El peso que dentro del desarrollo agropecuario del país tienen los programas de obtención de granos, ganadero y la agroindustria azucarera, de cara al autoabastecimiento nacional y a la recuperación económica tras el impacto de la COVID-19, exige acelerar los aportes productivos y explotar todas las reservas de eficiencia posibles.
En recorrido este fin de semana por las provincias de Camagüey, Las Tunas, Holguín y Granma, Salvador Valdés Mesa, Vicepresidente de la República,–acompañado por José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido, excepto en Las Tunas– chequeó los resultados de tales programas, en concordancia con los recursos e inversiones dispuestos por el país para su consolidación.
Al repasar, en las reuniones de Holguín y de Granma, los beneficios que en materia de tractores, sistemas de riego e implementos agrícolas se han puesto en función de los granos, en 157 cooperativas de 18 municipios de cuatro provincias orientales -por medio del Proyecto de Desarrollo Rural Cooperativo en la Región Oriental de Cuba (Prodecor)-, se insistió en la necesidad de convertirlos más rápido en toneladas de frijol, maíz, sorgo y garbanzo, informa el periódico Granma.
Tal demanda se debe a que en la medida en que se disponga de mayores cantidades cosechadas, el dinero que se ahorre al no tener que importar, se dedicará a pagar el crédito otorgado.
Además, es preciso garantizar un suministro estable a las nuevas plantas de secado y beneficio instaladas, a partir del mismo crédito, y se puntualizó la pertinencia de promover el cultivo del frijol caupí, de alto valor nutritivo, y del cual se disponen variedades que permiten sembrarlo tanto en primavera como en invierno.
Atendiendo también a las asignaciones más recientes para la infraestructura ganadera, en Camagüey el análisis se centró en la explotación correcta de los recursos para la alimentación de los animales, el abasto de agua, el mejoramiento genético del rebaño, el incremento de la natalidad, la reducción de las muertes vacunas y otros indicadores de eficiencia; a fin de honrar el crédito de manera cabal, con mayores aportes de leche y de carne.
Al referirse al papel de las autoridades municipales, el Vicepresidente cubano insistió en lo que puede representar el proyecto para esas demarcaciones en términos de diversificación productiva, ingresos, generación de empleos y mejoría de las condiciones de trabajo y de vida de las familias campesinas.
Los temas del rendimiento, tanto agrícola como industrial en el ramo azucarero, concentraron los debates en Las Tunas, donde se calificó de inadmisible que existan aún unidades cañeras con promedios inferiores a 30 toneladas por hectárea, así como centrales que con su ineficiencia se conviertan en una carga para el país, en vez de una unidad económica aportadora.
Valdés Mesa insistió en que debe haber objetividad y planificación, para que los centrales que muelan sean los que verdaderamente puedan hacerlo con alta eficiencia y sin provocar pérdidas.
Este es un sector que genera recursos para potenciar por sí mismo su recuperación, afirmó.