Al año desperdiciamos 1.300 millones de toneladas de alimentos, y cada vez robamos más recursos que perjudican la superviviencia del resto de especies de nuestro planeta. A ese paso, necesitaremos entre 2 y 10 millones de kilómetros cuadrados de nuevas tierras agrícolas para satisfacer la demanda de alimentos en los próximos 30 años.
Tales son las alertas que se desprenden de una nueva investigación, a cargo de David Williams de la Universidad de Leeds en Reino Unido, que desarrolló un modelo basado en las trayectorias actuales demostrativas de cómo la agricultura en expansión afectará los hábitats naturales de casi 20.000 mamíferos terrestres, anfibios y aves.
De acuerdo con los autores, más de 17.000 especies carecerán de parte de su hábitat para el 2050, y más de 1250 especies perderán el 25 por ciento, informa Tibeat. “Los números más negros afectan al menos a 350 especies, que podrían perder más de la mitad de su espacio natural”.
Todo ello, sin contar la huella ecológica, las emisiones de carbono ligadas a la ganadería industrial y al transporte, el enorme gasto hídrico, de pastos y de energía ligado a la carne.
Aunque las pérdidas se percibirán por todos los continentes, concluye el reporte, las áreas geográficas más afectadas serán el África subsahariana y la selva atlántica de Brasil.