A sus 45 años de edad, el estelar Frederich Cepeda aún es ese hombre sencillo que debutó hace 26 series nacionales de béisbol con el equipo de Sancti Spíritus, y aunque sus resultados hablan a las claras de su talla como atleta, prefiere saberse querido.
“Mi mamá es mi principal aficionada, y mi papá, el entrenador que me enseñó toda la vida”, aseveró. “Tengo una esposa y un hijo que me apoyan, y si a eso le sumo el cariño de todo el pueblo cubano, resulta suficiente para mí”.
La misma tranquilidad con la que llega al cajón de bateo en cada turno le permite asegurar que no se siente un referente en el béisbol cubano de todos los tiempos, a pesar de agenciarse, recientemente, el récord nacional en jits vistiendo el traje del conjunto de Ciego de Ávila, o tratarse de un atleta imprescindible para Cuba en terrenos internacionales.
“Eso va en los entendidos y en los aficionados, me he esforzado y he trabajado bien duro, porque el camino ha sido muy difícil”, refirió el ambidiestro.
“Me he sentido contento y agradecido a lo largo de mi carrera con el público cubano en general. Fui refuerzo de Pinar del Río en un momento, y estuve con ellos en la Serie del Caribe, y es recíproco lo que uno ha entregado en el terreno con el pueblo”, destacó Cepeda.
Justamente, esa admiración llevó a que, este lunes, la afición lo recibiera con una ovación en su primer turno al bate del duelo vegueros- tigres de Ciego de Ávila, en el estadio Capitán San Luis, como parte de la III Liga Elite.
Para el mítico número 24, entrar a un recinto de béisbol y jugar, siempre exige responsabilidad y respeto, pues «es mi profesión y a ella me debo», detalló.
De acuerdo con varias fuentes, Cepeda constituye el único pelotero que supera los 900 extrabases en campeonatos cubanos y el que más boletos ha recibido en esas lides.
Pese a su ausencia en el V Clásico Mundial de Béisbol, el espirituano conserva el récord en no pocos apartados: jits (32), carreras empujadas (23), anotadas (19), bases por bolas (22), dobles (ocho) y en total de bases recorridas (60).
“La preparación y la dedicación son fundamentales. Lo que me gusta es jugar béisbol, me siento saludable y lo voy a seguir haciendo”, dijo.