Representantes del gobierno cubano han esclarecido en más de una ocasión que una de las prioridades del país es la producción de alimentos y que en ello se trabaja con el fin de ofrecer a la población mejores y mayores ofertas, en tanto con la nueva Estrategia Económica y Social se refuerza esta tarea fundamental.
Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, explicó en octubre en la Mesa Redonda Informativa que la estrategia contiene un conjunto de transformaciones profundas en la economía, es innovadora y busca los elementos que le permitan a Cuba avanzar en las condiciones actuales, sin que haya retrocesos.
El ministro resaltó cinco elementos con impacto directo en la población, siendo el primero de ellos la producción y comercialización de alimentos, y en correspondencia diversos organismos trabajan en la implementación de nuevos mecanismos que permitan un crecimiento en las producciones agropecuarias.
Por ejemplo, la Resolución No. 112/2020, aprobada por el Banco Central de Cuba y referente a la apertura de cuentas en monedas libremente convertibles (MLC) y en pesos convertibles (CUC) permitirá, tanto a las cooperativas como a los productores, realizar operaciones financieras por ventas para la exportación y/o sustitución de importaciones, así como adquirir insumos.
Se dan los primeros pasos con vistas a la creación del Banco de Fomento Agrícola, con apoyo del presupuesto del Estado, y se utilizará la red del Banco de Crédito y Comercio, con oficinas en todo el país, dio a conocer Gil Fernández.
Paralelamente, se han tomado decisiones para que las bases productivas puedan generar divisas, exportar sus bienes y servicios a través de empresas estatales y vender a la Zona Especial de Desarrollo Mariel, y en ambos casos retienen el 80 por ciento de las divisas.
En aras de solucionar el impago a los productores, el Ministerio de Finanzas y Precios puso en vigor las resoluciones No. 229 y 230/2020 referidas, una al otorgamiento por los bancos de un fondo rotatorio a las empresas que contraigan deudas con aquellos, y la otra al sistema para captar la información necesaria.
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social dictó la Resolución 24/20, que flexibiliza la contratación, por los productores agropecuarios, de la fuerza de trabajo que se demanda para el desarrollo de actividades eventuales, fundamentalmente en los períodos de cosechas.
Adriana Ballester Hernández, directora de personal del Ministerio de la Agricultura (Minag), explicó a la Agencia Cubana de Noticias que parte de la flexibilidad implica que la contratación se puede hacer de manera verbal, no tiene que mediar un documento escrito.
Otro de los mecanismos implementados y que incentiva la producción de alimentos es la Resolución 125/20, emitida por el Ministerio de Economía y Planificación, la cual elimina el límite para la compra de combustible por los productores.
Además, se han aprobado nuevos incentivos fiscales para las producciones de las minindustrias y su comercialización mediante el comercio minorista, con bonificación del impuesto sobre las ventas en el comercio en aras de que esas producciones puedan destinarse también al autoabastecimiento municipal.
Durante este período se ha trabajado en dar cumplimiento a las políticas aprobadas por la dirección del país, con el propósito de consolidar e incrementar los niveles productivos y económicos, renglones básicos para contribuir de manera sostenida a la alimentación del pueblo, sustituir importaciones y fomentar exportaciones.
Con estas nuevas facilidades se requiere, por tanto, exigir que se cumplan los mecanismos establecidos, los que permitirán eliminar los impagos fuera de término a los productores, y asegurar que se desarrollen las campañas previstas.
Asimismo, se debe dar seguimiento a los principales proyectos de cooperación, evaluar el impacto, la eficiencia productiva, el comportamiento de las inversiones y la búsqueda de financiamiento externo, así como la entrega de recursos.
Es importante también velar por el cumplimiento del plan de siembra de frío y la existencia de cultivos que respalden la producción contratada, teniendo en cuenta el uso eficiente del fondo del área cultivable.
De los temas analizados en el reciente II Pleno del Comité Nacional de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), resalta el referente a trabajar en la consolidación del Programa de autoabastecimiento territorial, definiendo las tierras, los cultivos, las cooperativas y productores que tributan en las diferentes zonas.
Continuar fortaleciendo el control, exigencia, prevención y enfrentamiento al desvío de productos agropecuarios, y perfeccionar el sistema de control estadístico de los diferentes indicadores productivos, son otras de las prioridades.
Se debe tener en cuenta que si bien la Estrategia Económica y Social ayudará a eliminar trabas y encontrar mecanismos eficientes para incrementar la producción de alimentos, a una parte importante de ello contribuye también el esfuerzo e interés de quienes trabajan la tierra.
Aun ante las limitaciones ya constantes en el sector se debe apostar por un mayor uso de lo local y por explotar al máximo las nuevas oportunidades que el país facilita para la compra de insumos, el pago más expedito y las exportaciones tanto al exterior como a la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
En estos tiempos de cambios Cuba precisa más que nunca que la agricultura despegue y muestre, por fin, resultados alentadores que permitan depender lo menos posible de las importaciones y de proveedores externos.