Cuba celebra hoy el Día Mundial de la Alfabetización con el reconocimiento por sus logros educativos, en particular la campaña que en 1961 convirtió al país en el primer territorio libre de analfabetismo en la región.
La propia Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) calificó esta iniciativa como un ejemplo pionero de los valores que promueve el organismo para la Agenda Educativa 2030.
‘Sin precedentes en América Latina y el Caribe, el hecho constituyó punto de partida de los notables avances educativos ulteriores logrados por el país’, reconoció recientemente la Comisión Nacional Cubana de la Unesco en su cuenta en la red social Facebook.
La campaña marcó el devenir posterior de la nación donde existían 979 mil 200 analfabetos en 1961, y más de 800 mil niños entre cinco y 15 años no asistían a la escuela.
Con la premisa de ampliar las garantías educativas, más 100 mil estudiantes fueron convocados por el lider de la Revoluciónb cubana Fidel Castro para el movimiento que inició el 1 de enero de 1961.
Posteriormente se sumaron 14 mil trabajadores, que concentraron su labor en las zonas rurales, y 34 mil 772 maestros voluntarios.
Como resultado, aprendieron a leer y escribir 707 mil 200 analfabetos, lo que redujo el índice de analfabetismo a 3,9 por ciento, y se facilitó el acceso gratuito y universal a los distintos niveles de enseñanza.
Casi seis décadas después y en medio del complejo escenario provocado por la Covid-19, la Unesco reconoce las estrategias de Cuba en materia de Educación inclusiva y de calidad, como lo suscribió en el más reciente Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020, conocido como GEM.
Las políticas cubanas en ese sector, definidas en el Artículo 73 de su Constitución, exigen al Estado pleno acceso a la población en todos los niveles de enseñanza educativa.
‘La educación es un derecho de todas las personas y responsabilidad del Estado, que garantiza servicios de educación gratuitos, asequibles y de calidad para la formación integral, desde la primera infancia hasta la enseñanza universitaria de posgrado’, precisa la Carta Magna.