Hace casi un mes Thiago Rafael Rodríguez, de nueve años, acude al centro médico psicopedagógico provincial Alcides Ferrer Obeso, de Pinar del Río, donde «está muy contento y más sociable», asegura su madre Loliet Pérez Maceiras.
Thiago fue diagnosticado con una deleción en el brazo largo del cromosoma cinco y retraso mental severo, y esta institución es imprescindible para que aprenda, sobre todo, a tener validismo y ser independiente en algún momento de su vida, ponderó a la Agencia Cubana de Noticias.
En poco tiempo, hemos visto algunos avances y hasta se despierta más temprano porque sabe que lo traeremos, destacó.
Y es que esa institución trata a infantes con discapacidad intelectual severa o profunda y que por esa causa no pueden acudir a una escuela de la enseñanza especial, explicó el doctor Félix Padilla Martín, director del «Alcides Ferrer Obeso».
Actualmente asisten cuatro niños en calidad de seminternos, generalmente con enfermedades genéticas; pero en el futuro podemos aumentar esa cifra, incluso recibir a 13 internos de otros municipios, puntualizó.
Tras cinco años cerrado, el inmueble reabrió sus puertas para devolverle a la provincia más occidental un sitio de sobrada valía para infantes en condición de discapacidad.
En el kilómetro 88 de la carretera Central, muy cerca del hospital provincial Abel Santamaría Cuadrado, Diana Laura, Thiago, Emily y Marlon encuentran no solo terapias y acompañamiento sino el amor de un equipo multidisciplinario que se empeña porque logren habilidades para satisfacer algún tipo de necesidad vital, especialmente «la socialización con su medio circundante», dijo Padilla Martín.
Psicopedagogas, rehabilitadores, terapistas ocupacionales, psicólogos, logofonoaudióloga, asistentes de enfermería, de lunes a viernes, interactúan con los menores; en tanto son respaldados por un grupo asegurador de elaboración de alimentos y dietista, entre otros.
Asimismo, la instalación cuenta con el apoyo de especialistas de la sala de rehabilitación del policlínico Hermanos Cruz y profesionales que regularmente velan por la salud de los pequeños.
Desde el área de salud se realiza la captación de niños con discapacidad intelectual, que posteriormente pasan a una comisión evaluadora a nivel municipal; y la principal condición para que permanezcan aquí es que se adapten, añadió el director.
Tenemos como misión rehabilitar, corregir o compensar, en la medida de lo posible, la necesidad educativa especial que tenga el niño; y estamos procurando ampliar la visión del centro, destacó Alys Sri Perdigón Parolis, psicopedagoga.