la auxiliar pedagógica Brenda Soto Martínez, una joven que se graduó de los cursos de capacitación que imparte Educación en la provincia. Ella nos dio su impresión sobre los padres.
“Están muy contentos, es lo que aprecio, para mí son excelentes y han sabido cumplir con las normas que hemos puesto”.
El segundo día conversamos con Elianys Rodríguez, educadora graduada de la escuela pedagógica Tania la Guerrillera, y quien cursa la licenciatura en la Primera Infancia.
Ella, junto a la auxiliar pedagógica, nos explicó sobre el horario de vida, además de las estrategias trazadas para realizar las actividades en dos subgrupos (uno agrupa a los más pequeños y el otro a los más grandes) a partir del mes de septiembre, fecha en que inicia el próximo curso escolar.
DEL SINDICATO Y LA DIRECCIÓN
Fuimos testigos de cómo la máster en Enfermería Daisy Bobadilla Capote, representante sindical del “León Cuervo Rubio”, hacía una de sus visitas habituales a la casita infantil. Ella vigila constantemente por su buen funcionamiento.
Esta mujer nos confesó que la iniciativa era un sueño esperado por su colectivo. “Es una idea bien linda. La casita infantil es perfecta para los niños, en aras de su bienestar y confort, y también para la tranquilidad de la familia”, asegura.
La doctora Heidy Liana Carbó Rodríguez, especialista en Medicina Interna, y directora del hospital, nos manifestó que con la realización de ese proyecto hay mucha satisfacción por parte de los trabajadores, quienes tenían como principal polémica que carecían dónde dejar a sus hijos para cumplir con el horario laboral establecido.
Entre los más perjudicados estaban el personal de Enfermería y el de Servicio, por lo que la casita infantil ha tenido un impacto positivo en la institución, así lo valora la doctora.
“Ya no hay objeción ninguna para incorporarse al trabajo habitual. Comenzamos el cuidado de los infantes a las siete de la mañana y terminamos a las siete de la noche; o sea, que nos ajustamos al horario, sobre todo de Enfermería, que trabajan estos turnos, y concertamos que los niños que tengan que quedarse cuenten con la comida garantizada.
“Hasta el momento todo ha sido muy positivo, y no hemos tenido ninguna insatisfacción por parte de los trabajadores. Al inicio escuchamos muchas sugerencias, porque normalmente se pensó cerrar a las cinco de la tarde, pero nos reajustamos después”.
La casita posee una capacidad para 25 niños, atendidos por cuatro educadoras, además, trabajan la auxiliar de limpieza, los elaboradores de alimentos y la pantrista. Estas personas nada más ofrecen servicio a la instalación infantil.
El salario lo respalda Salud, así como los suministros para la alimentación y demás recursos necesarios para la educación de los niños.
“También designamos en el hospital a un médico y a una enfermera para cualquier problema que se le pueda presentar a un niño, y contamos con un sistema activado para si hay que trasladar a algún menor al Pediátrico el hospital lo asuma”.
En la labor fuerte que hicieron en la concepción y construcción de la instalación, Heidy Liana reconoció a todos los que colaboraron, principalmente a los compañeros de la mipyme, quienes realizaron la obra, y en especial a Raydel Bordado Mederos, subdirector administrativo del hospital.
LOS MÁS NECESITADOS
Salud era el organismo que más cantidad de solicitudes de círculos infantiles tenía en la provincia. Esa necesidad los animó, según nos comentó Yusleivy Martínez Carmona, director provincial de este organismo.
En el hospital pediátrico Pepe Portilla hubo una casita infantil en un tiempo, y a partir de esa misma estructura aprovecharon e inauguraron la primera este año.
Es una instalación bella que resolvió el problema de madres trabajadoras del centro y de otras del sector que viven en la comunidad aledaña.
“De ahí decidimos seguir con las instituciones provinciales, porque son las que mayor demanda poseen de círculos infantiles, e hicimos una en el “León Cuervo Rubio” y otra en el “Abel Santamaría”, que iniciará en septiembre próximo, todas diseñadas para una matrícula de 25 niños como mínimo.
