San Juan y Martínez, San Luis, Pinar del Río, Consolación del Sur y Los Palacios constituyen los municipios de la provincia más occidental de Cuba incluidos en el proyecto Mi Costa, para la resiliencia costera al cambio climático, mediante adaptación basada en ecosistemas.
Con financiamiento del Fondo Verde para el Clima y organismos nacionales, la iniciativa pretende incidir en lugares susceptibles a los impactos del
aumento del nivel medio del mar, la penetración de la cuña salina, contaminación de acuíferos y alteraciones provocadas por la actividad humana que han incidido en los ecosistemas y comunidades costeras, entre otros.
En las acciones previstas sobresalen el mejoramiento de las condiciones físicas y operacionales de los centros de creación de capacidades en los cinco territorios y la concepción de un aula anexa para la adaptación costera en el sitio de intervención La Coloma.
Ese consejo popular, en el territorio cabecera, fue seleccionado a partir de las vulnerabilidades dadas por la interrupción de los flujos naturales de agua hacia la zona costera, la tala de manglares y bosques para las edificaciones del asentamiento y la contaminación generada por la población y la industria pesquera.
Tenemos áreas de manglar dañadas, de ahí la importancia de acciones de rehabilitación y reforestación, limpieza de canales para que en un tiempo prudente puedan darle protección a la comunidad, aseveró el doctor en Ciencias Jorge Ferro Díaz, coordinador provincial de Mi Costa e investigador del Centro de Investigaciones y Servicios Ambientales (Ecovida).
Se trata de una construcción colectiva con los pobladores, de crear fortalezas de los distintos actores que intervienen y de un sistema de trabajo para la adaptación basada en comunidades, desde las soluciones naturales en los lugares donde residen; y como proceso continuo y encadenado, dijo.
Implementado por la Agencia de Medio Ambiente, con apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Mi Costa incluye a siete provincias y apoya al Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático Tarea Vida; y durante ocho años aspira a aumentar la resiliencia de 24 municipios enclavados en la costa sur de la Isla.
José Manuel Guzmán Menéndez, biólogo y coordinador nacional del proyecto, enfatizó en la necesidad de lograr un análisis lo más integral posible de cómo funciona un humedal y de las oportunidades de las personas que allí viven, ante los efectos negativos del cambio climático en Cuba.
Asimismo, Mi Costa busca incrementar la capacidad de los sistemas naturales de manglares, bosques de ciénaga, que no se reduzcan los pastos y los arrecifes y se establezca un vínculo efectivo entre los actores de los territorios para su implementación.
Resaltó la capacidad técnica de Pinar del Río en sus instituciones, centros de ciencia y universidades cual elemento fundamental en la implementación y acompañamiento a las comunidades.
El proyecto abarca unos mil 300 kilómetros de costa cubana y a más de un millón 300 mil personas, de forma directa e indirecta; en tanto es una iniciativa de país que tiene al gobierno local como principal garante, precisó.
La rehabilitación de unas 11 mil 400 hectáreas de bosques de manglar, tres mil de bosques de ciénaga y 928 de herbazales de ciénaga descuellan entre las metas de Mi Costa, considerado una inversión ambiental enfocada en la protección del litoral, las comunidades, los recursos hídricos y los suelos.