El anuncio de Luis Enrique Martínez de los 26 escuderos que le acompañarán a Catar a conquistar la gloria era uno de los sucesos más esperados de los últimos días, un hecho cargado de sazón y expectativas, aunque los reflectores buscaran el rostro del seleccionador y no un balón de fútbol.
En ocasiones, fuera de la cancha se guisan las historias que luego, convertidas en sorpresas y polémicas, colmarán los debates de los hinchas. Son muy finas las distancias entre un éxito o un fracaso y a veces las causas esgrimidas pueden resultar idénticas. En España, ya pueden ir apuntando, todo gira en torno a la presencia de hombres que, según el populacho, pocos méritos guardan en sus hojas de ruta esta temporada, en detrimento de otros cuyo aporte habría fortalecido sobremanera la columna vertebral de un elenco aspirante a todo.
Koke, Eric García, Asensio, Ferrán, Sarabia y otros nombres más han sido trending topic allá en la tierra del flamenco y el arte taurino, porque unos desnudan la reticencia del entrenador a desmoldear sus ideas, a revolucionar sus principios y salirse de la línea central de su proyecto, lo cual le lleva a confiar en “sus hombres”, aunque el rendimiento de estos sea cuestionable, mientras otros sencillamente parecen inferiores a jugadores que deberán ver el Mundial por la tele.
Se pueden citar ejemplos: Kepa Arrizabalaga, Borja Iglesias, Iago Aspas, Sergio Ramos, Sergio Canales, Brais Méndez… Unos han sido sensación esta temporada en sus ligas, y otros poseen un currículo inmejorable, sustentados además en realidades igualmente positivas. No obstante, queda en el aficionado español una grandísima esperanza en la gestión de Luis Enrique, quien, cabe decirlo, casi siempre sabe lo que hace. En la Eurocopa, sin ir muy lejos, la situación fue similar y consiguió una actuación loable.
La Roja tendrá enfrente en el Grupo E de Catar 2022 a la siempre respetable Alemania, cuyo fracaso en Rusia 2018 sonó y tuvo ecos en los siete mares y allá donde haya presencia humana en el mundo, porque una decepción futbolística teutona es una de las cosas más inhabituales que se pueda ver en esta tierra. Son ganadores, por espíritu y por talento, y como tal debe tratárseles.
Es evidente: el proyecto de Joachim Low estaba desgastado tras un buen número de años al frente de la selección y la Federación de ese país le buscó un sustituto idóneo, otro triunfador (llevó al Bayern a la supremacía europea), que en sus 15 primeros encuentros al frente de la escuadra nacional ha hincado la rodilla una sola vez. Hans-Dieter Flick dirige y guía a una camada de jóvenes que, con un par de buenos tips, podrían conquistar juntos lo que se propongan.
Esta semana, cuando Flick dio a conocer sus convocados, llamó poderosamente la atención la presencia de Mario Gotze. ¿Será una cábala? A fin de cuentas, los héroes nacionales, y Gotze lo es, siempre merecen premios. Al autor del gol ganador del 2014 lo acompañarán otros que deben tener mayor peso sobre el rectángulo. Y si se lee así, de seguidilla, esta grey de nombres, uno puede estar convencido de que darán mucho de qué hablar: Kimmich, Gnabry, Musiala, Sané, Muller, Havertz, Adeyemi, Fullkrug, Moukoko… Todo está dicho.
Los otros dos equipos aspirantes a llegar a octavos en esta llave son Costa Rica y Japón. La primera sabe bien lo que es tumbar a los gigantes que se atraviesen en su camino. En 2014, por ejemplo, aplastó a Inglaterra, Italia y Uruguay cuando muchos la veían como Cenicienta. Otra vez tendrán su espíritu guerrero y fútbol sacrificado como bastión, encabezados por los incombustibles Joel Campbell y Bryan Ruiz.
De Japón pudiera decirse lo mismo, aunque llegan quizás con más talento en sus filas, sobre todo si tenemos en cuenta que varias de sus figuras son jugadores importantes en clubes de Europa. Ojo con los samuráis, que no serán un hueso fácil de roer.
Mis favoritos: Estaría loco si no dijera Alemania y España, en ese orden.
Grupo F
En esta agrupación, un equipo asoma su cabeza un palmo por encima de los demás. Bélgica, la eterna aspirante de los últimos años, querrá aprovechar una generación que todavía no expira para al fin conseguir algo verdaderamente importante. Sin embargo, el equipo de Roberto Martínez genera varias dudas, como la presencia o no (está en la lista de convocados) de su principal delantero, Romelu Lukaku, quien llega lesionado a Catar.
Y si la posibilidad de que el “búfalo” del Inter no pueda aportar nada a los Diablos Rojos incomoda, más aún lo hace el estado de forma actual de su estrella Eden Hazard, con un rol secundario en el Real Madrid desde su llegada. Ellos han sido los rostros más visibles de un proyecto empeñado en lograr algo “grande” y que casi siempre ha quedado en deuda con su fiel afición.
No obstante, el grueso del equipo que se llevó el bronce hace cuatro años se mantiene y puede ufanarse además de su carta más potente, Kevin de Bruyne, cuya única presencia ya eleva unos cuantos niveles el poder de esta escuadra. Junto a ellos, es menester destacar los buenos rendimientos de hombres como Tielemans, De Katelaere o Trossard, que deben dar un paso al frente y asumir galones.
No será una llave sencilla. Aquí, en el F, pugnará la vigente subcampeona mundial, la nación de Modric, Kovacic, Perisic, Gvardiol y Brozovic, la selección orfebre que no deslumbra, pero lucha con denuedo cada acción de partido y pocos pueden decir que la han vencido con facilidad. Su mayor baza será el centro del campo, conformado por la tríada compuesta por algunos de los anteriormente citados. El entrenador Zlatko Dalic, convencido del poder de los suyos, aseguró que la ambición es emular la actuación de Rusia 2018. ¿Será?
Confieso que este grupo me genera serias dudas a la hora de elegir candidatos a avanzar de fase, porque en el papel Bélgica y Croacia son muy, muy superiores, pero Canadá viene de una eliminatoria brillante y que fue premio al trabajo de John Herdman con un cuadro joven, pero pletórico de talento y jugadores que están acaparando cintillos casi todos los fines de semana en el Viejo Continente. Les ejemplifico: Jonathan David es el “hombre gol” del Lille en Francia.
Además de él, Stephen Eustaquio, del Porto, Tajon Buchanan, del Brujas e Iké Ugbo, del Troyes, deben secundar al líder indiscutible, Alphonso Davies. Juntos vencieron en la octagonal final de Concacaf rumbo a Catar, tras tumbar a elencos duros como Estados Unidos y México de la cima.
Y por si fuera poco, Marruecos llega también con un cuadro respetable. Más que respetable. Con los hombres llamados por Walid Regragui, pudiera vencer a cualquiera de los otros tres miembros del grupo. Ziyech, En-Nesyri, Abde, Boufal, Amrabat, Hakimi… La convocatoria es casi una selección de estrellas.
Mis favoritos: Por lógica, Bélgica y Croacia. Pero no me fío…