María Isabel López Pretel es una mujer, cienfueguera, maestra con más de cuatro décadas dedicadas a la enseñanza, que por cuestiones del amor terminó viviendo en Pinar del Río.
Nadie que vea su vitalidad puede calcularle la edad, es de esas personas cuyo espíritu parece inmune al tiempo, las ganas de hacer por los otros y hacerlo bien no dejan que el alma envejezca.
Es madre, abuela ejemplar, esa sensibilidad la impregna en cada aspecto de su vida con una sencillez que no delata que si de títulos se trata, no tiene pocos.
Es máster en Ciencias del Desarrollo, profesora de Filosofía, con categoría Auxiliar, del Departamento Marxismo-Leninismo de la Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca, miembro del Cuarto Contingente del Destacamento Pedagógico.
Pero el motivo para estas líneas es la labor que desarrolla frente a la cátedra de la mujer Isabel Rubio Díaz y el Comité de Género de la Alta Casa de Estudios pinareña, los cuales están integrados por docentes y estudiantes de las tres sedes universitarias.
Me asegura que asumió la tarea porque la ve como una oportunidad para contribuir al mejoramiento de una realidad. En el orden personal ha recibido satisfacciones por ello, y pese a mi empeño en que la entrevista vaya sobre ella, me dice que no, que detrás de esa labor está el quehacer de muchas que dejaron su legado, e incluso hoy, todo funciona por un equipo de trabajo.
“La Cátedra surge en el 1991, siempre respondió a la política de inclusión de la mujer a la Revolución y a su máxima inspiradora Vilma Espín, que supo interpretar creadoramente el pensamiento de Fidel Castro, pues martiano de pura cepa sabía que incorporar a las féminas a la obra de la Revolución era garantía de fortaleza, de éxito”.
El empoderamiento, el respeto a todos por igual y el justo reconocimiento a lo que se hace, sin que medien pensamientos sexistas o la discriminación por cuestiones similares, ha sido un desafío para la sociedad cubana.
Por tal motivo se fomentan espacios como el que genera la Cátedra, la cual:
“Se crea con el objetivo de visualizar los logros de las mujeres en la vida universitaria, pero también de promover el estudio de problemáticas con un enfoque de género para verse desde la docencia, la investigación y la extensión.
“Esta visión de que el enfoque de género sea transversal fue y es constante, con una conciencia de las brechas que aún persisten. Es muy importante que en los procesos extensionistas se logre el vínculo con la comunidad desde la propia dinámica de la investigación y distintas actividades.
“No obstante, algo así, que implica las transformaciones de diversos factores a nivel de conciencia y en la práctica requiere de alianzas, por eso la Cátedra profundiza sus vínculos con la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), el Gobierno Provincial, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), Salud Pública, la Dirección Provincial de Educación, el Ministerio del Trabajo y la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
También forman parte del Grupo Temporal del Programa de Adelanto a la Mujer, que es “en el que la Federación y la Universidad tienen muchos puntos de encuentro en las siete áreas que plantea este”.
Al interior de la Universidad se establecen vínculos con otras cátedras, tal es el caso de la del Estudio de la Obra y el Pensamiento de Fidel Castro, la de África Caribe.
López Pretel afirma que “los participantes no dejan de superarse”, con ese fin participan en cursos de posgrados, eventos y talleres nacionales. Además en proyectos en los cuales está presente la línea de género y se ofertan posgrados afines con la temática.
Cuando pregunto por los retos, me dice que es necesario continuar tratando lo referente al género, e incluirlo en los planes de estudio de las diferentes carreras.
Sin dudas quedan cosas que perfeccionar y mucho camino por andar, pero la Cátedra existe, lo que es en sí un logro significativo. Resta continuar con el entusiasmo que da saber bien lo que se quiere, más allá de ser mujeres u hombres. Vale la pena esforzarse por conseguir mejoras.