“Asimismo se concluyó la obra civil de la casita de la Universidad de Ciencias Médicas, próxima a inaugurarse. Cada una con la misma intención, priorizar a madres trabajadoras del sistema de Salud”.
El director nos comentó que la idea la seguirán en otros lugares, fundamentalmente en el municipio de Pinar del Río y Consolación del Sur, que son los otros fuertes con relación a los recursos humanos en el sistema.
A FAVOR DE LA PRIMERA INFANCIA
Sobre la importancia de las casitas infantiles y los pasos a seguir para que una entidad laboral abra una de estas iniciativas, nos habló Xiomara Barrera Hernández, jefa del departamento de la Primera Infancia en la Dirección Provincial de Educación en Pinar del Río.
La Resolución 58/21 perfecciona el trabajo y contempla los procedimientos legales que permiten a entidades laborales optar por esta posibilidad, y a Educación corresponde incrementar el sistema de capacitación y sensibilización que se realiza de forma diferenciada con los funcionarios del sector presupuestado, empresarial, de las cooperativas agropecuarias, no agropecuarias y las mipymes.
Diversos son los pasos, pero lo principal es que las entidades interesadas deben comunicarse con el departamento de Primera Infancia en las Direcciones Municipales de Educación para recibir asesoría.
Pinar del Río tiene historia en el tema, porque en el año 1994 fue creada una de estas instituciones infantiles en la empresa pecuaria genética Camilo Cienfuegos de Consolación del Sur, y este semanario ha sido partícipe con sus reportajes de la efectividad de este propósito.
Para bien de todos, pero sobre todo de los niños y sus madres, en el año 2021 hubo un despertar y se inauguraron tres más, una en Pilotos, Consolación del Sur, perteneciente a la Agricultura, que se llama Pequeños Vegueritos; luego otras dos de Educación: en Sandino (Addis) y en Viñales (Juan Clemente Zenea).
En el segundo trimestre de 2023, a partir de las acciones de sensibilización y promoción de la Resolución 58/21, se incrementan tres de Salud, en el hospital pediátrico Pepe Portilla, en el León Cuervo Rubio y en el Abel Santamaría.
Además, una en Educación en Consolación del Sur, y otra en el Minfar en la Región Militar, del municipio de Pinar del Río.
Existen otras obras terminadas que se inaugurarán el 13 de agosto, en ocasión del cumpleaños de nuestro Comandante en Jefe, ubicadas en San Juan y Martínez, en Punta de Cartas, perteneciente a Tabacuba; en el municipio de Pinar del Río, de Salud Pública, en la Universidad de Ciencias Médicas; y una en Pons, Minas de Matahambre, de Educación y la Agricultura.
Hay dos más en proyecto, nos dice Xiomara, una de Epicol y otra de Recursos Hidráulicos.
Por el esfuerzo de Educación, el Gobierno de los diferentes territorios y de los organismos que hicieron suya la empresa, al concluir el mes de julio se atendían por esta vía en Pinar del Río un total de 190 niños, y para inicio de septiembre ascenderán a 235.
Educar a los niños de la Primera Infancia y a la vez resolver la problemática de muchas madres, padres y tutores que hoy no tienen una plaza en un círculo infantil es una tarea que hay que priorizar, por eso bien vale la pena exhortar a las entidades a que se monten en el tren de la alegría.
Por ahora nos llevamos la opinión de Arletys Pérez, doctora y especialista en Anatomía Patológica, mamá de Carla, quien comentó:
“Para mí esto ha sido muy importante, tengo una niña más grande en un círculo infantil, pero no me habían dado la otra plaza, entonces apareció esta oportunidad.
“Hasta ahora todo funciona bien y estamos muy contentos, sobre todo por la limpieza, la atención y por las condiciones que se han creado, que son súper buenas. Lo más difícil es que es aquí mismo, cerca de donde trabajamos, por lo que estamos más pendientes, pero hasta el momento estamos satisfechos”.