El dirigente político Manuel Colón saludo la fecha y explicó como estos tipos de actividades ya tienen 18 años de vida y se mantienen contra viento y marea.
Explicó como en todos estos años de solidaridad con los cubanos, Haina ocupa un lugar cimero entre los comités existentes en esta nación, sinónimo de constancia en la lucha de apoyo a Cuba.
Habló de la importancia de mantener todo el apoyo a “ese hermano país, ejemplo de solidaridad en el mundo y con nuestros pueblos”.
La embajadora de Cuba, Milagrcs Carina Soto, agradeció a los presentes por el acto que rinde homenaje a la revolución en su país, la cual “comenzó un 1 de enero de 1959 y seguirá por siempre”.
Manifestó que la Revolución cubana es una esperanza, a la cual se han sumado muchos amigos, como los dominicanos, y relató como desde Hatuey viene esta relación histórica.
El cacique indígena marchó a Cuba tras la llegada de los conquistadores españoles para alertar sobre los atropellos cometidos y comenzó a luchar, pero fue detenido y condenado a la hoguera, castigo reservado a los más viles criminales.
Pero cuando estaba a punto de ser quemado, el padre Olmedo le preguntó si quería convertirse en cristiano para subir al cielo preguntó: «¿Y los españoles también van al cielo?» y al recibir una afirmación dijo luego el cacique, sin más pensar: «No quiero yo ir allá, sino al infierno, por no estar donde estén y por no ver tan cruel gente.
La embajadora denunció el criminal bloqueo que sufre la nación caribeña, que se ha reforzado en los últimos tiempos porque presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lejos de suavizarlo lo adornó con medidas las cuales son un espejismo, dijo.