Los círculos infantiles son casas donde nuestros hijos aprenden y se encuentran bien cuidados mientras trabajamos, aseguró la joven Claudia Ledesma, madre de dos niñas.
Ha sido una de las maneras de seguir creciendo y no detener mis proyectos profesionales; y estoy tranquila porque ambas se sienten bien en sus círculos, apuntó a la Agencia Cubana de Noticias la periodista, locutora y realizadora radial.
Y es que fundadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro y la heroína Vilma Espín hace 63 años, esas instituciones cuentan con un personal docente capacitado en pos de la educación de los infantes.
Lengua materna, conocimientos del mundo natural y habilidades físicas constituyen algunas de las áreas en la cuales se enfatiza con los menores de uno a seis años de edad, todas ellas con el juego como rector.
Trabajar en ese tipo de instituciones educativas demanda mucha sensibilidad, humanismo y amor, pues laboramos con seres muy puros y sinceros a los que preparamos para su futuro, aseguró Ederlys Díaz, logopeda del círculo infantil Los Criollitos, del municipio de Pinar del Río.
Allí atiende a seis niños con trastorno del espectro autista y otros que presentan dificultades en la pronunciación y patologías como retraso del lenguaje y rinolalia.
Sin dudas es un reto para el desempeño de mis funciones, pero eso me motiva cada día a continuar mi superación, y a las puertas de la jubilación considero la idea de seguir trabajando, enfatizó quien cuenta con 42 años de experiencia.
Aunque no cubren toda la demanda del territorio, el colectivo de los círculos infantiles se esmera en la atención educativa a la primera infancia.
De ahí que cada 10 de abril sea una oportunidad para la celebración y el agradecimiento a los que laboran en tan importantes centros, para la formación de las nuevas generaciones.