El Ministerio de Comercio Interior (Mincin), promueve y exige que se incrementen en el sector los bienes y servicios con pago mediante la plataforma Enzona y la Empresa Municipal de Gastronomía Pinar del Río es una de las entidades que se inserta en esta modalidad.
Se suman así al proceso de informatización de la sociedad, cuentan con 54 unidades y de ellas 18 emplean el comercio electrónico de forma habitual.
Yenemy Díaz Bec, directora de la entidad, explica que capacitaron a los trabajadores y que no han hecho resistencia al cambio, ya vendieron más de 2 000 000 de pesos por esta vía que se consolida y buscan perfeccionar.
Al respecto señala que realizan concertaciones con la Empresa de Tecnologías de la Información para la Defensa (Xetid) para la creación de tiendas virtuales que inicialmente serían cinco. Una de ellas de la heladería Coppelia y las otras cuatro serían de restaurantes, aunque reconoce que las ofertas con helado son las de mayor demanda y aceptación.
TRAS EL HELADO
A finales del mes de abril empezaron a conformar combos y venderlos previa solicitud vía telefónica con pago por la plataforma Enzona, al incluir el helado en estas ofertas y llevar tanto tiempo sin comercializarse ese producto en la red tradicional de gastronomía, inmediatamente la opción ganó adeptos.
Según explica Larikza Contrera Pérez, directora de finanzas y contabilidad en la entidad, con esta opción un mismo comprador se lleva varios productos de alta demanda de una sola vez y que de otra forma quizás significaría tener que transitar por varias unidades o colas para adquirirlos.
También dice que es la cantidad de helado que les sirva la Empresa de Productos Lácteos y Confitería Raúl Fornell Delgado lo que determina la cantidad de clientes que puedan atender y que el resto de las mercancías varían de acuerdo a las existencias que tengan.
Díaz Bec acota que hay deficiencias con las entregas, pues alega que en el Lácteo presentan dificultades con la transportación y la Empresa de Gastronomía está asumiendo el traslado en muchas ocasiones, señala, además, que para proteger el servicio a la población lo dejan de un día para otro y así a partir de las 10.30 a.m. pueden empezar a expenderlos.
Esta situación repercute negativamente sobre el servicio que muestra inestabilidad. La Casa del Lácteo comenzó con la venta de aproximadamente 60 combos diarios, actualmente esa cifra es de 30, así lo confirma Darys Prieto Serrano, administradora de la unidad y explica que en varias oportunidades ha ido en ciclotaxis a recoger el helado y esa forma de transportación daña la calidad del producto.
Ella personalmente se ocupa de recibir las llamadas de los clientes para que realicen las reservaciones; por su parte, en Coppelia lo hace una trabajadora, por cierto, en un local con pésima iluminación y falta de privacidad. Este centro atiende a las zonas en cuarentena, de acuerdo a las prioridades que se establezcan, y también previa concertación venden a empresas o entidades.
Aymara Amarales Chamizo, la administradora, explica que comenzaron con esa modalidad desde el 19 de abril y que cuando disponen del helado venden entre 100 y 150 combos.
DEL OTRO LADO
En sentido general los clientes reconocen la oferta como una buena opción: Daymara sugiere la habilitación de más números telefónicos para reservar el pedido, pues resulta muy difícil establecer comunicación y a veces requiere de varios días de intento para acceder a ellos; Víctor Manuel cuestiona que por la ubicación de las unidades solo los residentes en la ciudad o quienes dispongan de transporte propio pueden adquirirlo, porque actualmente no hay otras vías para trasladarse; a Legna Lázara lo que más le agrada es que viene al seguro y aunque haga una pequeña cola, nunca se compara con la aglomeración de una venta liberada; mientras que Jorge Adrián lamenta que solo esté disponible por la plataforma Enzona, porque hay muchos cuyos móviles no la admiten o carecen de tarjeta y entonces no tienen acceso a esa opción.
Al respecto, la directora de la Empresa, confirma tener conocimiento sobre la insatisfacción que genera en algunos clientes el no poder acceder a dicha opción mediante pago en efectivo, y acota que por eso en los restaurantes mantienen las dos modalidades, y que la capacitación ofrecida a los trabajadores ha hecho posible que muchos interesados que llegan a las unidades con la tarjeta y el teléfono, pero sin la aplicación, reciban allí el servicio completo.
PRECIOS
Los precios de los combos no son fijos, pues dependen de las mercancías que acompañan al helado. Estos se han ido adecuando, según refiere Díaz Bec, y señala que la formación de los mismos es facultad de la entidad y que hay productos como los refrescos y bebidas alcohólicas cuyo incremento está condicionado por la categoría del establecimiento.
Conforman varios módulos en cada ocasión. En el caso de Coppelia y la Casa del Lácteo, la mayoría de los productos provienen de la Industria Alimentaria, aunque incluyen en menor grado algunos de sus centros de elaboración, incrementar estos aportes es sin duda uno de los retos.
La gastronomía no solo debe buscar la eficiencia económica sobre conceptos de comercialización, sino en un mejor aprovechamiento de las materias primas disponibles. Por ejemplo, ¿qué impide incluir turrones de coco, cascos de guayaba o dulces de frutas en estas ofertas? Las dos últimas por las situaciones con los envases y del manejo quizás solo semielaborados. En fin, que hay muchas vías, todavía insuficientemente explotadas.
El comercio electrónico forma parte de la informatización de la sociedad, pero para poder instalar la aplicación en un dispositivo móvil debe ser un androide 4.2 o superior.
Manuel Milián Villar, director territorial de Etecsa, confirmó que desde inicios del 2020 no tienen teléfonos celulares a la venta en sus unidades y que actualmente solo están disponibles en moneda libremente convertible (MLC), sin duda un elemento a tener en cuenta porque excluye la accesibilidad de un segmento nada despreciable de la población.
Sin renunciar al desarrollo que permiten las nuevas tecnologías y al rol que desempeñan en la elevación de la calidad de vida, es preciso adecuar los propósitos a nuestra realidad y reducir los márgenes de excepción de cualquier ciudadano, porque ya hay muchas, necesarias pero dolorosas diferencias, marcadas por el poder adquisitivo.
La asimilación de estas plataformas debe estar dada por el reconocimiento y aceptación de las ventajas que ofrecen a los usuarios y no como imposición por el prestador de servicios. Se trata de que constituyan alternativas viables, sin ser camisa de fuerza, porque indudablemente el comercio electrónico es un camino en construcción.