Casi todos hemos experimentado un episodio de cólicos alguna vez, incluso en lugares o momentos que nos ponen en aprietos si para colmo estamos rodeados de personas. El mal rato se torna aun más desagradable y embarazoso si viene acompañado de movimientos intestinales que nos hacen pedir un baño a gritos.
Los cólicos abdominales son muy comunes y raras veces son señales de algún trastorno grave del organismo, pero ¿cómo diferenciarlo de otro padecimiento?, ¿qué comer cuando sufrimos de estos dolores?, ¿cómo evitarlos?
Existen diferentes tipos de dolor abdominal, se pueden clasificar de acuerdo con el área del cuerpo que abarquen y la intensidad.
Está el dolor generalizado que se siente en más de la mitad del abdomen y es más típico cuando hay un virus estomacal, indigestión o gases. Al ser más intenso puede ser provocado por un bloqueo de los intestinos.
En el caso del dolor localizado, que se presenta en una sola zona del abdomen, puede ser signo de problemas en un órgano como la apéndice, la vesícula o el estómago.
El dolor tipo calambre se debe en su mayoría a gases o distensión, con frecuencia va seguido de diarrea. Los síntomas más preocupantes abarcan dolor con más frecuencia, dura más de 24 horas o está acompañado de fiebre.
Por último está el dolor tipo cólico que viene en oleadas, empieza y acaba repentinamente, y es intenso. Los cálculos renales y biliares son causas comunes.
Ante un episodio de cólicos abdominales se debe tener mucho cuidado con la alimentación y evitar comidas o bebidas que en vez de ayudar agudicen el malestar o provoquen alguna complicación.
Por ejemplo, los especialistas recomiendan alimentos suaves como caldo de arroz o arroz blanco, zanahoria cocida o en papilla, legumbres suaves como las lentejas, proteínas bajas en grasas como pollo o pescado y frutas como el plátano maduro.
Las comidas con abundante grasa, alimentos fritos o picantes pueden desencadenar en episodios de cólicos bastante molestos, al igual que comer rápido o no masticar adecuadamente.
En el caso de la medicina verde, la manzanilla y la menta ayudan a aliviar estas molestias, pues relajan la musculatura intestinal. Además, llevar un estilo de vida saludable, realizar ejercicios y mantener una dieta rica en fibras y vegetales ayudan considerablemente a no padecer de cólicos gastrointestinales.
Curiosidad: La doctora Irina Matveikova, en su libro Inteligencia digestiva, explica que “la longitud total del sistema digestivo puede llegar a medir entre ocho y 12 metros, y no solo es el más largo sino el más ancho del cuerpo humano. A lo largo de la vida, por el sistema digestivo pasan aproximadamente 70 toneladas de alimentos y 100 de líquidos. No obstante, al sistema digestivo lo acabamos averiando nosotros mismos. A partir de estas alteraciones, nos envía señales en forma de diversas molestias, nos avisa, nos pide servicio y ayuda”.
Me ha gustado está información científica,me ha servido para identificar una dolencia sobre la Candidiasis Masculina pues soy diabético muy interesante todas las informaciones de su periódico.Le doy 5 estrellas.Gracias