El combatiente de la lucha clandestina y fundador del PCC Eduardo Inocencio Neyra García falleció el 28 de septiembre de 2022, a la edad de 100 años.
En 1945 ingresó en la Policía Nacional hasta 1952, donde se le acusó de pertenecer a la Ortodoxia, fue interrogado y desmovilizado por conveniencia del servicio de la Institución.
Después de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en 1953 se vinculó al Movimiento 26 de Julio, cumpliendo importantes tareas como el traslado de dinamitas, mechas, armas y combatientes a lugares seguros; distribución de propaganda y de medicamentos.
El 24 de octubre de 1958 se encontraba en el reparto Mijares, hoy Hermanos Barcón, junto a Lázaro Acosta Paulin, Carlos Hidalgo Díaz y del estudiante de medicina Justo Legón Padilla cuando fueron sorprendidos por fuerzas de los cuerpos represivos de la tiranía y asesinados los tres revolucionarios. Él pudo evadir el cerco y refugiarse en el municipio de San Luis.
En el mes de diciembre de 1958 se trasladó a La Habana y al triunfar la Revolución forma parte de la toma de la Emisora CMQ. Posteriormente regresa a Pinar del Río y participa como testigo presencial ante los Tribunales Revolucionarios para denunciar los crímenes cometidos por la dictadura.
Fue fundador de las Milicias Nacionales Revolucionarias, estuvo movilizado durante la invasión mercenaria por Playa Girón, la Crisis de Octubre y en otras.
Por su trayectoria revolucionaria le fue otorgado las medallas de combatiente de la Lucha Clandestina; XX Aniversario del Moncada; Armando Mestres de la Construcción; las conmemorativas 30, 40, 50 y 60 aniversarios de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y la distinción 28 Septiembre de los CDR.