Del primero de junio al 30 de noviembre se reconoce en Cuba la temporada ciclónica y, por esas fechas, ya todos nos ponemos alertas, por la experiencia acumulada acerca de los daños que estos fenómenos naturales han provocado en la provincia.
Sobre los pronósticos para 2021, Guerrillero conversó con el doctor en Ciencias Carlos Alberto Miranda Sierra, especialista del Centro Meteorológico, quien considera que la fuerte sequía (que afectó el 98 por ciento de nuestras áreas) y el comportamiento del evento La Niña en los meses de abril y mayo son condiciones influyentes en la actividad de la próxima temporada ciclónica.
Acerca de precipitaciones y temperaturas nos adelanta que si aquellas deben comportarse sin desfasarse de la norma, estas, tanto máximas como mínimas, estarán por encima de sus niveles habituales, lo que pronostica un periodo lluvioso más cálido que lo normal y con precipitaciones propias de la época.
“Para la temporada que se avecina, los modelos de pronósticos, nacionales e internacionales, indican gran actividad. Se espera la formación de 16 ciclones tropicales, 10 se desarrollarán en el Atlántico, tres en el Mar Caribe e igual número en el Golfo de México, de los cuales ocho se prevén que pasen a la categoría de huracán, con 60 por ciento de probabilidad de que uno se origine en el Caribe y otro de procedencia atlántica penetre en el área”, explicó.
Cuba tiene un riesgo de un 85 por ciento de recibir, al menos, un ciclón tropical y un 45 por ciento de ser impactada por un huracán moderado, lo que pone en alerta especialmente a Pinar del Río, por su vulnerabilidad histórica a estos eventos, sobre todo en el trimestre septiembre-noviembre, tiempo en se forman en la zona del Caribe.
En este sentido, el especialista insiste en que la población vueltabajera, independientemente de los pronósticos, debe estar atenta a las informaciones del Centro Meteorológico local. “El nivel de actividad ciclónica de una temporada no determina el peligro para la provincia, sino la trayectoria que describen los sistemas una vez formados, de ahí la importancia de mantenernos informados sobre la evolución de cada uno”.
Típico de su oratoria, para llamar la atención, apela a datos objetivos, concretos: “En la temporada de 1910 se formaron solo cinco ciclones tropicales y dos azotaron al territorio convertidos en huracanes, incluyendo uno intenso; sin embargo, en el 2020 se formaron 30, de ellos 14 huracanes, y ninguno con perjuicios para nosotros, solo tormentas tropicales que no hicieron daños relevantes”, recordó.